Transmigrado A Una Fantasía Romántica Trágica

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༺ Lumia Invernalia ༻

  La Tercera Duquesa del Norte, Lumia Invernalia.

  Como hija menor del Gran Duque de Invernalia, tenía dos hermanos, dos hermanas y un padre viudo.

  También fue la protagonista de los Quincuagésimo Sextos Esponsales Granducales, una venerable tradición de su casa.

  Además...

  También era una mujer enigmática, conocida como el "Fantasma del Norte".

  "¿Quién crees que es la Tercera Duquesa?"

  "Nadie la ha visto nunca, tonto. ¿Cómo podríamos saberlo?"

  "Bueno, ¿podría aparecer durante el concurso?".

  "He oído que una plaga la dejó completamente desfigurada. ¿Recuerdas aquella epidemia de hace una década? Apuesto a que enfermó con esa enfermedad mortal".

  "Tonterías. He oído que el Gran Duque la mantiene oculta por su increíble belleza".

  "¡Ja! Te equivocas, amigo mío. He oído que es una cosa fea y deforme, que le falta un brazo y una pierna".

  El secretismo engendra rumores.

  Y los rumores dan lugar a historias absurdas.

  Una belleza despampanante, una moza llena de cicatrices, una monstruosidad deforme, etcétera.

  Dada la naturaleza humana, era natural que se extendieran algunos rumores negativos.

  Así, la idea de que la Tercera Duquesa del Norte era una [ Mujer Fea ] fue aceptada en cierto modo.

  Por supuesto, su familia, Gelwood y su sierva, Marien, sabían la verdad.

  No tenía cicatrices ni era deforme.

  Ninguno de esos rumores era cierto.

  Contrariamente a la creencia de que el Gran Duque la mantenía oculta, la Duquesa se matriculó en la Real Academia, incapaz de contener su sed de conocimiento.

  Sin embargo, no se matriculó como Lumia de Invernalia, sino como la condesa Erenscia de un territorio remoto.

  Ni siquiera su padre, Logan Invernalia, pudo interponerse en su búsqueda de conocimiento.

  Desde que era pequeña, a Lumia le encantaba explorar y aprender cosas nuevas, y en cuanto aprendió a leer, se enfrascó por completo en sus libros.

  Más tarde, cuando se interesó por una "educación superior", su sed de "conocimiento" creció.

  Las preocupaciones de su padre aumentaron.

  A pesar de regalarle todo tipo de juguetes procedentes de todo el continente, Lumia nunca mostró interés por ellos y prefirió dominar un texto antiguo.

  Con el tiempo, Lumia fijó su mirada en el mundo en general y en los conocimientos limitados a la Real Academia. Por ello, pasó meses debatiendo con su padre.

  Pero un padre debe proteger a su hija, así que no le permitió marcharse.

  Debido a una maldición lanzada por el jefe de una tribu de monstruos del norte, que fue eliminada después de la larga guerra.

  "¿No he explicado esto ya? Hasta que no se disipe esta maldición, no puedo permitir que te expongas al mundo exterior".

  Incluso cuando las lágrimas brotaban de sus ojos, incluso cuando suplicaba de rodillas, su padre se mantenía firme.