Me hubiera quedado dormida si eso no fuera un camión de basura.
Las ultimas noches apenas pude pegar ojo, y ahora no podía ni cerrarlos por el desabradable olor a basura y el tipo oscuro en el rincón oscuro.
Además, cada vez que cerraba los ojos veía a la secretaria normal, y de la nada se transformaba en... bueno, todo menos una secretaria normal.
Lo único que había podido sacarle al chico era su nombre. Nico. Es estúpido olvidarte de algo y, cuando lo recuerdas, pensar "¡Lo sabía!" ¿Verdad?
Nico tenía los ojos cerrados, lo que me daba a pensar que estaba durmiendo o simplemente pensaba.
Que envidia. Yo también quiero cerrarlos.
Suspire y me acomode en las bolsas de basura.
Por unos segundos, cerre los ojos y respire tratando de ignorar el olor. Lo consegui, poco a poco me calme. Ya estaba a punto de dormirme, pero...
¡¡BRAUN!!¡¡CRIICK!!¡¡PAM!!
Un segundo antes, yo aplastaba las bolsas de basura. Ahora ellas me aplastaban a mi contra la pared.
Curiosamente, el camión se había dado vuelta. Curiosamente, escuche un rugido y los gritos de terror provenientes de los conductores.
Sali casi ahogada de debajo de las bolsas justo para ver como Nico se ponía en pie cubierto no solo de bolsas, sino de la basura que había en ellas.
Parecía igual de confundido que yo, en la desorientación total. Y fue un segundo rugido lo que nos devolvio a la realidad.
-¿Qué...?-empece a decir, pero fui interrumpida cuando Nico puso su mano sobre mi boca y se llevo el dedo indice a los labios, practicamente ordenando que me callara.
Mis ojos debían estár representando exactamente lo que sentía: miedo y confusion.
Se escucharon fuertes pisadas y risas que me ponian los nervios de punta.
Nico retiro lentamente su mano y me arrastro con el hacia la salida trasera del camión, bajo silenciosamente y yo trate de imitarlo.
El miro alrededor y avanzo lentamente.
-¡¡SEMIDIOSES!!.- Rugio una voz destras de nosotros.
Un leve jadeo salio de mis labios cuando percibí un movimento a distancia.
Nico empezo a correr como un idiota desenfrenado, y yo igual.
A nuestras espaldas retumbaron las fuertes pisadas de algo, algo muuuy pesado.
Nico freno de golpe y doblo detras de unas cajas.
-Quedate aquí.-ordeno.
Iba a protestar, pero el ya se había ido.
Al estar sola, analice rapidamente el lugar. Era... una especie de carretera, llena de basura a los lados y grandes carteles que promocionaban pañales para bebés, salsa de tomate y ropa.
La caja en la que yo me hallaba escondida me impedía ver exactamente todo lo que sucedia, pero escuchaba.
Y aquí lo que escuchaba:
-¡MUERETE MALDITO SEMIDIOS!!.- Grito una voz que reconoci como la que nos había gritado minutos antes.
Me asome un poco por el borde de la caja, pude ver a Nico parado con un bastón negro...no, correción, una espada negra.
Es oficial, estoy a un paso de la locura.
Nico dio un salto (que a mi parecer, no era ni la mitad de lo que medía esa cosa) y le hizo un gran tajo en lo que supuse que era la pierna de "la cosa".
La cosa dijo unas pocas palabras que prefiero no decir y pego golpes y puñetazos a diestro y siniestro.
Al ser de noche, no pude apreciar del todo las caracteristicas de "la cosa", esta se encontraba gritando de furia al no poder darle a Nico.
En todo ese tiempo, Nico se encontraba detrás de "la cosa" y, cuando "LA COSA" se encontraba distraida, el saltó nuevamente sobre su espalda y la clavo.
La cosa se volteo de golpe gritando de rabia, y por un momento aprecie mejor su rostro.
Un solo ojo.
No, no, no.
¡¡ESTO NO ES POSIBLE!!
Mis oidos empezaron a zumbar. Repito, repito, tiene un solo ojo.
Ciclope. Dios, estoy frente a un condenado ciclope.
Decidi ignorar ese hecho y observar.
Nico cayo de pie al suelo y observo por una fracción de segundo al ciclope.
Este, por su parte, también diviso a Nico y se rio de el.
Nico, cabreado (o eso supuse) volvio a saltar. Todo iba bien hasta que el cíclope dijo con una voz de chica:
-No me hagas daño, Nico.
El chico dudo por un segundo y el cíclope le mando a volar ( literalmente) contra un cartel de pañales.
Hubiera gritado, pero mi garganta estaba seca y no podía pronunciar nada más que un sonido ahogado (A/N: Como odio esa sensación :P).
¿Qué se suponía que haría ahora?
Nico estaba tendido en el piso. Completamente quieto y una fea herida a un costado del ojo izquierdo.
El cíclope se acerco dando saltitos de felicidad y riendo como un niño pequeño.
-Hoy cenaremos semidioses.- dijo, regocijandose en su suerte.
Se agacho para recoger a Nico con los dedos, pero de la nada empezo a olfatear el aire.
-Huele a semidios.- murmuro.
Pense en esconderme mejor, podía ser que me halla detectado.
Demasiado tarde.
Al frente mio tenía una enorme cara con un solo ojo y un aliento que casi provocaba mi desmayo.
-Tenemos más comida.-Dijo.
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Octavo capitulo :)
Denme sus opiniones.
¿Como voy?
x)
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Una vida anormal |Nico di Angelo| Pausada ;(
RomanceDarielis habia visto muchas cosas inexplicables en su vida. Opto por hacer todo lo posible en llevar una vida normal. Pero todos se pone patas arriba cuando llega un chico extraño a su escuela. Su mundo cambia a ser anormal. ¿Su nombre? Nico. Nico d...