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La campana resonó en toda la escuela, avisándole a todos los estudiantes, que la hora del almuerzo había comenzado, haciendo que muchos empezaran a guardar sus cosas.

Otros simplemente se reunían con sus amigos y se iban junto a la cafetería.

Cierto azabache decidio salir solo, sin esperar a nadie, aunque no dudaba que Naruto lo buscaría y le reclamaría por haberse ido solo a la cafetería sin haberlo esperado primero.

Pero la verdad es que hoy no tenía ánimos para nada.

Otra vez se había peleado con su padre, por las notas, últimamente estaba bajando el promedio y cada vez que lo hacía, su padre no dudaba en golpearlo.

Exigiéndole que se esforzará más.

La verdad es que eso lo hacía a propósito, ya no quería que su padre manejara su vida a su antojo.

Estaba cansado de todo eso.

Por primera vez en su vida, quería experimentar lo que es ser libre, ya no quería sentirse en un vacío sin fondo, ahogándose, en completa soledad.

- la vida es un asco- murmuró el azabache.

Empezando a subir los escalones, que lo llevarían a la segunda planta donde se encontraba la cafetería al fondo a la izquierda.

Pero tan solo puso un pie en el primer escalón, Sasuke no se dió cuenta de la persona la cual estaba bajando corriendo a toda velocidad.

Ambos no pudieron evitar chocar con el otro, haciendo que los dos cayeran al suelo.

Sasuke levanto la mirada al ver varias hojas danzando a su alrededor.

De seguro se le había caído a la persona que había chocado con el por accidente.

- ten más cuidado- dijo Sasuke al momento que empezaba a recoger las hojas.

- L-Lo siento- susurro, una vos tan dulce y suave.

Que fue inevitable para el azabache, el levantar la mirada como si en cámara lenta se tratase, chocando con unos orbes jade tan brillantes y hermosos, pero lo que más lo dejo sin aliento, fue su cabello largo de color rosa, su piel blanca cual muñeca de porcelana, sus labios tan rosados y tentadores.

No podía siquiera decir nada.

Se encontraba en completo shock al igual que ella, por la forma en como también lo miraba.

- rosa- fue lo único que pudo decir.

Las mejillas de aquella pelirrosa se tornaron de un color carmesí, haciendo que se viera mucho más hermosa, de lo que era.

- Lo siento, yo. Me tengo que ir, adiós- hablo rápidamente.

Cubriendo su rostro con una capucha rosa que tenía su sudadera, para luego recoger todas sus cosas y salir corriendo, Sasuke no pudo hacer nada para detenerla.

El azabache solo podía ver aquella silueta de la pelirrosa, correr rápidamente.

Hasta perderla de vista.

Un suspiro salió de sus labios y al bajar la mirada, noto una pequeña libreta de color celeste tirado en el suelo, de seguro le pertenecía aquella pelirrosa.

No tardó en recogerlo y guardarlo en el bolsillo, luego la buscaría y se lo de volvería.

- ¡Sasuke teme!- exclamó una voz chillona que el azabache conocía a la perfección.

- baja la voz Dobe- le regaño.

Una vez que tuvo a su mejor amigo cerca, asi el día para Sasuke, transcurrió con normalidad.

Con la única diferencia, de que cierta pelirrosa se había colado en sus pensamientos, sin poder evitarlo, se preguntaba.

¿Quien era esa chica?.

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🤗Espero les guste esta mini historia, les prometo que tendrá lemon, así que no olviden que la imagen de la portada no es mía, todo el crédito es para:La flor de cerezo Kunoichi de la hoja.🤗

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