Capítulo 1

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Estaba sentada en el lobby del hotel cuando vibró mi teléfono celular avisándome que tenía un nuevo correo electrónico.

"10:34 pm.
Estimada Soledad, por motivos personales no podremos contratarte..."-
Genial, pensé. Seguí leyendo el mail.
-"...Tuvimos que tomar un avión con urgencia para volver a nuestro país, pero la habitación para esta noche está pagada. Acógelo como una sincera disculpa a tan corto plazo de cancelar. Si dices nuestro nombre en la mesa central te darán las llave de tu habitación. 
Atentamente la familia Archibald.

Nos disculpamos nuevamente por tan apresurado inconveniente."

Me quedé mirando el celular por unos minutos más cuestionándome que tan terrible era que no tuviera ese trabajo por este fin de semana.

Por contactos de amigos había llegado a mi una oportunidad de viajar por Santiago siendo la fotógrafa personal en las vacaciones de una familia gringa, suponiendo que estaba de moda querer salir en todas las fotos familiares y así contratar a alguien externo para que hiciera un álbum de fotos de sus vacaciones y pagando la estadía en su hotel. Pagaban bien, y solo era por tres días. Pero el hecho de no hacer nada por los siguientes tres días me molestaba, al menos que encontrara algo más con que ganar dinero, pero lo veía imposible a estas alturas.
"Una habitación por una noche en uno de los hoteles más caros de Santiago no suena nada de mal teniendo en cuenta que no haré nada" me dije para mis adentros. Intentaré sacar lo que más pueda de estas horas que tengo aquí y miraré el lado positivo.

Nuevo mantra en mi vida de recién titulada sin trabajo estable.

Me acerqué a la mesa central y en menos de un minuto tenía mi tarjeta del hotel con el numero 604 en ella. Como mi estadía era solo por tres días no estaba cargada así que decidí subir a mi habitación cuando decidiera ir a dormir.

Me dirigí hacía el bar del hotel por una cerveza rápida. Mientras la pedía podía ver como el bar estaba lleno por ser un día viernes ya pasado las 10:00 pm.
Un tipo a mi lado con un terno negro reluciente como si hubiera sido planchado hace unos segundos, se encontraba hablando fuertemente por celular, y por la conversación pude notar que no se trataba de trabajo. Al otro lado, un tipo tomaba un vaso gordo de algo mientras parecía como sus hombros pesaban una tonelada. Pude notar también como algunas personas se acercaban cautelosamente a él a entablar conversación, pero mis audífonos sonaban fuerte después de que la conversación con el tipo de terno se tornara algo PG18.
Dejé mi cerveza hasta la mitad para dirigirme a la piscina, fumarme un cigarrillo, e imaginarme como es la vida de la gente con mucho dinero, gente que esto, lo que estaba haciendo justo ahora, era un fin de semana cualquiera.
Mientras pasaba las grandes puertas de vidrio que te dirigían hacía el jardín pude ver unas cuantas cámaras de televisión y su staff, impacientes para que algo pasara. Para grabar algo que fuera digno de salir en las noticias, aunque claramente hoy en día un perro bailando salsa era lo suficientemente digno de noticia. Supongo que es algo de todos los días el hecho que aquí se hospede gente 'famosa', y el hotel, al ser conocido por su estupendo bar, los escándalos vinculados con el alcohol se esparcían tan rápido como fuego en pasto seco.

Mis audífonos sonaban con melodías que no cambiaba desde hace más de 8 años y disfrutaba todo el momento que me encontraba ahí, tendida en una reposera mirando las escasas estrellas que se lograban ver opacadas  por las grandes luces de la ciudad. 

El cigarro se me hizo corto así que me fumé el segundo.

La música sonaba fuerte cuando me di cuenta que ya eran pasada la media noche.
Y aunque no me quería mover, sabía que mi estadía significaba un desayuno gratis al día siguiente. 'Desayuno en hotel, no hay nada más rico' pensé, y me ayudó para levantar mi trasero y dirigirlo a los ascensores, pero al llegar algo pateó mi autoestima; hace un mes más o menos, cuando me di cuenta que no estaba haciendo ninguna actividad física, me decidí a usar las escaleras para todo. Era una buena forma de ejercicio y sin el costo de los grandes gimnasios que habían, sin contar que era muy perezosa para salir a trotar o hacer ejercicio en la comodidad de mi pequeño departamento. Era una buena motivación ya que no me quedaba de otra. '
"Las escaleras serán" me dije al fin tratando de buscar una excusa para no usarlas pero todo fue en vano.

Mi habitación solo quedaba en el 6to piso y comparado con los millones que habían, no era un gran sacrificio, pero con mi estado físico, sabía que en el último escalón me iba a arrepentir de haberlas tomado.

Caminé por las escaleras desoladas hasta el segundo piso cuando vi algo asomarse al final del tercer nivel. Las luces eran escasas así que tuve que acercarme más para saber de lo que se trataba. Un cuerpo, un hombre, sentado en el suelo apoyando solo su nuca contra la fría pared, parecía cansado. Me acerqué lentamente hacía él sin saber de lo que se trataba.

Como lo imaginé (Shannon Leto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora