REGRESO

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Bram y Aku volvieron a Yokohama despues de un mes.

Dos grupos de personas los recibieron a la luz de la luna en lo que parecia ser el jardín de una casa deshabitada.

Del lado izquierdo se encontraba un hombre alrededor de los 40 años que portaba una bata blanca, acompañado de un joven y una dama pelirrojos de hermosas facciones, quienes daban la impresion de ser hermanos debido a su parecido y cercanía, aun asi, se veían peligrosos listos para atacar a quien tuviera intenciones de lastimar al primer hombre.

Del otro lado estaba Fukuzawa, la persona quien había hecho el trato con el conde; lo seguían el chico albino, quien, Bram  conocía desde el aeropuerto y de quien Aku había estado halando durante el mes que pasaron juntos; por ultimo, para complementar el trío, estaba un joven alto de pelo castaño que usaba vendas en sus brazos.

Cerca del trio de detectives se posicionó la chica pelirroja que usó su habilidad para resguardarlos durante el periodo de tiempo establecido.

El primero en hablar de manera efusiva fue el pelinegro de bata blanca.

-Bienvenido Akutagawa, te extrañamos demasiado, he sido informado acerca de tu nueva condición y creeme cuando te digo que no puedo estar más emocionado de verte en accion nuevamente- Mori sonrio ante lo dicho, cambio su tono a uno más calmado-despues de todo no muchos logran regresar de entre los muertos,siente afortunado.

Sin borrar su sonrisa, pero cambiando su tono de voz a uno mas bajo pero con intenciones retadoras, volteo a ver a los detectives.

-¿No lo crees Dazai?

Dazai, el joven de vendas, sonrio de una manera más amable, aunque, para unos ojos tan agudos como los del conde pudo observar que ese gesto queria transmitir más, pues aunque parecia amable, la sonrisa se sentía fría.

-Por supuesto Mori, que afortunado de tener a tu subordinado de regreso, espero que nunca te vaya a succionar toda la sangre en un arrebato de hambre.

El chico pelirrojo intervino con furia escapando en un aura roja

-Dazai, maldito bastardo-Fue lo que alcanzó a decir antes de lanzarse sobre el castaño.

Sin embargo antes de que sucediese algo, la mujer pelirroja le puso un alto al altercado.

Sin perder su elegancia, detuvo al chico de las provocaciones del otro, como si niños se tratasen.

-Dazai, por favor- Se limitó a decir Fukuzawa.

Bram solo se dedicaba a observar lo que pasaba a su alrededor, durante el tiempo que pasó con Akutagawa, este le plático sobre su forma de vida en la mafia y quienes eran sus jefes, asi que, podía imaginar el actuar de las personas a su alrededor.

Dio un suspiro cansado mientras volteaba a ver a Aku.

-Chico, aqui nos separamos, vuelve a tu vida, y recuerda lo que te dije, no hay necesidad se servirme, no soy tu amo, escoge libremente.

Al terminar, el azabache asintió en respuesta, y con un semblante serio se dirigió al espacio de los mafiosos, tratando de no pensar en la silueta de cierto complemento de duo, que trataba de decirle muchas cosas con la mirada.

Aku lo entendia perfectamente, pero sabia que no era el lugar idoneo para ello, asi que, utilizando toda su fuerza de voluntad nunca giró  en direccion del albino, hasta que estuvo en su lugar, junto a sus jefes.

Bram se quedó en su lugar, esperaba que esto no tardara mucho, tenía muchas ganas de ver a Aya.

-Mori, tu subordinado ha vuelto a ti, espero que nuestra tregua siga en pie, despues de todo, Yokohama aun necesita protecciónde todos.- Dijo Fukuzawa seriamente.

UNA PALABRA HOY, UNA PROMESA PARA LA ETERNIDAD: KUNIBRAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora