Xavi/Tn (Amor Prohibido)

Capítulo 16: Mala influencia

Bárbara: 

Terminamos hasta las 10 de la noche, y Xavi tenía que llevarme a casa. Salimos despidiéndonos de todos y me subí a su coche. Cantamos canciones a todo volumen durante el trayecto hasta que llegamos a mi casa.

— Esto fue increíble —dije, sonriendo.

— Siempre recordaré esto —respondió Xavi, con una sonrisa.

Justo cuando nos bajamos del coche, comenzó a llover. Las gotas caían lentamente, mojándonos mientras nos mirábamos el uno al otro. Xavi se acercó a mí y sonrió; yo le correspondí. Su cabello, ya mojado, caía sobre su frente.

Sin decir nada, Xavi me besó. Fue nuestro primer beso, suave y cálido, bajo la lluvia. Sentí como si el mundo se detuviera en ese momento. Todo lo demás desapareció, y solo existíamos él y yo, compartiendo ese instante mágico. Nos separamos lentamente, y ambos sonreímos.

— Buenas noches, Barbara —susurró Xavi, acariciando suavemente mi mejilla.

— Buenas noches, Xavi —respondí, sintiendo mi corazón latir con fuerza.

Me dirigí a la puerta de mi casa, mirando una última vez a Xavi antes de entrar. Sabía que este era solo el comienzo de algo maravilloso. 

Cuando abrí la puerta, encontré a mi madre allí, esperándome con una expresión de preocupación.

— ¿Por qué tan tarde, Bárbara? — preguntó con voz fuerte.

— Me quedé en el estudio hasta tarde — mentí, agachando la cabeza.

Xavi se quedó paralizado y decidió intervenir.

— Vine a traerla, estaba ayudando.

— Otra vez tú, Xavi, siempre tú. Andrés me dijo que has llegado tarde últimamente — me regañó en frente de él.

— Perdona, mamá — murmuré, mirando a Xavi con culpa, y quise entrar a la casa, pero ella me lo impidió.

— No te quiero ver cerca de mi hija. Ella está siendo muy famosa y gracias a ti se está volviendo una irresponsable. Eres una mala influencia.

Xavi no dijo nada, simplemente bajó la mirada.

— Hasta pronto, buenas noches — dijo, y se fue.

— Esta noche hablaremos tú y yo — agregó mi madre, con tono firme.

— Sí, mamá — contesté, rezongando y metiéndome a la casa.

Al entrar, sentí un nudo en el estómago. Sabía que la conversación con mi madre no sería fácil. Ella siempre había sido protectora, pero esto era diferente. Me dolía que no pudiera ver cuánto significaba Xavi para mí y cuánto me estaba esforzando por equilibrar mi carrera y nuestra relación.

Me dirigí a mi habitación, tratando de calmarme antes de enfrentar la inevitable charla. Saqué los regalos que Xavi me había dado y recordé lo especial que había sido esa noche. Suspiré, esperando que mi madre pudiera entender algún día lo importante que era para mí tener a Xavi en mi vida.

Llegué a mi recámara y me acosté en la cama, agradeciendo que no me hubieran quitado el teléfono. Entré a las redes sociales para distraerme y, de repente, vi algo que me perturbó profundamente. Una cuenta anónima había publicado una foto de Xavi y yo besándonos bajo la lluvia. La imagen capturaba ese momento íntimo y lo exponía a todo el mundo.

Le mandé las capturas a Xavi, preocupada por las posibles consecuencias.

— ¿Viste esto? — le escribí rápidamente.

— Sí, lo vi. No te preocupes demasiado. Podría no pasar nada más. — respondió él, tratando de calmarme.

Aunque intenté tranquilizarme con sus palabras, no podía dejar de sentir una creciente ansiedad. ¿Qué pasaría si la foto se volviera viral? ¿Y si mi madre la veía? Mis pensamientos se arremolinaban, llenándome de preocupación. A pesar de todo, decidí confiar en Xavi y esperar lo mejor.

Dejé el teléfono a un lado y cerré los ojos, tratando de encontrar algo de paz en medio del torbellino de emociones. Me repetí a mí misma que, pase lo que pase, enfrentaríamos la situación juntos.

El sueño finalmente me venció, con la esperanza de que el día siguiente trajera claridad y una solución para el problema que ahora enfrentábamos.