Capítulo II

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¡Hola!

Yo de nuevo continuamos con esta historia.

Espero y les guste.

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POV LENA

Pesada es la cabeza que lleva la corona.

Eso es lo que dicen, y es verdad.

Porque esta corona pesa alrededor de setenta libras.

Honestamente, voy a tener el cuello de un gladiador en una semana. Hay que hacer algo. ¿Tal vez pueda usar una corona de margaritas? ¿O ninguna corona? Eso sería preferible. Podría darle la cosa chillona y enjoyada a otra persona y dejar que tome las decisiones difíciles. Pasar mis días paseando por el río y escribiendo sonetos.

Me siento en el trono que mi madre solía ocupar.

Hace una hora, fui ordenada rápidamente como reina en una ceremonia privada.

Ahora el consejero de palacio, John, está ante mí con muchas preguntas. No tengo las respuestas a ninguna de ellas.

Soy una chica inteligente. Eso creo. Mis tutores han dicho lo mismo. Me he sentado en este gran salón toda mi vida y he escuchado a mis padres hacer decretos, juicios, dar opiniones. Mi incapacidad para concentrarme probablemente tiene mucho que ver con la escolta rubia apostada en la pared. Mira fijamente al frente, como siempre, sin un indicio de la gentil comprensión que me mostró anoche. No tiene carácter, en absoluto. Pero sé que se esconde bajo su armadura. He sido testigo de su humor y compasión y de los mejores abrazos del universo.

No importa que solo haya experimentado un abrazo.

No necesito probar otros abrazos para saber que ella tiene el mejor. Todo cálido, acolchado, seguro y acogedor. Justo antes de caer en el sueño más profundo de mi vida anoche, juré que su boca pasó como un fantasma sobre mi cabello y ese simple gesto me dio... sueños. Sueños que tiñen mis mejillas de rojo a la luz del día.

Soñé con Kara Zor-El desnuda.

Debería avergonzarme.

Esta querida mujer me mostró tanta amabilidad y aquí estoy, objetivando su... excitantemente fortificado cuerpo. Si el castillo se cayera, probablemente podría sostenerlo con una mano y ni siquiera sudar. Abdominales, sus muslos y trasero son gruesos e impenetrables bloques de músculo y seguramente suavidad. Sus brazos son largos y tonificados. Hace que los otros guardias parezcan adolescentes. Y, aun así, fue tan amable conmigo.

¿Le gustaría que jugara con ella?

Para de una vez, Lena. Eres una vergüenza.

—Ahora bien, Reina Lena— dice John —Sé que es un momento muy difícil para ti, pero estamos en un estado vulnerable, ya ves. Sin un rey en el trono, Downsriver podría parecer... vulnerable a nuestros enemigos. Lo mejor para el reino es que tomes un marido lo antes posible—

Mi columna vertebral se endereza — ¿Un marido? —

Por alguna razón, mi mirada se dirige a Kara. Ella sigue mirando al frente, pero un músculo está ahora atorado en su mejilla.

—Sí, Reina. Un marido digno de llevar la corona de tu padre—

—No lo entiendo— Me las arreglo, masajeando el repentino golpeteo en mi sien —No estamos ausentes de un líder. Soy capaz de guiar al reino—

En su mayoría. Bien, apenas.

Pero puedo fingir hasta que lo haga.

¿No puedo?

Una Gran ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora