cuatro

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“Si puedieras estar aquí para verme
Si pudieras encontrarte conmigo hoy

Parte de mí - Nicki Nicole


Emilia

Hoy mis compañeros iban a ir a Hogsmeade, un pueblo cercano al castillo. Y digo mis compañeros, porque los únicos pelotudos que no podíamos ir éramos Harry y yo, porque no teníamos los permisos firmados por nuestros padres o tutor.

— Profesora McGonagall, es injusto — reclamé, viendo cómo todos mis compañeros estaban alistándose para irse en carruajes —. No tengo padres, ni tutor. Parece una broma de mal gusto

— Lo siento, Emilia — dijo Minerva, se la veía apenada pero no me quería firmar la forra —. Sería inapropiado que yo les firme el permiso

— ¿Y si yo le firmo a Harry y Harry me firma a mi? — propuse

Minerva alzó las cejas; — Son menores, ninguno es tutor del otro

— ¿Y si falsificamos alguna firma que vendría a ser de nuestros "tutores"? — volví a proponer, mientras hacía puchero y rogaba con mis manos juntas

Minerva resopló; — Eso sería poco ético. Lo siento niños, deben quedarse

La profesora se alejó sin darnos lugar a responder. Seguro porque sabía que iba a seguir insistiendo. Me agarré la cabeza, despeinándome un poco y suspiré, mientras intentaba calmarme para no matar a nadie. Tengo muchas ganas de ir.

Coloqué mis manos en mis caderas, mientras veía a todos los alumnos salir y entregar sus permisos. Literalmente iban todos menos Harry y yo. Qué injusto.

— Los que tengan permiso, síganme. Los demás, fuera — nos echo Filch, el celador

— Viejo pelotudo — putee, en mi idioma para que no me caguen a pedos

Hermione y Ron nos miraban con lástima. Se sentían mal que nosotros no podamos ir.

— Vayan y disfruten — les dije, con una sonrisa —. Cómprenme algo rico para comer

— ¿Seguros? Podemos quedarnos — sugirió Hermione

— Claro que no — negó Harry

— ¿Qué piensan hacer? — preguntó Ron

— Seguro suba a lo más alto del castillo y me tiré — respondí, sonriendo. Los chicos me miraron asustados —. Chiste

Ron y Hermione se despidieron de nosotros y subieron a los carruajes que los llevaría a Hogsmeade. Lo peor es que siempre quise subir a un carruaje. La próxima pienso un plan detallado para poder ir, ya fue.

Con Harry volvimos al castillo, éramos los únicos dos locos que quedaban.

Ah no, también estaba el profesor Lupin. Lo encontramos en los pasillos y fuimos a caminar con él por el puente que hay fuera, sobre el Lago.

— Profesor, ¿puedo preguntarle algo? —  dijo Harry

— ¿Por qué no deje que te enfrentaras al boggart? — se adelantó Lupin —. Por un momento creí que aparecería Voldemort

— Pensé en él, al principio. Luego recordé el tren, y a los dementores — dijo Harry

Yo me dedicaba a escuchar mientras me fumaba un cigarro. Los chicos ya me habían puesto al tanto sobre el tema. Cuando salí corriendo de la clase de Defensa, a Harry le salió un dementor como boggart y también se paralizó. Supongo que somos más parecidos de lo que pensamos. Y el profesor Lupin se puso en frente, sin dejar que mi primo lo enfrente.

Argentina en Hogwarts Donde viven las historias. Descúbrelo ahora