*Alan Miller*Son las cuatro de la madrugada y no e pegado ojo en varios días , estoy acostado mirando al techo sin dejar de pensar en su rostro apagado lleno de lágrimas causadas por mi al enterarse de todo y me jode haberle hecho daño de tal forma ...me importa más de lo que creí que alguien me llegaría a importar , no es que me crea el tipo duro sin corazón , pero si soy sincero conmigo mismo , tengo 22 años , perdí la cuenta de con cuantas mujeres e tenido sexo , nunca me e sentido con necesidad de tener a alguna en mi vida como algo serio oh fijo , siempre estaba con una diferente todos los días , jamás repetía. Y para nada me siento orgulloso de eso.
La única que era mi polvo fijo era Raquel y no porque ella fuera alguien especial para mí , si no que ella vivía prácticamente alado de mi casa , sabía que ella tenía una obsesión loca conmigo , no le vi el lado malo a eso , si no que me aproveché de la situación , pero ahora me doy cuenta que fué el peor error de mi vida , involucrarme con ella , se enamoró de mi y creo que siempre esperó a que yo la correspondiera de igual forma , pero eso jamás pasó ni pasará , porque siempre la vi como lo que era "un polvo más".
Ahora que hago memoria , conozco a Amelia de hace mucho tiempo , mi padre aún seguía con vida en aquel tiempo , fué un año antes de que lo asesinara , ella no se acuerda de nada porque realmente nunca cruzó miradas conmigo ,yo acababa de cumplir los 17 años , esto sucedió hace cinco años atrás.
Mi madre se reunió con el padre de Amelia y Stella en la oficina para hacer negocios , yo sabía que mi madre tenía un romance pero no sabía con quien exactamente. Recuerdo bien que ese día me llevó con ella para que me dieran un puesto en la oficina , sabía que estaba intentando sacarme de la mierda en la que me había metido mi padre . Al entrar al lugar lo primero que vi fué a una niña rubia de unos enormes ojos azules , tenía unos doce o trece años aproximadamente , con unas medias largas color rosado fucsia hasta las rodillas , que se despedía de Alexander ese día fué la primera vez que la vi.
Un año después que mi padre ya no existía , llegué a casa ebrio como de costumbre. Desde que abrí la puerta principal sentí fuertes gemidos , pero me importó un carajo solo quería ir a mi habitación , cuando viré mi cuerpo para dirigirme a ella quedé defrente a la cocina , me llevé la peor imagen de mi vida , mi madre encima de la mesa con un hombre que no tardé en reconocer "Alexander"... en medio de sus piernas , desde ese momento el entró a nuestras vidas adueñandose de casi todo lo que nos pertenecía .Tiempo después Alexander me propuso que fuera a vigilar a Amelia , que el me pagaría por ello , mientras el supuestamente estaba en cosas de trabajo cuando en realidad se iba de viaje con mi madre gastando el dinero de nuestras cuentas , dejaban a Max pequeño tirado en casa con una cuidadora que lo maltrataba , por eso despedí a esa hija de puta y contrate a otra , me molestaba el hecho de que no se ocuparan de Max así que rechacé la propuesta de Alexander , aparte de que no me hacía gracia cuidar a una niña , yo usaba mi tiempo en salir de bar en bar , tener sexo con varias mujeres y regresar al otro día ebrio , preferia eso que cuidar a una mocosa.
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Fuistes alcohol en mis heridas
RomanceMaldita herida que no cicatriza ... ¿O será que aun me sigues ardiendo? , como aquella primera vez que me besaste , robandote todos mis alientos. Para luego hacer conmigo lo que te dió la gana. Es como no poder pasar página por más que quiera sigue...