*Mauricio Miller*Estoy de camino a casa de la tía de Amelia , ya le había avisado de que iba en camino hacia allá . Estuve un rato observando por los retrovisores para asegurarme de que Alan no me estuviera siguiendo , el sabía que hoy iría a ver a Amelia y temía de que me siguiera hasta acá , ya una vez que estuve del todo seguro de que no había ni rastro de él , fui un poco más tranquilo.
30min después , llegue le mandé un mensaje para que supiera de qué ya estaba afuera , tenía un poco de nervio , no sabía cómo saldrían las cosas una vez que estuviéramos allá .
☆☆☆
*Alexander Anderson*
Estábamos bajando las maletas de la camioneta para entrar a casa , Sara había estado callada todo el viaje , sabía a que se debía no quería disgustarla haciéndole preguntas . Queríamos quedarnos un poco más de tiempo de vacaciones pero debido a que hoy es un día muy delicado para ella , decidimos volver , ella todos los años iba al cementerio a dejarle flores a su hija , se queda sentada por horas hablando con ella , como si pudiera escucharla o responderle. Yo me mantenía al margen no me gustan ese tipo de momentos , así que siempre me quedo en el coche.
—No hagas peso cariño , ya lo entro yo.
— Gracias amor —sonrió a medias, —Max debe de estar adentro extrañandonos — dijo abriendo la puerta principal.
Y ahí estaba el chiquitín de ojos azules , tenía los mismos ojos que Amelia , grandes y intensos , los que con una mirada decían todo sin ni siquiera hablar . Al vernos corrió hacia nosotros abrazándonos , adoro a mi hijo , es una de las cosas de las que no me arrepiento , apesar de no haber planeado tener a Max me sentía afortunado. Lo abracé fuerte. Tan solo tenía dos años , pero era muy inteligente , sabía más que un niño de su edad , hablaba con mucha fluidez todas las palabras.
Por otro lado estaba Amelia , la extraño y me siento muy mal por no haber ido a su cumpleaños. Pero si no venía con Sara se que ella no aguantaría más y le diría todo a Stella , llevaba unos meses sin poder venir a ver a Max y las llamadas de Sara eran a toda hora aveces creía que Stella se daría cuenta . Tuve que aprovechar la oportunidad del viaje de trabajo como escusa para estar acá , siempre usaba esa maniobra. Utilizaba los viajes para escaparme y venir a velos , decía que se me presentaba otra oferta de trabajo o reunión en otro sitio , y me aprovechaba de la débil mente de mi esposa , que ni siquiera me hacía preguntas , gracias a que siempre me encargue de que confiara plenamente en mi.
Pero ya terminaré con todo esto , me divorciaré lo más pronto posible , recogeré ganancias y algunas cosas que me pertenecen y me casaré con Sara. Así tomando gran porcentaje de la empresa de su marido muerto , necesito pagar muchas deudas , o si no me terminaran matando. En esta semana había recibido llamadas y mensajes de amenaza , traté de estar neutro todo el tiempo para no levantar sospechas a Sara de nada , pero debo apurarme con mis planes o terminaré colgado.
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Fuistes alcohol en mis heridas
RomanceMaldita herida que no cicatriza ... ¿O será que aun me sigues ardiendo? , como aquella primera vez que me besaste , robandote todos mis alientos. Para luego hacer conmigo lo que te dió la gana. Es como no poder pasar página por más que quiera sigue...