fantasy

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[contenido sexual MUY explicito] [leer bajo su responsabilidad] [+18]

Aquella lencería rosa palo me quedaba perfecta, me mire unos segundos al espejo para así salir del baño.
Encontrándome allí a Vicky, sentada en la cama, esperándome.

Modele hasta ella, moviendo mis caderas, viéndola seductora, sonriendole, mientras está solo me miraba con ganas.

-Como me queda? -pregunte ingenua para dar una vuelta sobre si misma-

-Espectacular  -hablo Vicky con una sonrisa-

Me acerqué a la cama, para acariciar esta con la yema de mis dedos, caminando lentamente hasta Vicky...

-Pena que tenga que quitártelo -hablo Vicky para así poner una mano en mi cintura, atrayéndome hasta ella-

Estaba entre las piernas de la chica, mientras ella se encontraba sentada en la esquina de la cama y yo estaba de pie frente a ella.
La miré desde mi posición, estaba un poco más baja que yo, pero aquello no le fue impedimento para pasar una de sus manos por debajo de mi cabello, acariciando mi nuca y así besarme.
Un beso lleno de deseo, de amor, de ganas, incluso de ansias podría decir...
Un beso de esos que volverían loca a cualquiera y mucho más si ese beso te lo diese María Victoria Ramírez de Arellano Cardona...

Besó mis labios con pasión, para al separarse acariciar cada curva de mi cuerpo con la yema de sus dedos, mientras yo estaba alli, de pie, frente a ella.
Sentí sus labios chocar con la piel de mi escote, besar la parte de arriba de mis pechos, mi abdomen, mientras una de sus manos apretaba mi cintura y la otra uno de mis pechos.
Cerre los ojos al sentir la lengua de la platinada pasar por mi abdomen y un gemido se escapó de mis labios casi sin poder evitarlo.

La chica me sonrió y ese instante bajo sus manos hasta mi cadera, para darme la vuelta haciendo así que quedase tumbada en la cama, boca arriba.

La chica tenía los pies en el piso, una seguíamos en aquella esquina, pero ahora mi espalda se encontraba contra el colchón y la platinada besaba mi cuello.
Tenía a Vicky casi encima de mi, podía sentir como su mano apartaba mi cabello de mi cuello y la otra se aferraba a mi cintura.
Volvía a cerrar los ojos, estaba disfrutando de la experiencia al máximo.
La chica fue bajando sus besos, desde mi cuello, por mí clavícula, mis pechos, mi abdomen...
La chica se arrodilló, poniendo sus rodillas sobre la alfombra, quedando perfectamente entre mis piernas.
Sentí como estiró el elástico de aquel tanga rosa palo, que llevaba puesto.
Para al escuchar un gemido por mi parte, no dudar en bajar este con sus manos.

Verla quitarme la ropa interior desde aquella posición, era exactamente como ver a la mismísima Afrodita.
Todos mis sentidos estaban activos en ese momento y allí la vi, la sentí... Besando el interior de mis muslos, mientras acariciaba el exterior de estos con su manos, esas manos tatuadas que me volvían completamente loca.
Sentí como dejo un par de marcas en estos, para sin previo aviso sentir su lengua rosar mi clítoris. Comenzó con un movimiento lento, de arriba hacia abajo con delicadeza, luego en círculos.
Cerré mis ojos debido a lo que sentía, arquee un poco mi espalda y bajé mi mano al cabello de la chica, entrelazando mis dedos en este.
Sentía tocar la gloria, una de sus manos ahora agarraba uno de mis pechos, mientras la otra aún se encontraba en mi muslo.
Para así sentir como apartaba su mano de este y a pocos segundos metía sus dedos en mi.
Primero 2, luego 3... Movimientos lentos pero placenteros por un rato, hasta que levanto su rostro y comenzó a hundir sus dedos en mi feminidad.
Vicky se levantó, sin quitar su mano de mi parte íntima, para así besarme, darme un beso profundo, un beso ansioso...
Bajé mi mano al instante, agarrando la de ella, he incando aún más profundo sus dedos en mi.

La habitación se había inundado de mis gemidos y jadeos, lo estábamos pasando de lujo sin ninguna duda.
Acabe corriendome en sus dedos, para al esto pasar yo soltar la mano de la chica y que esta sacara sus dedos de mi interior, poniendolos frente a mis labios, para asi yo metermelos en la boca.

En poco ya estábamos de nuevo, Vicky ahora se encontraba debajo de mi, nuestras partes chocaban y los gemidos de ambas eran algo notorio en la aviación.

Fue una noche llena de orgasmos, gemidos y placer, una noche que no había recordado tener con nadie jamás...
Pero sin duda lo mejor fue aquel polvo antes de poner final a la noche.

Mi pecho estaba apoyado en la cama, de nuevo nos encontramos en la esquina de esta. Mi culo en pompa y mis manos atadas en la espalda.
Sentía como Vicky me azotaba, me besaba la espalda, me metía los dedos, sentía como la chica mordía una de mis nalgas y volvía a azotarme con fuerza.

Aquello sin duda era maravilloso...

Poco faltó para que el climax llegase y acabaramos durmiendo ambas, en ropa interior, con mi cabeza en el pecho de Vicky y sus brazos abrazando mi cuerpo.

No tenía alguna duda de que mi cuerpo estaría lleno de marcas al día siguiente y el de Vicky, quizás también... Pero que importaba aquello? En esos momentos nada.

Al día siguiente despertamos como cualquier otra mañana, para al abrir mis ojos y ver aquel brasier de lenseria rosa colgado de la silla del tocador, no poder evitar sonreír, recordando aquella noche perfecta.

-Q pasa? -pregunto Vicky sonriente mientras me miraba-

-Nada -hable para apartar la mirada de aquel brasier, reír y besar a mi novia-

Estuvimos un rato alli, entre besos, la chica acabó arriba de mi, a orcajadas, mientras su culo estaba encima de mi pelvis y mis manos en su cintura.

-Hoy tienes trabajo? -pregunte después de besar a mi novia-

-Hoy todo el día para ti -hablo ella con una sonrisa, para besarme de nuevo-

Al levantarme de la cama Vicky me miró sonriente, para darme una nalgada y así yo quejarme.

-Au -me queje, aquello había dolido-

-mucho no te quejabas anoche -hablo Vicky para reir y levantarse de la cama también-

-Anoche no tenía tu mano marcada -hable mirándome al espejo- parece que me dieron una paliza

-Repito, anoche no te parecía importar eso -hablo Vicky poniéndose detrás de mi, para abrazarme por el cuello-

-Eres preciosa -hablo Vicky mirandonos en el reflejo-

-Tu si que lo eres -hable sonrinete, para darme la vuelta y besar a la platinada-

-menos mal que es Sábado, porque después de lo de anoche no hubiese podido madrugar para llevar a Mateo al cole -hable entre risas para meterme a la ducha-

Poco faltó para meternos a la ducha, vestirnos, cambiar las sábanas, limpiar un poco la habitación y comenzar con el día...

赤い糸の伝説 (Young Miko) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora