The Dark Mark
El tren expreso de Hogwarts avanzaba con su característico ritmo, llevándolos de regreso al castillo. Lyra se sentó sola en un compartimiento, su libro de hechizos abierto en su regazo mientras observaba el paisaje cambiar rápidamente a través de la ventana. Aunque había pasado un verano complicado, regresar a Hogwarts siempre le daba una sensación de normalidad y consuelo.
Un suave golpeteo en la puerta del compartimiento la sacó de sus pensamientos. Levantó la vista para encontrarse con Remus Lupin, que sonreía tímidamente desde el umbral.
-¿Puedo entrar? -preguntó.
-Por supuesto, Remus. Adelante -respondió Lyra, cerrando su libro.
Remus entró y se sentó frente a ella, ajustando su túnica.
-Me alegra verte de nuevo, Lyra. Espero que tu visita a San Mungo haya ido bien.
Lyra asintió, agradecida por su preocupación.
-Fue lo que esperaba, nada nuevo con Evan, pero siempre es bueno estar con él.
Remus asintió comprensivamente.
-Es admirable que lo visites tan a menudo. Debe ser difícil.
-Lo es, pero él es mi hermano -dijo Lyra, su tono frío pero cortés.
La conversación fluyó fácilmente entre ellos, hablando sobre sus clases, deberes y las próximas responsabilidades como prefectos. Aunque Lyra se sintió cómoda con Remus, su frialdad natural aún se mantenía, una barrera que sólo la verdadera confianza podía desmantelar.
De repente, la puerta del compartimiento se abrió de golpe, y James, Sirius y Peter entraron ruidosamente.
-¡Remus! -exclamó James-. Te estábamos buscando. Ah, Lyra, hola de nuevo.
Sirius le guiñó un ojo a Lyra mientras Peter se sentaba rápidamente junto a Remus.
-Hola, chicos -dijo Lyra, manteniendo su tono impasible.
-¿Qué haces aquí, Rosier? -preguntó James, su tono gélido-. Pensé que estarías en tu compartimiento con tus amigos de Slytherin.
Lyra respiró hondo, su mirada se endureció.
-Estoy en Ravenclaw, James. Y tengo tanto derecho a estar aquí como cualquiera de ustedes.
James se encogió de hombros, pero la hostilidad en su mirada no disminuyó.
-Solo digo, uno nunca sabe qué esperar de un Rosier.
Remus intervino rápidamente, intentando calmar los ánimos.
-Vamos, James. No es el momento ni el lugar. Todos somos prefectos aquí, deberíamos comportarnos como tal.
Sirius observaba en silencio, sus ojos grises evaluando la situación, mientras Peter parecía incómodo, mirando entre James y Lyra.
-Deberíamos irnos -dijo Sirius finalmente, tocando el hombro de James-. Tenemos cosas que hacer.
James asintió, lanzando una última mirada a Lyra antes de salir del compartimiento con Sirius y Peter. Remus se quedó un momento más, su expresión apenada.
-Lo siento, Lyra. No todos piensan igual que ellos.
Lyra asintió, pero su expresión no cambió.
-Gracias, Remus. Lo sé. Nos vemos en Hogwarts.
Cuando Remus se marchó, Lyra se quedó sola de nuevo, pero esta vez su mente estaba llena de pensamientos turbulentos. Sabía que el camino por delante no sería fácil, pero estaba decidida a demostrar su verdadero valor, más allá de los prejuicios y expectativas familiares.
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Todo Fue Un Mal Entendido
FantasíaLa historia sigue los pasos de James Potter y su inesperado vínculo con Lyra Rosier, una joven de una familia de mortífagos. A lo largo de los años en Hogwarts durante la era merodeadora, James y Lyra pasan de ser rivales a aliados inesperados, mien...