Capitulo 5, Los demonios no escapan de su Amo.

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La noche no fue como quien diría "una buena noche" , mi auto va por la carretera a una velocidad demasiado baja para mi gusto, tal vez se deba a los nervios, tal vez se deba a que no soy yo la que lo conduce

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La noche no fue como quien diría "una buena noche" , mi auto va por la carretera a una velocidad demasiado baja para mi gusto, tal vez se deba a los nervios, tal vez se deba a que no soy yo la que lo conduce.

Nicholas está en el asiento del conductor, su cabello estaba más desordenado de lo normal, sangre bajaba por su ceja y labio inferior, su mirada estaba fija y seria en el camino, como si quisiera demostrar su enojo daba miedo de solo verlo, su mano derecha estaba en el volante mientras que la otra sostenía el cigarrillo que se fumaba.

¿Qué estás pensando tanto Nicholas?, ¿Me odias justo ahora por lo que pasó?, Sus ojos grises estaban más oscuro de lo normal, su mandíbula estaba tensa, ¿estará enojado?, ¿Debería decir algo?

- Nicholas...

- Solo descansa,Ladny.

Su vos salió más seria de lo normal, nisiquiera me dirigió la mirada, no pude decir una sola palabra después de eso así que decidí mirara la ventana, mis ojos de vez en cuando lo veían de reojo pero no me atrevía a decir una sola palabra, podría empeorar su ánimo.

Minutos después el auto se estacionó en mi garaje, el reloj marcaban las 2 am, la luna estaba en su punto más alto, las luces de las casa estaban apagadas, nadie se movía, nadie transitaba, nadie emitía ruido, ni él, ni yo, éramos dos almas en el mismos auto sin decir palabra alguna.

Su chaqueta negra a la cual me aferraba estaba sobre mis hombros, su camisa blanca estaba algo sucia, tenía las manos aún si sobre el volante, como si no quisiera soltarlo para no comerte un mal movimiento, su mirada estaba perdida en el frente como si viera algo interesante, ¿pensara en algo?

- Nicholas, todo bien? - mi pregunta queda tendida en el aire por unos minutos

Su mirada pasó a sus manos, las tenía lastimadas, sus nudillos sangraban por los constantes golpes que tuvo que dar, mi boca estaba por abrirse cuando sentí una de sus manos lastimadas tomar la mía, cosa que me desconcertó bastante.

- Tu estás bien? - su pregunta me desconcertó aún más que antes, ¿el sangraba de los nudillos y me pregunta a mí si estoy bien?

- Si, lo estoy, ¿tú? - mi vos salió más suave de lo que planeé

- Si.

El silencio volvió a hacerse presente en el ambiente, es como si ninguno supiera conllevar una conversación común y corriente, mi mano iba a alejarse cuando, sentí que tomó la mía aún más fuerte como si no quisiera dejarme ir, su mirada estaba fijamente en ese contacto que nos unía, como si quisiera memorizarlo

- Deberías ir a descansar Nicholas, son las 2 am.

- Tu no deberías hacer lo mismo? - sus ojos por primera vez chocaron con los míos

Esos ojos grises que mostraban curiosidad y misterio, esos ojos grises que una vez vi entre los arbustos del bosque mirándome, analizándome, curioseando, esos mismos ojos que tengo hoy enfrente que miran los míos como si anhelaran algo.

Mackenzie: Blood, wings and possessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora