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Jeongin se maldigo en los mil idiomas que se había inventado por no llevar su celular el día de hoy, con su mochila en uno de sus hombros y con el papel arrugado donde estaba la dirección que Seungmin le había dado.

El famoso hombre se había perdido tantas veces de calle que llego a un punto de devolverse a su casa.

Para su desgracia, tenía que ser con el ser mas responsable y noble de todo Seúl, alguien que no aceptaría ni un won por ese trabajo.

Maldita sea, 3 jodidas hora para llegar a tu casa. Gruño al reconocer el número de la puerta que coincidia con el del papel, donde dio tres toque a la puerta.

Un minuto fue el tiempo exacto que Yang contó en su mente cuando Seungmin abrió la puerta, vistiendo un pantalón de mezclilla y brillante, con una camisa corta y con red de malla sobre su abdomen y brazos, un chaleco del mismo material de su prenda inferior y con botas altas.

—Llegas muy tarde, Yang —frunció su ceño al verlo.

Jeongin realmente estaba sorprendido de la vestimenta de alguien que jamas creyo en verse tan bien en ropa ajustada. Siempre se acostumbró en verlo en ropa holgada, sueter largos y desteñidos, con zapatos blancos y deportivos, ahora que lo veía vistiendo de negro, con su cabello arreglado y con un poco de maquillaje en su rostro que lo había ver como un muñeco.

Claro que, dentro de él se sentía extrañamente nervioso, tenía una aura imponente pero tranquila, autoritaria a la sumisión. Tantas mezcla que confunde el ser de Jeongin.

—¿Te quedaras viendo cómo baboso? Entra —Se hizo a un lado para que el contrario entrará, susurro un tosco permiso, con su mueca poco agradable al hogar modesto de Min.

En comparación de su gran hogar, el de Min era más pequeña, tranquila y cálida, donde habían varios retratos de Seungmin y diversos jarrones con flores. 

—¿A donde estabas vistiendo como un emo del 2012? —pregunto con una burlesca sonrisa en su rostro, escuchando los pasos del contrario—Uno —hizo una ligera pausa para acercarse—: No es tu problema a donde estaba. Y dos —hizo un ademán con su diestra, dando inicio a dicho número—...Tú viste como un tonto vagabundo y no te juzgo. Así que, guarda silencio —farfulló mirando cómo los ojos de yang se doblaron hacia un lado con fastidio.

Seungmin sintió la vena de su frente palpitar, no habían pasado ni 5 minutos y ya comenzaba a estresarse con la presencia de Yang. Eran las 3 horas tortuosa de su vida.

—¿No ofreces agua al menos? que malo eres con tus invitados —escucho lo mas parecido a un gruñido en la garganta de Seungmin, dando zancadas hasta su cocina, sirvió un vaso de agua y lo dejó en la mesita de noche, frente al sofá que Yang había usado para sentarse.

—Tú casa es igual de aburrida que tú, perro.

Yang, miraba cada detalle, como los retratos de Seungmin adornaban el lugar, donde el pequeño posaba con pasteles, trofeos, medallas y con un hombre joven y desconocido a su vista. Frunció su ceño al ver las otras fotos que compartía con ese desconocido, que poco a poco avanzaban a la actualidad, llegando a donde Seungmin se encontraba sentado en el regazo del desconocido, abrazando su cuello para sostenerse, detallo con perspicacia la adorable sonrisa de Kim que reflejaba su felicidad, como el desconocido lo abrazaba y él era más que cómodo con ella.

¿Todo este tiempo tuvo pareja?

—Yang Jeongin... Te estoy hablando, idiota —La voz de Kim resonó en sus tímpanos, distrayendo de su objetivo, frunció su ceño al imaginar a Seungmin en escenario con su "pareja", provocando que sus celos se volvieran notorios físicamente,

¿Cómo podía estar con ese sujeto? seguro ni lo queria. Pensó.

—¿Que haremos? —hablo yang notoriamente enojado, provocando que Seungmin frunció su ceño confundido a la actitud de quien iba a ser su compañero.

—Yo investigue un poco del tema, no es muy complejo y los puntos son bastante directos. —Acercó la libreta hacía Yang, que la tomó de manera rápida, leyendo lo que Kim había hecho, ya que era un poco más del 10 por ciento de su ensayo. 

Admiro la letra y la claridad de ella, tuvo que forzar la vista un poco para no confundir una palabra, noto como los pequeños ojos estaban en todas las esquinas y diversos garabatos acompañaban la escritura.

Adorable.

—Bueno, creo que yo también investigue algo parecido, espera un poco —Seungmin le parecio increible lo educado que había sonado Yang, tan concentrado en su trabajo a pesar que la seguridad que no entendía lo que leía eran más que altas.
Tomo el cuaderno de Jeongin y leyó un poco de una información tal vez de su ensayo pasado, no queria reírse en su rostro, porque sería más que grosero, pero su sonrisa no pudo ser ocultada a la vista de su compañero.

—¿Que es tan gracioso, Kim?

—Que eres pésimo para esto, ¿que tiene que ver la empresa petrolera con la células del ser humano? —carcajeo sin poder evitarlo, provocando que el chasquido de la lengua del contrario resonara débilmente, Seungmin sintió como la libreta de Yang fue arrancada por su propio dueño, provocando que riera más fuerte.

—Por eso te odio, maldito presumido.

—Como sea, Yang. Empecemos —Tomó asiento al lado de yang, dejando que el dulce aroma a rosa pasara por sus fosas nasales de manera discreta, confundiendo aún más al pobre ser de Yang jeongin.

Odiaba tener a Kim cerca, pero callado... Ya no era tan mala idea.            

HOLA, SE LOS HICE NARRADO PORQUE NO TENÍA INSPIRACIÓN HOLAAA.

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Insultos A Carboncillo [Jeongmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora