•【 El sapo y el bufón 】Un reino, dos idiotas •

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La noche finalmente había caído, algo que era imposible de darse cuenta en ese lugar si no se contaba con un reloj que lo indicara. El reino se encontraba mucho más silencioso que de costumbre; el ambiente se sentía demasiado relajado para ser verdad; las luces artificiales comenzaban a ser encendidas, haciéndoles compañía a las antorchas falsas que estaban esparcidas en algunas paredes del reino. La reina Bouncelia ya hacía sentada sobre el gran trono, como casi todos los días, muy probablemente se encontrase dormida, algo que ella ni ningún otro de los experimentos dentro del jardín suelen hacer al no tener la necesidad de dormir.

Y ahí estaba el Sheriff Toadster, se encontraba recargado sobre la gran puerta del lugar con los brazos cruzados y la mirada fija en las escaleras que conectaban con la estación del "tren"; el rostro del sapo formó una sonrisa que emanaba paz y tranquilidad, el ambiente que lo rodeaba era demasiado perfecto, demasiado como para que le durara por mucho más tiempo. Su mirada se fijó en el pasillo que daba hacia la zona de enfermería, debido a que se empezaron a escuchar risas y pasos torpes que provenían de esa área; rápidamente supo de quién se trataba, algo que no le gustaba para nada ya que indicaba el fin de su paz; frunció el ceño, apretó los dientes con demasiada fuerza y soltó un bufido.

Cuando el bufón comenzó ha acercarse hacia donde se encontraba él, Toadster dirigió su mirada al mural que estaba dibujado en una de las paredes, para evitar hacer contacto visual o iniciar una estúpida conversación de odio con el bicolor. Bittergiggle se posicionó varios centímetros alejado del sapo, algo que solía hacer con el fin de no hacerlos sentir incómodos o molestos por la cercanía del otro. Aunque, no eran muy buenos para mantener la boca cerrada y evitar el iniciar unos de sus típicos conflictos.

-Vaya, pensé que ni siquiera ibas a aparecer.- exclamó el sheriff, rompiendo la densa capa de hielo que los rodeaba, volteando a ver discretamente al bufón, quien se encontraba observando uno de los hongos de decoración del reino. -Se me hace raro que hayas decidido obedecer la petición de la reina.- Bittergiggle inclinó levemente la cabeza mientras volteaba a ver al Sheriff, con una mirada completamente neutra.

-No tengo nada que hacer, así que pensé que sería igual de aburrido hacer la guardia contigo y quedarme en la enfermería o en cualquier otro lugar.- procedió a recargar su cabeza sobre su mano de color verde. -Aunque, puede que pase algo interesante, uno nunca sabe.- Sacudió sus manos, soltando varias risas a lo bajo. Ante esto, su contrario simplemente soltó un bufido pesado como respuesta.

-¿O sea que solo estás aquí para estorbar y ser un fastidio?- frunció el ceño, se acomodó un poco la camisa de botones y volvió a cruzar los brazos.

El bicolor asintió a modo de broma, para posteriormente soltar una risa muy escandalosa; el sheriff le agarró fuertemente la cabeza y le metió una estrella en la doble boca que tiene, provocando que el bufón comenzara a soltar arcadas por el repentino objeto insertado dentro de su cavidad bucal. Al pasar un pequeño lapso de tiempo, Bittergiggle logró escupir el objeto mientras seguía tosiendo.

-¿¡Pero qué mier...?!- antes de siquiera terminar su oración, el sheriff posicionó su mano sobre la boca del bufón, apretando con algo de fuerza para que este se callara. -. . .

-¿Puedes bajar la voz?- susurró, observando de reojo la sala del trono. -Te recuerdo que la reina se encuentra dormida, imbecil.- al notar que el bufón hizo esfuerzo nulo para quitar la mano ajena de su boca, arqueo una ceja en señal de duda; estaba apunto de cuestionar, sin embargo, antes de siquiera poder decir una palabra, sintió una lengua recorrer la palma de su mano, provocandole una sensación de asco y un hormigueo que recorrió todo su cuerpo. -¡Qué puto asco, Bittergiggle!- Apartó la mano, sacudiendola mientras la observaba con demasiada repugnancia; en respuesta, el bufón únicamente se cruzó de brazos y sacó su lengua de serpiente divertido.