•【 El sapo y el bufón 】Un reino, dos idiotas •

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Las 8:10 de la noche ya habían llegado; en una de las habitaciones del sector de alimentación, específicamente dentro del cuarto de Bittergiggle, este se encontraba acostado en un tipo de colchón color rosa pastel, analizando sin mucho interés el techo del lugar mientras movía sus pies de payasito de un lado a otro. Había sido una tarde aburrida y demasiado calmada, algo a lo que el bufón no estaba acostumbrado, sintiendo que el tiempo transcurría de una manera tan lenta que ya hasta comenzaba a ser frustrante, sin embargo, ir al sector de vivienda no era del todo una opción para él, puesto que el Sheriff estaría por ahí y lo que menos quiere ahora es mirarle la cara a ese sapo pendejo. Suspiró nuevamente, el aburrimiento y el silencio lo estaban carcomiendo, tampoco se le había ocurrido ningún chiste o escribir algún guión para sus pequeñas obras de títeres y marionetas, su mente era un lienzo en blanco.

Sin embargo, la puerta de su habitación fue abierta abruptamente, provocando que el bufón soltara un pequeño grito y se sentara en la orilla del colchón, observando con el ceño fruncido al responsable de eso.

-¿Pues qué estabas haciendo?- arqueo una ceja y mostró una sonrisa burlona, mientras se recargaba en la pared.

Genial, a quien para nada deseaba ver esa noche se manifestó enfrente de sus ojos y más encima entrando a su habitación sin invitación. Bittergiggle únicamente se dedicó a sacarle la lengua y susurrar maldiciones a lo bajo, como solía hacerlo cada que se molestaba. Toadster únicamente pestañeo varias veces para seguido de eso negar con la cabeza.

-La reina nos convocó a la sala del trono, dice que tenemos que hablar sobre algunas cosas, y antes de que lo preguntes, no, no mencionó sobre qué.- aclaró como si nada, inclinándose su sombrero como de costumbre. -...Y me pidió que viniera por ti, créeme que por mi te hubiera dejado en donde estás.

El bicolor mostró una expresión de confusión, se le hizo extraño que la reina no hubiera mencionado del porqué tan repentina reunión, normalmente solía hacer las reuniones durante el día o la tarde, casi nunca en las noches, pero no le quedaba de otra más que levantarse de la estresante comodidad de su colchón, aunque hubiera preferido quedarse ahí antes que ir con el Sheriff Toadster.

-Si, si, ya voy, para la próxima te recomiendo tocar la puerta, obviamente no te dejaré entrar, pero sería más educado de tu parte hacerlo.- Apretó levemente los dientes, la sonrisa de su lado verde era totalmente fingida.

-¿Tu, queriéndome enseñar modales? Cuéntame otro chiste.- El sapo soltó una carcajada, provocando que Bittergiggle inflara ambas mejillas y se cruzara de brazos. -Ven, vamos, no hagamos esperar a la reina.

-Voy detrás de ti.- soltó con aburrimiento, para seguido de eso empezar a caminar en la misma dirección que el Sheriff.

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Realmente no hablaron de cosas tan importantes o intrigantes como lo aparentaba ser, la reina únicamente les comentaba sobre la posible llegada de "recursos" al reino, desconociendo del porqué de esta decisión por parte de los humanos; también durante la conversación estuvo dándoles ideas sobre que podrían hacer para mejorar su relación, como empezar a comprender lo que siente y piensa el contrario, el bufón como respuesta bufaba o rodaba los ojos, recibiendo de vez en cuando un codazo por parte del Sheriff, que lo disfrazaba como un gesto amistoso.

Durante todo el tiempo de su estancia ahí, no hicieron más que pelearse de una manera poco disimulada, pero que al final casi no era notado por la reina canguro debido a las risas fingidas de ambos en el momento. Cerca de las escaleras que conectaban con el tren, dos idiotas se encontraban platicando acerca de lo ocurrido y mencionado durante la reunión, antes de retirarse nuevamente a sus respectivas habitaciones.

-Esa ha sido la peor y más aburrida reunión que hemos tenido en mucho tiempo.- exclamó el bicolor medio morado, medio verde, medio serpiente, medio pendejo, medio- Pero mira el lado positivo, no sospechó nada pese a que estábamos peleando a lo imbecil. Te dije que mi plan era la mejor opción. -Soltó con orgullo.

-En algo tienes razón,- suspiró el sapo, dirigiendo su mirada hacia su contrario. -pero te recuerdo que de todos modos debemos ser más cuidadosos con nuestro comportamiento, bufón.- se tomó una pequeña pausa -Lo mejor será que vayamos en orden, como tu lo dijiste:  "fingir que estamos avanzando en nuestra amistad", disminuir poco a poco las peleas frente la reina.

-Sí, eso ya lo sé, señor Sheriff.- mostró su lengua de serpiente mientras movía su cintura.- Espero no verte mañana en todo el día, prefiero morir solo antes de estar contigo, aunque bueno, después de todo no podemos morir por el transcurso del tiempo, pero tu me entiendes.- soltó en un tono divertido el bicolor.

-Cuidado con lo qué dices, payaso de rodeo.- respondió de manera sería el sapo, haciendo temblar levemente el cuerpo de Bittergiggle. -Lo que menos le desearía a alguien es que terminara completamente solo, incluido a ti, por más mal que me caigas. Créeme, es de las peores experiencias que puedes llegar a vivir.

El bufón había recordado esa vez cuando él, junto a la reina y otros, habían encontrado al Sheriff en el piso -5. Bittergiggle pasó saliva.

-Lo decía en broma, obviamente nunca me gustaría sentir lo que es la soledad.- intentó mantener una voz neutra, pero una parte de él se sintió culpable de recordar le su pasado al Sheriff. -Yo. . . Yo no dije nada, ¡simplemente noches, señor sheriff!- salió corriendo lo más rápido que pudo para evitar ser detenido por el Sheriff.

El sapo se quedó parado en donde estaba, observando como el bicolor subía las escaleras hasta llegar al "tren". Toadster soltó un suspiro algo pesado.

-Nunca desearía o siquiera pensaría en que te pasara algo tan horrible como eso.- exclamó molesto, sin embargo, también acompañado con algo de tristeza -No importa si me caes mal o no.- desvío la mirada hacia el suelo.

Digo, pero eso no quita el que seas un dolor de cabeza o una astilla en el dedo.

【 Ma belle Evangeline 】

Relleno, relleno, puro relleno.

En fin, Garten of Banban VI está cerca de cumplir su primer aniversario, le tengo mucho cariño porque fue la primera vez que conocimos a Bittergiggle, al Sheriff Toadster y a la reina Bouncelia (los extraño...), además que fue el juego que hizo que le diera una oportunidad a la comunidad de GOB, y no me arrepiento de formar parte de este fandom. 🦉🎭