CAPITULO 4

84 6 2
                                    




El imponente castillo de Hogwarts se erguía en la cima, dominando la oscuridad de la noche. Volver allí era como tocar el vértice de la felicidad; su corazón latía de alegría como si fuera la primera vez.

Y de repente, un aroma a fresas y chocolate... no podía ser verdad, no ahora, cuando los supresores habían dejado de funcionar. El pánico se apoderó de él al no tener sus supresores a mano y... sentía su cuerpo calentarse, las feromonas de algunos alfas cercanos golpeaban su rostro, era demasiado, quería vomitar, necesitaba los supresores o entraría en celo allí mismo. Esto era malo, muy malo.  

Y se encontraba solo, sin nadie cerca para pedir ayuda... ¿Qué estaría pensando Merlín? Hermione había mencionado que iría con Ron; hablaría con él para intentar hacerle ver lo absurdo de su comportamiento. Aunque no estaba del todo convencida, se esforzaba por intentar llevarse bien con Draco. Y Draco había dicho que volvería, pero... ya habían pasado 20 minutos y todavía no aparecía...


≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪


- Tranquilízate, Potter, respira con calma - Draco emitió feromonas tranquilizantes - Ya estoy aquí y traigo tus supresores, así que cálmate. - Por Salazar, me voy un instante y sucede un desastre, ¿siempre atraes los problemas o que?

Había ido a hablar con Zabini por un momento y al regresar, el área estaba perfumada con un sutil aroma a fresas. ¿Cómo se le ocurrió alejarse y dejarlo solo? El temor lo invadía; ese lugar estaba repleto de sangre puras y alfas de alto rango que, sin duda, capturarían a cualquier omega en ciclo, se abalanzarían sobre él y... no, no permitiría que eso o algo peor sucediera.

En el instante que percibió el aroma de Harry, volvió tan rápido como le fue posible. "Cielos, ¿cómo podré estar cerca de él para protegerlo dentro del castillo si ni siquiera los leones me permitirían acercarme?" se cuestionaba y...

--Por favor, quédate conmigo-, suplicó Harry nerviosamente, sintiendo su cuerpo temblar y reconociendo que solo resistía las feromonas de Draco. Habían pasado tiempo juntos en los primeros días de su manifestación; era natural que su cuerpo reconociera solo esas feromonas. -Podría caer al suelo en cualquier momento-, confesó con voz entrecortada.

¿Cómo podría negarse cuando Harry le decía algo así con ojos llenos de miedo? No se engañaba a sí mismo; nunca se negaría a nada que Harry pidiera.

-Pero, ¿y los dormitorios, las clases y todo lo demás? Los demás Gryffindors no me dejarán acercarme, aunque lo intente-. No es que les temiera, pero sería él contra una casa entera, y seguramente lo expulsarían tan pronto como pusiera un pie en la torre de Gryffindor. Se acercó para apoyar su cabeza en el hombro de Harry.

-Nuestro querido príncipe de Slytherin, ¿está asustado o me lo parece?- preguntó Harry con una sonrisa leve.

-De ninguna manera, puedes empezar a decirles a tus amigos que me verán más a menudo de lo que creen", respondió Draco con confianza. -Merlín, ya quiero ver sus caras al descubrir a una serpiente merodeando en la guarida de los leones-, tenía que admitir que la idea le provocaba una gran diversión. Ver a una serpiente y un león conviviendo tan amistosamente después de casi enfrentarse en los pasillos del castillo en años anteriores, no es algo que se vea todos los días.


≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪


MI COMPLEMENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora