MI COMPLEMENTO

CAPITULO 5

-¿Qué diablos haces aquí, Potter? ¿Acaso los leones ya no te quieren? ¿O se dieron cuenta de lo despreciable que eres y optaron por dejarte solo como tus padres? -

Todo transcurría de maravilla hasta que Pansy apareció. Solo notó cómo, con cada palabra de su amiga, el sutil aroma de Harry se tornaba amargo, y cuando él huyó, no logró retenerlo. Su reacción fue tan repentina que la mayoría empezó a culparlo a él y a sus amigos por cualquier mal que hubiese sufrido Harry... Por Salazar, ¿por qué debía suceder esto? Deseaba fervientemente que las cosas hubiesen ido bien, pero no fue así... Sentía la ira bullir en su sangre. Es cierto que en el pasado había usado ese tipo de insultos para defenderse de las provocaciones de Harry, pero ahora se sentía terrible, como si de alguna manera hubiese traicionado la confianza que Harry le había concedido o pudiera haberle concedido.

y....

-Ahora que esa persona desagradable se ha ido, ¿qué tal si me ayudas a elegir unos collares? No quisiera que alguien me marcara si no es la persona con la que quiero estar- ¿Cómo se atreve a hablar de Harry como si fuera algo insignificante y actuar como si nada después de decir todo lo que dijo? Ya lo había pensado hace mucho y ahora lo confirmaba... todo en ella era irritante.

 Agradeció el momento en que sus padres decidieron anular el compromiso acordado entre sus familias; odiaría pasar toda una vida con alguien a quien no ama. Solo podía ver su boca moverse, poco le importaba lo que dijera. Estaba absorto en salir de allí para buscar a Harry y disculparse o rogar por perdón por lo que Pansy hubiera arruinado en él. 

-Draco, ¿me estás escuchando? -La chica de cabello negro movió sus manos frente a su rostro, interrumpiendo sus pensamientos. Sonrió al captar su atención.- Te estaba diciendo que... -No pudo terminar; la sola presencia allí ya le resultaba molesta y...

-Me da igual lo que hagas o no hagas, solo déjame tranquilo... -Dijo con una voz cargada de irritación.

-Agh, ¿cuál es tu problema, Draco? No necesitas ser tan brusco... -Ella, como de costumbre, intentó que Blaise interviniera.-Blaise, ¿puedes creerlo? No puedo soportar que me hable de esa manera... haz algo -¿Cómo osaba pedirle a alguien que intercediera por él, como si fuera un animal, y hablar sobre él como si no estuviera allí mismo?

-La culpa es tuya, Pansy... Eres una persona insoportable con la que nadie querría tratar, y no, no me mires de esa forma. Ya te lo he dicho suficientes veces para que lo entiendas: Draco es libre de hacer lo que quiera y ni tú ni nadie tiene derecho a impedírselo. Ahora, si no es mucha molestia, estoy intentando comer.

Estaba seguro de que Blaise tomaría su partido; eso es lo mínimo que se espera de un mejor amigo. Y una vez más, el impulso de buscar a Harry se hizo abrumador. 

Se había decidido a marcharse, pero no sin antes decir adiós a Blaise cuando...

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Hasta ese momento, su lectura había sido muy agradable, hasta que vio a Harry salir precipitadamente del Gran Comedor. No sabía qué había provocado tal reacción, pero como su amiga, tenía que estar allí para él y, si era necesario, convencer a Ron para que lo ayudaran a buscarlo, aunque este no estuviera dispuesto.

Con delicadeza, colocó su libro sobre la mesa y se acercó a hablar con Ron, quien no había dejado de comer en ningún momento. -Ya basta, Ron, deja de actuar como un niño y vamos a buscarlo. Estoy segura de que notaste cómo se fue corriendo de aquí- observó cómo Ron rodaba los ojos indiferentemente y se disponía a hablar, con la boca aún llena de comida. Era repugnante, pero en ese instante, eso no importaba tanto.