♡ •Skins• ♡ 「One-shot's Sanscest +16」

♡•Amargo•♡

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Geno x Error
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Habían sido días tremendamente aburridos para Error. Llevaba aproximadamente una semana castigado y le habían prohibido todo aquello que le encantaba, golosinas, salidas, incluso los programas de tv. Se había quedado ya sin ideas para entretenerse.

Dentro de su habitación se encontraba acostado simplemente viendo el techo, esperaba poder dormir un rato con la única esperanza de que el tiempo corriera más rápido. 

Sin embargo, antes de poder siquiera cerrar los ojos, la puerta sonó un par de veces.

—Pase.
Dijo el adolescente.

Del otro lado entró su hermano mayor, Geno.

Su forma de caminar, incluso su gesto parecía ser de alguien tremendamente ebrio.
Pero al menos su mueca risueña evidenciaba que no pasaría nada malo.

—Error, tienes tiempo sin salir de aquí que comienzas a apestar.
Dijo divertido para luego sentarse a un lado de él.

Error de mala gana lo miró y de un manera grosera le dijo que se fuera, aunque el contrario se veía recio a hacerlo.

—Bien, supongo que no querrás de estos pequeñines...

Entonces del bolsillo de su chaqueta sacó una pequeña caja de los mejores chocolates que había probado el menor.

Su rostro parecía que se iluminaba ante la sola presencia de aquellos caramelos. Ansiaba comer aunque fuera solo uno.

—Bien, bien. Puedes quedarte.

Rodó los ojos una vez más apenas se percató del olor a alcohol que tenía el contrario.

—Parece que el que apesta es otro.

Rió para sus adentros.

—Estuve ocupado, no lo negaré.

Y por fin Error tuvo la dicha de volver a comer chocolates.

Su gozo era grande, abstenerse de comer siquiera una barra estaba lentamente acabando con él y su cordura. Quién podría imaginarse que su gusto por lo dulce iba más allá que eso.

Geno lo sabía, conocía muy bien al chico que se encontraba de frente a él. Por esa razón, una sonrisa con intenciones ocultas se posó en su rostro.

De un momento, luego se pasar minutos comiendo, decidió retirar aquellos chocolates permaneciendo solo con uno en su mano.

—¿De verdad me los quitarás ahora?
Dijo molesto el menor.

Trató un par de veces acercarse a Geno con la intención de quitarle uno más, pero era en vano, a pesar de su ebriedad, mantenía cierta fuerza.

—Bien, bien. ¿Qué quieres para darme otro, o tendré que decirle a mamá que estuviste bebiendo toda la tarde?

—Y ella se dará cuenta de que evadiste su castigo.

Nuevamente tuvo un semblante de molestia. Le parecía algo absurdo alimentarlo así para luego dejarlo con ganas de más.

—Solo uno más, y dejaré de comer.

—Con una pequeña condición...

Y el chocolate que tenía en la mano pasó a estar entre sus propios dientes. Geno invitaba al menor a quitárselo directamente de la boca, aunque por como sostuvo sus manos, sería señal de que no las necesitaría para cumplir su cometido.