Noah y Morgan son un jóven matrimonio que todo lo que anhelan es tener un pequeño bebé al cual criar juntos. Aquel sueño siempre se veía frustrado ya que en ninguno de los orfanatos a los que visitaban les llamó la atención algún niño.
Los dos adult...
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¿Dónde estoy?
¿Morgan?
¿Noah?
¿Prince?
Narradora ✍️
Unos ojitos azules se abrían lenta y pesadamente, el frío intercalaba sus frágiles huesos, después de varios minutos el azabache acostumbró su vista al entorno en el que se encontraba.
No se podía ver absolutamente nada, todo era blanco y frío...intento levantarse y empezar a caminar, pero sus pequeños pies desnudos estaban encadenados a un fierro clavado en la nieve.
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Tian intentaba con todas sus fuerzas escapar de aquellas cadenas, pero era inútil, solo lograba hacerse más daño con cada movimiento brusco que hacía.
Nuevamente su pequeña mentecilla le jugaba una mala broma, no podía recordar hasta que momento estaba despierto viviendo la realidad y en que momento se había desconectado. Deseaba con todas sus fuerzas que todo lo que vivió con Prince sea real y no producto de su imaginación....deseaba que Morgan y Noah lo estén buscando para llevarlo a casa y lo colmarán de mimos.
Todos aquellos pensamientos se esfumaron cuando vió a su padre aparecer de entre todos esos frondosos árboles. Los ojitos del menor empezarón a picar por las lágrimas que en ellos se acumulaban.
—— Al fin estás consciente... —— habló el mayor con voz ronca.
El menor solo observó con miedo como se acercaba lentamente.
—— ¿Dónde están Noah y Morgan...? —— preguntó el menor con desesperación desgarrando de su garganta —— ¿Prince esta aquí? —— preguntas eran lo único que salía de la boca del ojiazúl.
El mayor lo miró confundido, dió un suspiro, rodó los ojos y de su bolsillo saco unas pastillas de color rojo, estás eran para calmar las alucinaciones de Tian. Con una de sus manos tomó fuertemente el rostro del menor y apretó con fuerza sus mejillas para hacer que abriera la boca, lo cuál funcionó, rápidamente metió la pastilla y le tapó la boca para que no pudiera escupirla.
