⭒Conejo & tigre | ૮ 𝖧𝖾𝖾𝗁𝗈𝗈𝗇 ა

ረ 𝔻𝗈𝗌 ꒰ 𝙼𝚒́𝚘 ꒱ .ᐟ

Los movimientos del rubio sobre la herida del cachorro de tigre fueron muy ligeros y delicados, intentaba no herir al bebé de ninguna manera. El pequeño tigre no quitó la vista del cuerpo del conejito en ningún momento, sus ojos redondos y negros miraban casi sin pestañear la figura del rubio cuidando su herida.

- Aplicaré un poco de ungüento, te dolerá un poco pero intenta aguantar - dijo el conejo con una sonrisita tranquilizadora.

Sunghoon tomó el ungüento y lo abrió para después tomar un poco en su mano, a continuación pasó sus dedos por la herida del tigresito. El cachorro hizo una mueca de dolor, pero no realizó ningún tipo de sonido, parecía muy dócil frente al rubio.

- Lo siento... - pronunció el conejo al ver la mueca del bebé. Siguió aplicando el ungüento por toda la extensión de la herida hasta que esta estuvo llena del líquido verdoso.

Un pequeño gruñido brotó de los labios del cachorro de tigre, por el tono manso con el que lo emitió parecía estar tranquilizando al conejito.

Sunghoon emitió una encantadora risita, ese sonido le había parecido muy lindo. El chico rubio tomó las vendas de su caja metálica e igualmente cubrió la herida del cachorro con ellas.

Muy pronto la herida del tigre ya está fuertemente vendadas.

- Debería curarse en un par de semanas, ya que no es una herida tan profunda - las palabras del rubio fueron muy suaves.

El tigre emitió un sonido bajito, como afirmando lo dicho por el conejito.

Con una sonrisa en el rostro Sunghoon se dispuso a guardar todo lo utilizado en la caja metálica, al hacerlo la volvió a colocar en el armario.

- Haré algo de comer, debes tener mucha hambre - el conejo estaba preocupado por eso, no sabía desde hace cuanto el cachorro había estado solo a la intemperie y en ese estado, sin embargo, por su apariencia no debía haber estado tanto tiempo sin comer.

El cachorro intentó levantarse al ver que el rubio planeaba irse, sin embargo, gracias a su herida no pudo moverse demasiado. Sunghoon notó esto y emitió una risita, miró al bebé con indulgencia y lo tomó en sus brazos para después ir a la cocina.

El cachorro siempre miró la linda carita del rubio, sus ojitos no dejaban esa piel blanca de porcelana, sus ojos negros llenos de brillo al igual que sus labios rosados con un leve y encantador arco.

Sunghoon dejó al cachorro encima de una silla de madera mientras él cocinaba el almuerzo, aunque ya era bastante tarde.

El rubio tomó algunas verduras y un poco de arroz que guardaba, en su casa no había ni una onza de carne de ningún tipo.

En aproximadamente cuarenta minutos la comida ya estaba lista, era sopa de arroz con verduras, el conejo le había echado un poco de azúcar por lo que sabía algo dulce.

Heeseung hizo una mueca de disgusto para sus adentros, él definitivamente no comería eso, quería comer carne.

- Esto es bueno para tu recuperación, a tu tazón le eché un poco de medicina, eso evitará que tu herida duela - dijo el rubio mientras extendía el cuenco de madera hacia el tigre.

Sunghoon se sentó al lado del cachorro, tomó al mismo y lo colocó en la mesa, bastante cerca de su propio tazón.

- Deberías poder levantarte y comer un poco, si no puedes yo te ayudo - el cachorro hizo mucho esfuerzo para levantarse, cayó un par de veces pero logró hacerlo.

- Bien hecho - elogió el conejito.

El cachorro de tigre lo miró con enojo, no quería comer solo caldo de arroz, quería carne.

Sunghoon notó el disgusto del cachorro y enseguida supo de qué se trataba.

- Seguro que quieres comer carne, ese es el alimento primario de tu raza, sin embargo yo no como carne, lo siento cachorrito - un lindo sonrojo cubrió las mejillas del rubio.

Heeseung quedó embelesado con la vista, el conejito era muy bonito.

Después de esas palabras Sunghoon notó como el tigre ya no estaba molesto, de hecho, parecía más feliz.

Ambos comenzaron a comer en silencio, sin embargo, el ambiente era de pura armonía.

En poco tiempo ambos terminaron su comida, cuando lo hicieron ya el cielo estaba oscuro y algunos grillos podían escucharse a lo lejos.

Sunghoon estaba muy cansado por lo que tomó un baño rápido junto al cachorro de tigre, el cual por alguna razón lo miró fijamente durante todo el proceso

Después del baño lo único que cubría el delgado cuerpo del conejito era una túnica interior de color blanco, el tigre lo miró con descaro mientras se vestía, el conejo sonrió ante la curiosidad del cachorro.

- Hora de dormir - el rubio tomó al tigresito y lo acostó junto a él en la cama, Sunghoon se acostó bajo las sábanas y en poco tiempo se quedó dormido.

Heeseung miró por mucho rato al conejito mientras este dormía, se acercó con pasos tambaleantes hacia su blanco cuello y lamió, el cuerpo del rubio se estremeció por lo frío de la lengua.

El tigre lamió un par de veces más y en ese proceso de repente su cuerpo cambió de forma.

Cabello de color negro cubría su cabeza, su piel era blanca, sus ojos eran grandes y de color marrón, sus labios eran delgados y resaltaban sus duras facciones, tenía músculos y era alto; pero el mayor detalle era en definitiva su desnudez.

Ni una sola pieza de ropa cubría al hermoso hombre que había aparecido en lugar del cachorro de tigre.

El hombre estaba igualmente acostado al lado del conejito, el mismo no parecía haberse dado cuenta del cambio y dormía plácidamente.

- Mío - los brazos de Heeseung cubrieron por completo el pequeño cuerpo del rubio, parecía estar protegiendo un tesoro, su lengua lamía de vez en cuando la gordita mejilla del conejito mientras este dormía y el cuerpo de Sunghoon siempre se estremecía cuando esto pasaba.

En su mar de inconsciencia Sunghoon detectó algo caliente que parecía estar abrazándole, la noche estaba muy fría y lo que sea que lo estaba abrazando parecía una estufa, lo hacía sentir cómodo.

El conejito abrazó el cuerpo del tigre con fuerza y con una sonrisa en su carita.

Ambos se abrazaron toda la noche.