！Donde Sunghoon es un
híbrido de conejo que al ir a
recoger frutas para almorzar,
encuentra a un pequeño bebé
tigre y termina llevándolo a casa.
Lo que no esperaba era que este
pequeño en realidad ya fuera un
adulto y quisiera tenerlo como
compañero...
Monedas de Oro: cada moneda de oro es equivalente a ochenta monedas de plata.
Monedas de Plata: cada moneda de plata es equivalente a sesenta monedas de bronce.
Monedas de Bronce: cada moneda de bronce es equivalente a cien monedas de aluminio.
Monedas de Aluminio: moneda invalida, fue eliminada del mercado y es comunmente utilizada por las personas en situación de pobreza extrema.
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En cuanto ingresaron al pueblo todas las miradas se encontraban sobre ellos dos, los transeúntes miraban al par de chicos con curiosidad y al conejito incluso con desprecio muy poco disimulado.
El rubiecito tembló, pero pronto sintió unos brazos alrededor de su cintura, miró hacia el tigre el rubio le entregaba una sonrisa tranquilizadora que hizo latir el corazón del conejito.
Sunghoon siguió sintiéndose incómodo con las miradas de las personas del pueblo sobre él pero tener a Heeseung a su lado lo aliviaba un poco.
El pelinegro tenía curiosidad acerca del porqué las personas miraban a su pequeño de esa manera pero resistió el preguntar, probablemente tenía algo que ver con el conflicto entre el rubio y su imbécil padre, si es que a ese hombre se le puede llamar padre.
La pareja caminó hacia el mercado principal mientras observaban las pequeñas tiendas con las que se cruzaban ocasionalmente, sin embargo no entraron a estas tiendas y siguieron de largo hacia el mercado.
Al llegar al mismo el tigre se aturdió ligeramente por el ruido del lugar, varias personas hablaban al mismo tiempo mientras regateaban, pedían precios y compraban, también había mucha gente apiñada junta en todo el mercado, el cual era grande.
Heeseung frunció el ceño mientras sus orejas caían para intentar amortiguar el constante ruido. El conejito notó el malestar del tigre y sonrió avergonzado, al comienzo el ruido sí que le molestaba pero había aprendido a acostumbrarse.
- Lo siento, intentaré comprar rápido para irnos a casa - dijo el rubiecito, el de pelo negro negó con la cabeza mientras acariciaba las largas orejas del pequeño, Sunghoon se estremeció.
- Está bien, tarda lo que necesites, no es tan molesto - aseguró el tigre, Sunghoon dudó pero al final asintió y ambos comenzaron a explorar el mercado.
Los ojos de la pareja recorrieron los diversos puestos en el extenso mercado, había puestos de comida, ropa, telas, frutas y verduras, algunos de pescado, había muchas cosas.
Sunghoon se detuvo a un puesto de carne relativamente vacío, no es porque nadie quisiera comprar, era porque los precios de la carne en general era bastante cara. Muy poca gente en un pueblo como este compra carne, ya que esta era costosa.
