♥︎┆𝑄𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑆𝑒𝑟 𝑇𝑢𝑦𝑜┆♡『𝑍𝑜𝑆𝑎𝑛』

ʚ1ɞ:┆𝑆𝑎𝑛𝑗𝑖┆

Sanji:
Pasado..

desde niño a vivido cosas terribles, ¿te imaginas ver cómo matan a tu madre? ¿No, cierto? Pues el pequeño Sanji de tan sólo 7 años lo vio.

Vio como mataban a su madre, porque esta quería proteger a su pequeño de su propio padre.

Sus hermanos, le dijeron que su padre había matado a su madre por culpa de el, porque si el no hubiese existido esto nunca jamás hubiese pasado.

El pequeño pensó que toda la culpa la tenía el, por querer ser un cocinero, por no ser tan fuerte como sus hermanos, su madre la mataron porque esta lo apoyaba.

Desde ese día, se sintió tan sólo, su padre lo había encerrado en el sótano de aquella casa, pasaba frío, pasaba por muchas cosas, pero gracias a que su hermana mayor, reijiu, le traía comida a escondida de su padre y hermanos, este por suerte no pasaba tanta hambre, pero su hermana solo le podía traer manzanas.

Extrañaba a su bella madre, recordaba que esta estaba embarazada de una pequeña niña, pero aún así, su padre no tuvo compasión ni por ella, y la mato aún teniendo a su pequeña hija dentro de ella.

La niña se iba a llamar shouko, pero lamentablemente no se pudo..

Un día, estaba en el rincón de aquel sótano, estaba viendo la foto de aquella mujer tan bella como el cielo, su madre, como siempre se encontraba solo, hasta que sintió como abrieron la puerta, miro a ver quién era, y vio a su padre, serio como siempre.

Este se acercó a el, y sin delicadeza ni nada, le agarro del cabello al niño, lo estaba arrastrando por toda la casa, vio como sus hermanos se estaban riendo de el, y su hermana reijiu estaba en shock, y llorando.

Su padre, abrió la puerta de la casa, y sin más lo tiro a la calle.

-Jamás vuelvas aquí, tu no eres mi hijo, ojalá te pudras en la calle, maldito error.

Dijo con esa mirada su "padre", aquella mirada no tenía ni sentimientos en ella.

Sanji, estaba llorando, pero tan sólo se le salían las lágrimas, no hacia ni un ruido, ni siquiera respiraba.

Vio como reijiu desde la casa quería ir con el, pero sus hermanos se lo impidieron, esta estaba llorando a mares, y el hombre cerro la puerta.

Sanji miro al suelo, aun lloraba, pero seguía sin respirar ni nada.

Por suerte, había agarrado la foto de su madre, miro la foto, y sonrió, aunque lo habían echado de su casa, estaba en paz, estaba tranquilo, sintió un alivio gigante.

Ya no vería a su amada hermana, pero estaba tranquilo, porque sabía que a ella si la querían y la cuidaran muy bien.

Sonrió, se levantó del suelo, y como pudo, caminó, sus piernas estaban débiles, pero eso no importaba.

Toda la gente lo veían cuando el pasaba, pero era de esperarse, ya que el pequeño estaba tan flaco, que hasta los huesos se le notaban, pero aún así, sonreía.

Sanji tenía hambre, así que se dirigió a un restaurante que el y su madre acostumbraban a ir, todos los empleados lo conocían, entonces iria al lugar.