|| Sim, Do#m, Sol ||

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Perdón, Perdí El Control
Lo Siento, Fue El Alcohol



José ya te había hablado de Zayra, la conociste desde que él la añadió a la Doble V, mucho tiempo antes del accidente.

Y ella era... Linda. Muy linda contigo, era una buena amiga. Un poco más alta que tú y bastante apegada a ti en poco tiempo.

Incluso tenían un chiste personal, después de algunos conciertos, cuando Pepe le daba esos... Abrazos a Zayra, en realidad no te molestaba del todo. Sucedía apenas muy poco, y además Pepe ya te había pedido permiso para hacerlo y evitar enojos una vez que empezaron a salir, entonces cuando preguntaban:

- Oye ____, ¿no te dan celos de Zayra cuando este wey la abraza así?

- Le tengo envidia a Pepe, ¿Quién no quisiera pegarsele a Zayra? - La mirabas con una sonrisa y ella te abrazaba por los hombros.

A José no te parecía taaaan gracioso.

- ¿Cómo estás, ____? Estás muy bonita.

- Zayra... Yo ando bien, ¿cómo estás tú? - Te abrazo con fuerza y dio una palmada cariñosa en la espalda.

- Me alegra que ya estés bien, ya me tenías preocupada.

- A todos, Zayra, a todos. - Intervino José.

Ella te acaricio el cabello y te miró con una sonrisa, pero con tristeza. Era la única que parecía entender un poco a José: te olvidaste de su historia juntas.

- Gracias, Zayra. - Trataste de ser lo más cortes y amable con ella, no querías hacerla sentir mal.

Te abrazo un poco más, poniendo un poco más de fuerza antes de apartarse y darte tu espacio, sabiendo que necesitabas tiempo.

Con el resto de la banda también tuviste que empezar de nuevo, eran buenas personas para ti. No fue tan difícil como llegaste a creer que sería, terminaste divirtiéndote con ellos, recreando tu amistad con esa chica y conviviendo con los demás.

Pepe estaba sentado junto a Germán, observandote de lejos. Soltó un suave suspiro y dio un trago a su cerveza.

- ¿Estás bien...? Digo, esta última semana debió ser... Difícil. - José se tomó unos segundos para poder responderle.

- Honestamente no sé, Germán. No quiero presionarla, no quiero forzar nada, pero la extraño. - Desvío la mirada cuando tú volteaste a verlo a él. - Fue... Mi culpa.

- No digas eso...

- Germán, no debí conducir después de tomar alcohol. Fui un pendejo.

- José... No fué tu culpa, ibas al volante con precaución, el otro tipo fue quien provoco todo. - Se generó un nudo en la garganta de Pepe, pero hizo todo lo posible por ocultarlo, con todas sus fuerzas.

- Germán, íbamos peleando. Me hubiera calmado, y ahora ella estaría... - Deseaba poder borrar lo que había pasado, lo que sentía que él había provocado.

- No quiere regresarse a la Ciudad, ya es algo... ¿No crees?

- Quén sabe. No me quiero imaginar ni ilusionar con nada. - Dio un largo trago a su bebida.

- ¿Qué te dijo el doctor?

- Que no es seguro que recuerde todo, pero tampoco que nunca vaya a recordar. Chance y tarda mucho pero si se acuerda.

El Cielo Fue Conocerte - José Madero Vizcaíno Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora