Una joven caminaba por las frías calles de New York, llevaba las manos en el bolsillo de su suéter. Mientras se maldijo a si misma por no haberse abrigado mas antes de salir a la calle. Pero no pudo evitar salir emocionada de su departamento, emoción la cual aumento después de haber recibido la noticia: oficialmente podía volver a su trabajo
Llevaba meses sin poder disfrutar de lo que realmente amaba, bailar.
Cuando bailaba era como si el cuerpo de la chica se transformara en un lienzo que a medida que se movía se llenaba de color, dando un mensaje sin la necesidad de palabras, y pasar tanto tiempo sin ello era todo un martirio para ella.
Salió de sus pensamientos y se concentro en llegar a tiempo al trabajo provisional que había conseguido en una cafetería para costear las cuenta del departamento y las consultas, pues había perdido su trabajo debido a una lesión, más el hecho de que no contaba con seguro medico, es difícil poder tener un buen seguro cuando eres artista.
Al llegar no vio a tantas personas como se acostumbra a ver entre semana con apenas un par de mezas ocupadas. Era domingo y la mayoría solo prefiere dormir hasta tarde como para venir a desayunar a una cafetería.
Tras la barra pudo observar a la linda pelirroja que tenía como compañera.
- Buenos días May ¿como te fue con el cierre de anoche? - pregunta al llegar al lado de su compañera.
-Pff... Ni te imaginas - dice con molestia - un tipo ebrio se negaba a dejar el lugar sin que le diera mi número o le aceptará una cita.
- ¿Y como hicieron para sacarlo de aquí?
- Le di un número falso - mencionó con simpleza mientras hacia un gesto despreocupado con su mano.
La más alta levanto las cejas con una sonrisa burlona en su rostro.
- Bien - le dio unas leves palmadas en su hombro - ¿Pero que harás si el regresa reclamando por el número?
- Me haré la loca, además con lo borracho que iba no me sorprende si termino perdiendo el número.
- Touche - concordó al chasquear los dedos - ¿Me das cinco? En lo que hago una llamada
- Claro, pero no tardes, que te toca atender después de abandonarme anoche.
- Gracias - se aleja mientras le lanza un beso.
Rápidamente toma su teléfono y le marca a Edgar, el estaba dentro del mundo de los espectáculos, tiene muy buenos contactos además de ser el mejor amigo de Kristen durante su infancia.
- ¿Bueno? - se escucha su voz cansada.
- Buenos días, Edgar ¿Cómo estás? - pregunta animada dedicándole una gran sonrisa, que a pesar de no poder verla su amigo podía imaginar con solo oír su voz.
- Sobreviviendo a la cruda - se escuchan ruidos de fondo a través de su teléfono cuando el chico busca una mejor postura sobre su cama - ¿A qué se debe tu llamada tan temprano?
- Tengo una excelente noticia.
- Te escucho - dijo en un bostezo .
- Ya puedo volver a bailar.
De pronto se escuchó mucho ruido de fondo y un quejido de su parte.
- ¿D - de verdad? - pregunta asombrado - ¿Estás de vuelta?
- Estoy de vuelta bebé - dice aún con su gran sonrisa.
- Veré que consigo para ti, me alegra que hayas vuelto y en la mejor temporada - Edgar la consideraba como su hermana menor siempre le ha ayudado a encontrar trabajo, por lo que la joven estará agradecida con el por el resto de sus días - varios artistas empiezan a organizar sus giras. Por fin podrás dejar ese trabajo y regresar a tu verdadera pasión.

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Bad Blood - Taylor Swift
RomanceDespués de una terrible lesión Kristen decide retomar su carrera como bailarina profesional. De forma inesperada su buen amigo Edgar le consigue una audición para formar parte del grupo de bailarines de una artista reconocida internacionalmente, sin...