Es solo una historia más, una con una pequeña mentira nunca antes dicha y con una llegada inesperada que provocaría.. un gran lío en los corazones de las Nakano.
El último evento del instituto, la ceremonia de graduación, comenzó con una atmósfera cargada de emociones. Los profesores llamaron a los alumnos destacados uno por uno para recibir sus diplomas y dar unas palabras de despedida.
Primero, Takeda subió al escenario. Con una voz segura, agradeció a sus compañeros y profesores por el apoyo durante los años escolares. Luego fue el turno de Maeda, quien conmovió a todos con sus recuerdos y agradecimientos sinceros. Posteriormente las Nakano harían su aparición en donde el chico notó su estilo de cabello el cual le traería un recuerdo cuando las intentó diferenciar, así ellas al igual que Fuutarou y Takebayashi fueron llamados a lo cual cada uno daría sus propias palabras.
Ichika fue la primera de las quintillizas en subir al escenario. Con una sonrisa radiante y segura, agradeció a sus hermanas y a Fuutarou por ser su pilar de apoyo.
—Gracias, Fuutarou-kun, por siempre estar ahí para nosotras, para mi, y encima desde hace varios años atrás. Has sido más que un tutor; has sido un amigo y nosotros como hermanos mayores, sabemos las responsabilidades que tendremos ahora en adelante y te agradezco por todo lo que me enseñaste cuando no tenía nada que ver con los estudios, no sé qué hubiera hecho sin ti.
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Nino fue la siguiente. Con una mezcla de emoción y firmeza, agradeció a todos, pero se dirigió especialmente a Fuutarou.
—Fuu..tarou, gracias por nunca seguir con nosotras y darnos a todas una segunda oportunidad, especialmente a mi, admito que fui la peor de las cinco, no hace falta que una chica como yo lo diga pero.. eres increíble y siempre estaré agradecida.
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