Marcándote.

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- No, espera... espera un momento. – susurró jadeando al sentir como el menor recorría con sus manos alrededor de su cintura, masajeando cada pequeña estructura de su piel, pellizcando y dibujando figuritas sobre su blanquecina espalda.


- Ya te he esperado más que suficiente. – recargó su cuerpo contra la pared aprisionando el de su acompañante y haciendo que sus miembros rozaran sobre la tela, sintiendo el calor que ambos propinaban.


- Pero a-aún están los demás... ahh... – el roce de ambos cuerpos lo hacía gemir en demasía. A pesar de que se negaba a seguir con aquel acto, su cuerpo reaccionaba de manera distinta.


- No se darán cuenta, mejor ya cierra la boca... - Finalizó mientras con una de sus manos abría la boca de su amante para luego introducir se lengua en esta, invadiéndola y tocando cada rincón de su - ahora ardiente-interior, soltando gemidos que morían ahogados en ese beso tan demandante.


Así se encontraban Kyuhyun y Sungmin en el baño de su habitación, tocándose en un país alejado de su hogar, sintiendo la adrenalina de que pueden ser libres en aquel lugar y aprovechando el corto tiempo que su agenda les daba.


- K-Kyu... - gemía el pequeño castaño, haciendo su cabeza hacia atrás para que el menor jugueteara con su cuello, moviendo su lengua desenfrenadamente.


- Te gusta, ¿no? Te encanta sentirme... - movía su cadera hacia arriba para lograr mayor cercanía con el miembro del más bajo, obligándolo a gemir cada vez más fuerte y deleitándose con el rostro del mayor completamente deformado debido a la excitación y con los sonidos que salían de su boca.


- N-no digas esas cosas... - golpeaba débilmente su espalda mientras cerraba fuertemente sus ojos, avergonzándose por aquellas palabras que en realidad eran completamente ciertas y más ahora que estaban en un país extraño, próximos marcar ese baño como suyo.


- ¿Decir qué? ¿Qué me deseas? – susurró en el momento que apretó fuertemente su trasero, haciendo que el pequeño suspirara de placer. - ¿Qué me quieres ya aquí? – jugueteó sobre la tela con la pequeña entrada del mayor, mordiendo al mismo tiempo su lóbulo. – No tardaré, pero déjame jugar contigo un poco más...


Sungmin se retorcía a pesar de solo los roces que Kyuhyun le brindaba, pero es que el menor lo hacía sentir en los mil cielos y si era posible, hasta más allá.


Sintió como el maknae levantaba rápidamente su camiseta y la arrojaba lejos de ambos, abrió débilmente sus ojos y vio como este se acercaba peligrosamente a sus rosados pezones, lamiendo y mordiendo uno de ellos mientras que con una de sus manos, apretaba y jalaba el que sobraba.


- Kyuhyunnie... bebé... - gimió. Sus palabras se ahogaban entre tanto placer, porque es que esos dos pequeños botones rosas eran lo que activaba su necesidad de sentirlo tan cerca, de que lo hiciera suyo en ese momento. – D-duele... - llevó una de sus manos hasta donde estaba su ya hinchado y necesitado miembro, tratando de acariciarlo y así liberarse un poco, pero el menor no se lo permitió. Apartó su mano y llevó la de él hacia donde este le indicaba. - ¿Q-qué...?


- Yo me encargo... - bajó su rostro hasta la cremallera y con sus dientes comenzó a bajar y desabotonar su pantalón, bajándolo rápidamente, dejándolo solo en bóxer. – Esta es una vista maravillosa... - comentó mientras relamía sus labios y sonreía socarronamente.


Llevó sus manos y retiró su prenda de un solo jalón.


- Bebé, p-por favor... - casi suplicaba el mayor, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas debido a la necesidad y el dolor que sentía. Necesitaba ser estimulado ya o se volvería completamente loco.


- Impaciente... - sonrió y abrió su boca, enterrando el miembro de su hyung completamente en ella, haciendo que el mayor gimiera de placer, casi cayendo al suelo.


- Kyu... Kyu... ahh... - sus piernas flaqueaban y ya no aguantaban tanto placer que su pequeño cuerpecito emanaba. Posó sus dos manos sobre la cabeza del maknae, moviéndola rápidamente para mayor estimulación. – M-más rápido... Kyuhyunnie...


Kyuhyun solo sonrió mientras movía aún más rápido su cabeza, mordiendo y lamiendo cada extensión del miembro de su amante. Llevó sus manos hacia sus testículos y comenzó a juguetear con ellos, bajando luego con su lengua, lamiéndolo como si de una paleta se tratase, mordiendo la punta y saboreando el líquido pre-seminal que ya le advertía lo cerca que estaba.


- Creo.. Que estar de esta forma, en un baño, con los chicos afuera y en otro país te excita más de lo normal. – mordía la punta una y otra vez, degustando con su mirada los ojos llorosos del rosado, quien desesperadamente se agarraba del pestillo de la puerta para mantener el equilibrio que poco a poco perdía.


- No... no es verdad.. – llevó una de sus manos hasta su boca, mordiéndola levemente para evitar que más gemidos sonoros invadieran la habitación.


- ¿No? –preguntó con una tonada sarcástica, engullendo nuevamente su miembro completo, obligando a Sungmin caer sentado y con las piernas abiertas sobre el piso. – Tus reacciones son otras.. – sube su rostro, dejando mordidas alrededor de su cuello, llevando uno de sus traviesos dedos a la punta, introduciéndolo lentamente.


- Kyu.. no, no juegues con eso.. – trataba con la poca fuerza que tenía, alejar el cuerpo del menor que ya yacía sobre él. – Por favor.. – las pocas palabras que quería expulsar eran acalladas por la lengua caliente de Kyuhyun que jugaba con la suya, evitando que pensara en parar, al contrario, quería que siguiera, pero admitirlo era caer bajo.


- Sungmin, ¿te encuentras bien? Llevas rato encerrado en el baño...


Sus ojos se abrieron lo más que pudieron, parando todo movimiento de su cuerpo, tensándose solo un segundo.


- Oh, creo que nos atraparán. –sonrío burlón, bajando nuevamente sus labios hasta su miembro, comenzando de nueva cuenta los movimientos en él.


- E-estoy... estoy bien, Leeteuk hyung.. –trataba de regular su voz mientras mordía su lengua, evitando que algún gemido bandido escapara de sus labios en lo que hablaba con el mayor.


- De acuerdo.. –su tono de voz fue algo incrédulo, y es porque él sabía que algo no andaba bien, no por nada era el mayor y nada idiota; conocía perfectamente lo que de sus miembros se tratasen. - ¿Has visto a Kyuhyun? En un rato es la prueba de sonido y debemos alistarnos...


- Lo había olvidado por un segundo. –susurró el castaño sobre su pene, restándole importancia a lo que su líder le decía.


Sungmin lo fulminó con la mirada, o al menos trató de hacerlo, tomando aire nuevamente para poder contestar lo más serenamente posible a su hyung. –No, hyung, no lo he visto, seguramente debió haber ido a recorrer el hotel... -suspiró aliviado por su tono de voz, que ahora sonó mucho más convincente.


- Si lo llegas a ver antes, le dices que baje a la van apenas esté listo. –golpeó leve la puerta y sus pasos le aseguraron a ambos que se había alejado por fin.


- ¡Sí! – más que una contestación fue su grito de placer al sentir el dedo de su donsaeng presionar levemente sobre la punta de su ya bastante duro pene. Maldiciendo en susurros rogaba que el mayor no se haya percatado de su deseo, de su obvia ola de excitación recorrerlo por todos lados no dándole la oportunidad ni de responder coherentemente.


Leeteuk simplemente decidió dejarlo ahí, no quería ni preguntar porque sabría que la respuesta posiblemente no le agradaría.


Se alejó de la puerta y mentalmente se repetía ir con Kangin a buscarlo aunque algo en su cabeza seguía insistiendo que lo que había dicho Sungmin no era cierto. Algo pasaba..


- Maldita sea, Kyuhyun.. – trató de sonar lo más seriamente posible, casi eran atrapados y el maknae seguía chupando de él como si de algún dulce dejado de fabricar se tratase. Aunque la sensación le decía que mandara todo enfado al diablo y le rogara que lo penetrara de una maldita vez.


- Cállate y gime para mí, hyung.. –adentró por completo su dedo juguetón y observo con satisfacción como Sungmin se arqueaba contra la puerta excesivamente, dándole una vista de lo más deliciosa.



Diablos, era demasiado erótico...



Sungmin trataba con la poca cordura que le quedaba permanecer en silencio y disfrutar de las olas de placer de su cuerpo, sin tener que gritar y que los demás lo escucharan. Eso sería demasiado vergonzoso... aunque nada de eso importaba ahora, solo quería sentir el palpitante miembro de Kyuhyun romperle por dentro.



Oh sí.. .



- Joder, Kyu... M-métela ya, Dios... – Observó con sus ojos entrecerrados como el menor se incorporaba y retiraba todas sus ropas, tomándose el tiempo de dejarlas a un lado mientras que introducía dos dedos más en su entrada haciendo que Sungmin gritara más alto esta vez, sin poder contener sus gemidos. – D-deja de... mierda...


- Eres un conejo jodidamente erótico.. –Rió para sus adentros, retirando sus dedos de él y ahora dirigir la punta de su palpitante pene ,ansioso como si fuera un ser con vida propia deseando entrar en su hogar. Y es que ese era su preciado hogar.


Entraría las veces que él quisiera y se vean necesarias.. era solo suyo.


- ¡Deja la lentitud de una puta vez! – Y seguidamente se vio, incrustándose él mismo contra el hinchado y ardiente miembro de Kyuhyun .Al sentir su violento movimiento no dudó en soltar un alarido de placer y satisfacción. Sungmin estaba retorciéndose de la llenura que lo satisfacía. – M-muévete ya..


Kyuhyun esta vez no se iba hacer de rogar porque lo necesitaba, necesitaba sentir tu ardiente interior aprisionar contra su pene, sentir el cuerpo de su hyung tensarse y sobre todo, oír las suplicar de Sungmin por más y claro que le daría más. Mucho más...


Se sujetó fuertemente de sus caderas y lo elevó para sentarlo sobre el retrete del baño sin retirarse de él en lo absoluto, tomando sus piernas y poniéndolas sobre sus hombros para darle paso a más penetraciones precisas, alcanzando su profundidad lo mejor que se dejaba.


Los jadeos y la respiración entrecortada de Sungmin era la música favorita de Kyuhyun y es que él daría hasta lo imposible para que le cantara de esa forma todos los días debajo de él ,mientras hacía su rostro lo más delicioso del momento.


- H-hyung.. m-muévete.. muévete, joder.. – y es que quería sentirlo, quería que el mayor arremetiera contra él y ser consiente que ambos lo querías. Ambos lo necesitaban.


Sungmin aferró sus manos a su cuello y como pudo comenzó a mover sus caderas circularmente, retirándose la invasión del pene del menor, golpearse la entrada levemente y volver a auto-penetrarse con fuerza, soltando ahora sin preocupación sus largos gemidos.


Sungmin estaba seguro de que se iba a derretir en ese instante debido al golpe rudo del pene de Kyuhyun sobre su próstata golpeándolo una y muchas veces más. Era malditamente delicioso.


- Min... me vendré... mierda. me vendré ...Hyung –sonreía como si estuviera a punto de ganar algún premio, como si correrse dentro de su amante fuera mejor que alguna paga de quincena. Estaba convencido de que era mejor que cualquier cosa.


- S-sí, lléname.. Lléname por completo.. – Sungmin llevó ahora por fin su mano a su erecto pene y comenzó a masajearlo al ritmo rudo de las embestidas de Kyuhyun, sintiendo como su vientre se contraría al sentir su próximo orgasmo.


El menor penetró ferozmente contra el bajito liberándose en su interior al mismo tiempo que un gemido gutural salía de su seca garganta, y Sungmin no quedó del todo atrás. Unos movimientos de su experta mano y se vio corriéndose entre él y su amante.


Uno de los mejores orgasmos de su vida.


- Eres un desgraciado pervertido.. - reía el pequeño castaño haciendo una mueca de dolor al sentir como el menor salía de él y se sentaba en el sueño frío del baño tratando de regular su respiración.


- Y tú un conejo en celo, siempre necesitas de esto... – Dijo, agitando su miembro sonriendo- en ti, no puedes contradecirme.


- Odio cuando tienes razón, idiota... – Se inclinó y dejó un corto pero demandante beso en sus labios-


- Propongo hacer esto en cada país que lleguemos. Sería un lindo recuerdo saber que en cada baño quede algo de nosotros. – y lo decía enserio, iba a probar a su hyung en cada baño de su hotel, sea cual sea el precio.



Kyuhyun era un maldito enfermo..
... Y lo peor de todo es que él también lo deseaba.
Deseaba tanto dejar marcado cada país de Latinoamérica.

KyuminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora