Ahí estaba él, justo frente a mi, con un traje con el cual nunca me lo hubiese imaginado, pero vaya que me excitaba verle así. Su torso desnudo, una delgada corbata colgaba de su cuello y unos puños falsos de camisa en sus muñecas. Ropa interior de látex, un cinturón con una de estas cosas que los policías llevan para golpear a la gente y el último detalle, un gorro de policía en la cabeza.
-¿Qué haces vestido así Kyu?-Le pregunte algo nervioso, sintiendo como mi miembro comenzaba a despertar. Como estaba sentado sobre la cama, tome un cojín cercano e hice algo de presión en mi miembro.
-¿te gusta?-Dijo con una sonrisa perversa, acercándose provocativamente hacía mí, subiéndose sobre la cama, gateando con intensiones para nada sanas hacía mi, y yo como tonto me quedaba embelesado mirando su cuerpo, su bien ejercitado abdomen, su rostro con aquel toque de perversión... su sonrisa, su ojos mirándome con lujuria... aquella era una faceta de mi novio que no conocía y me moría por empezar a disfrutar. Tomo el cojín y lo tiro al suelo, dejando mi ya prominente bulto a su vista, sonrío y luego se montó sobre mi, haciendo que nuestros miembros chocaran, sacándome un gemido que era más de ansiedad. Beso mis labios salvajemente, metió su lengua en mi boca, recorriendo toda mi cavidad, mientras yo solo me dejaba hacer... si este era el nuevo juego del maknae yo estaría dispuesto a jugarlo. Sus manos recorrían libres mi pecho, bajando hasta el borde de mi polera, subiéndolo poco a poco, hasta que cuando nos separamos termino por sacarla. Le mire con ganas de más y el me sonrió perversamente de nuevo, vi que saco algo que llevaba puesto en su cinturón por la parte de atrás, detalle que yo había obviado, o mejor dicho no había querido notar... y no supe en que momento mis manos estaba y apresadas cada una por un par de esposas distintas, y mientras yo descubría para que eran, el maknae cerro la parte libre de cada esposa al respaldo de la cama.
-¿Qué hiciste?-Le pregunte tratando de mover mis manos pero esta vez solo tu tenías el control de aquello, y sabía que no me ibas a soltar hasta terminar de saciar tus necesidades sexuales.
-Has sido un muy mal conejo ¿sabes?-Me dijo acercándose a mi rostro, volviendo a devorar mis labios, cuantas ganas tenía de tocar aquella deseable piel, más el maknae al parecer tenía otras cosas planeadas para aquella tarde.
-Kyu... necesito ayuda...-Dije en un tono de suplica, mientras tu solo sonreíste. Aquella sonrisa me ponía los pelos de punta y es que, tratándose de ti, estoy seguro que harías cualquier cosa con tal de oírme gemir tu nombre por más tiempo. Se acerco hasta su cajón y busco algo allí, saco una botellita de... ¿caramelo?
-Espera Kyu... ¿Qué tienes pensado?-Le pregunte algo nervioso, el no dijo nada más y se volvió a montar sobre mis caderas. Saco algo más de su cinturón, algo como una... ¿banda?
-Ni lo piense Cho Kyuhyun... no lo hagas... -Le reclame mientras trataba de evitar que pusiera aquello en mi cabeza, tapándome la vista, cosa que ustedes sabrán por que no conseguí.
-Kyuhyun... -Te reclame haciéndote un tierno pucherito, y por respuesta solo recibí un apasionado beso, que se me fue imposible no corresponder. Se separo de mi y con un sentimiento entre ansiedad y excitación comencé a sentir sus labios bajar por mi cuello hasta que llegaste hasta mi oído para susurrarme algo.
-Te voy a hacer gritar mi nombre hasta que te quedes afónico...-Dijo en un tono de amenaza, para luego lamer sensualmente aquella parte de mi cuerpo, sacándome los primeros gemidos algo tímidos. Espere lo que seguía, pero lo único que sentí, fue un líquido algo viscoso comenzar a recorrer mi piel, guiado por Kyuhyun, dejando un caminito desde mis labios, donde pude probar aquella dulce sustancia , y que termino recorriendo todo mi torso, pues, todavía tenía mis pantalones y demás puestos.
Sentí tus labios devorar los míos, lamiendo excitantemente el jarabe de caramelo que había vertido allí. Sus besos y lamidas comenzaban a bajar por mi cuello, limpiando suavemente mi piel de aquella sustancia. Mi gemidos poco a poco comenzaban a hacer presencia en la habitación, mientras tu seguías bajando hasta mis pezones, lamiendo insistentemente aquella zona, haciendo que pequeños escalofríos recorrieran mis palmas de las manos y planas de los pies. Terminando con uno seguiste con el otro, mientras tus manos recorrían mi espaldas, hasta colarse bajo mi pantalón, acariciando mi nalgas, enterrando sus uñas algo fuertes, para luego rasguñar allí, caricia que termino por hacer que me corriera dentro de mis pantalones con un gritito de entre algo de dolor y excitación.
-conejito, tan rápido te viniste...-Me dijo sonriendo pervertido. Volviste a besar mis labios y los tuyos sabían fuertemente a caramelo, y aquel fue un beso literalmente dulce.
-Cállate tonto...-Le dije tratando de moverme de aquella algo incomoda posición en la que me encontraba. El volvió a besarme sintiendo como la mano que recién estaba posada sobre mi mejilla bajaba lentamente por mi pecho, hasta llegar al borde de mi pantalón, introduciendo su mano bajo mi ropa interior, comenzando a acariciar mi miembro, que estaba mojado con algo de semen.
-Espera Kyu...-Le dije moviendo algo mis caderas, para que dejara de tocarme. Sentí que saco su mano de allí, sin poder evitar suspirar, solo que no me esperaba que mis pantalones fueran bajados junto con mi ropa interior de un tirón siendo luego tirados en algún lugar de la cama o en el suelo, no lo sé... yo seguía sin poder ver.
-Kyu... -Susurre antes de sentir como aquello que vertió sobre mi cuerpo comenzaba a ser depositado en una abundante cantidad sobre mi miembro.
-¡Estas loco!-Te grite para sentir como comenzabas a pasar tu lengua por toda mi extensión, haciendo como auto reflejo morder mi labio inferior, ahogando los gemidos en mi boca, mientras cada lamida que dabas hacía que unos escalofríos recorrieran mi columna vertebral.
-Aah... kyu...-Gemí inevitablemente cuando sentí como tu boca aprisionaba mi miembro, succionándolo un poco, acariciándolo con la lengua. Sus manos apoyadas en mis caderas mientras comenzaba a simular cortas embestidas, rozando con sus dientes mi miembro, haciendo gemir su nombre otra vez.
-Aah... no aguanto Kyu...-Le dije sintiendo como me venía nuevamente esta vez en su boca. Mi respiración estaba realmente agitada, sus labios volvían a atrapar mis labios, y todavía prevalecía aquel dulce sabor a caramelo.
-Eres un conejo esquicito...-Dijo entre besos, que yo correspondí a medias, separándome de el un poco para respirar.
-Kyuhyun... ya hazlo...-Le pedí entre besos, sentí como su mano bajaba hasta mi trasero, me sento sobre sus caderas, acomodando su miembro en mi entrada, cuando entro en mí, algo lento para no lastimarme tanto.
-Aah.. estas muy estrecho Min...-Me dijo entre gemidos , cuando sentí que comenzaba a moverse en mi interior, comenzando a embestirme lentamente, para poco a poco aumentar el ritmo. Mientras yo entre gemidos le pedía más, ignorando aquel fuerte dolor en mi entrada por su penetración sin preparación previa, el placer y el dolor me segaban, ese tonto de Kyuhyun si que sabía hacerme gozar.
-Kyu... ah... te amo...-Le dije cuando sentí tus labios sobre los míos, en un apasionado beso, en el que ambos ahogamos esos últimos roncos gemidos, que soltamos cuando casi al mismo tiempo tu te corriste en mi interior y yo entre nuestros vientres...
Yo seguía con mis brazos "atados" al respaldo de la cama, tu saliste de mí y te tiraste a un lado de la cama, mientras ambos tratábamos de conseguir que nuestras respiración y en mi caso, los latidos de mi corazón también, volviesen a estar en su ritmo normal.
-Kyu... me duelen lo brazos...-Le dije moviendo mis brazos que ya estaban bastante acalambrados por la pose en la que estaba. Él se acerco a sacar primero aquella cinta que ato en mis ojos y le mire atentamente, un insistente color rojizo en sus mejillas, el cabello algo desordenado y el gorro de policía mal puesto, la corbata algo más suelta en el nudo y las mangas de mentira había terminado desapareciendo una de ellas.
-¿Qué te dio con ese disfraz?-Le pregunte mientras el abría las esposas, quitándome una por completo, para con la otra, atrapar mi muñeca libre.
-Solo quería probar algo nuevo...-Dijo simple, sonriéndome algo pervertido.
-mm... no seas malo... sácame las esposas...-Le dije haciéndole un pucherito, mal sentado en la cama, pues mi entrada dolía bastante.
-¿Quién te ha dicho que ha terminado el castigo Lee Sungmin?-Me pregunto volviendo a atacar mis labios.
-Por favor bebé... ni siquiera tienes razón para castigarme...-Le dije algo molesto cuando vi como el hacía que me recostara sobre la cama de espalda, y bueno, tampoco es que yo me negara mucho que digamos, pero me dolía.
-Hyung... ¿me amas?-Me pregunto acomodando su miembro en mi entrada. Trate de voltear a verle y el depocito un corto beso en mis mejilla.
-Yo si...-Le susurre cuando sentí aquella intromisión. Un gritito se escapo de mis labios al sentir su miembro penetrar en mi resentida entrada sin cuidado.
-Aah... eres un desgraciado...-Le grite comenzando a sentir como me embestías una y otra vez, no podía negar que el dolor que sentía era cubierto con aquel placer que comenzaba a sentir con cada embestida más profunda que el daba.
-Aah... Sungmin...-Gemía él mientras seguíamos con aquello, tu seguías embistiéndome mientras el ritmo poco a poco se iba haciendo insostenible, nuestros cuerpo estaban perlados de sudor y en mi caso algunos residuos de aquel jarabe que ocupaste anteriormente.
-¿me amas?-Le pregunte antes de sentir como se venía dentro de mi, terminando por correrme yo entre las sabanas desordenadas que estaban bajo nuestro.
-Sungmin...-Te escuche decirme saliendo de mi interior, dándome vuelta suavemente.-Te amo...-Me dijo sonriendo para robar un beso de mis labios.
-Te veías sexy de policía bebé...-Le dije volviendo a besarle.
-Ahora...-Dije mostrándole mis manos que aún estaban con aquellas esposas. Él sonrío y luego termino por sacar aquellas esposas.
-Gracias amor...-Le dije abalanzándome a abrazarle, cayendo ambos sobre la cama, solo que yo estaba arriba esta vez.
-¿quieres más?-Me pregunto sonriendo pervertidamente. Y sin más que decir comencé a devorar sus labios. Aún nos quedada todo el resto de la tarde y la noche para hacerlo no iba a desaprovechar aquel tiempo para nada, aunque al otro día no pudiera ni caminar, pues ahora ultimo con tanto trabajo un descanso nos haría bien...

ESTÁS LEYENDO
Kyumin
FanfictionAquí encontraras One-shots del Kyumin, cada One-shot contiene una Autora.