Poco sumiso

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Cap.1

Estaba hasta la polla. Estaba harto. Luego de que el viejo me gritase y me insultara de todas las formas posibles, me fui de allí, no sin antes dejar mi pistola y mi placa.

Me subí a mi coche mientras llamaba a Emilio, debía hablar con él, tenían que saber la verdad, así les daría toda la información sobre la policía. Tenía la excusa perfecta si no acababan de confiar en mí; les diría que todo estaba planeado para sacarles información a los policías y entregarla a The Union. Y que a Horacio le hacía ilusión la idea, así podría hacer que confiaran más en el de crestas, pero claro, a Horacio no le gustaba la idea y sabía que Horacio se quedaría en la policía en vez de con la mafia. Así que Horacio no entra en mi excusa.


Tres horas antes...


Horacio y yo nos encontrábamos de infiltrados en la sede de The Union. Después de una reunión, con mucho texto, nos fuimos hacia comisaría a ponernls de servicio como Dan y Fred.

Al llegar y ponernos de servicio, nos pusimos a patrullar. No llevábamos ni 1 hora cuando de repente el abuelo nos avisó por radio.

-Subinspector Dan y Subinspector Fred, a mi despacho, ya.- dijo Conway por radio-

-Joodeer...- dije con un tono cansado- Ahora que querrá el abuelo? Uff... Prepárate que hoy nos llueven porrazos, Horacio- dije bromeando-

El de cresta comenzó a reír, a lo que no pude evitarlo y me contagié de aquella risa y comenzé a reírme junto a él después de responderle al super un "10-4 super".

-A ver, yo creo que nos va a ascender a inspectores. Pero igualmente teníamos que hablar con él sobre el operativo- dijo Horacio emocionado mientras giraba la dirección del coche para dirigirse a comisaría-

-Ojalá, pero conociendo al abuelo nos va a mandar a tomar por culo. Pero tienes razón, igual teníamos que contarle todo lo nuevo- hize un puchero-

Después de un rato de conducción, llegamos a comisaría, aparcamos la patrulla en el parking de comisaría, bajamos de este y nos dirigimos al despacho del superintendente.

Al llegar al despacho, con un poco de miedo y temblando, el de cresta tocó la puerta del despacho. Al recibir como respuesta un "adelante", abrimos la puerta y nos sentamos en las sillas de delante del escritorio del super, en los mismos sitios de siempre, ya parecían nuestros de tanto sentarnos allí.

El super estaba en su silla sentado mirando unos papeles. Unos segundos después, este se levantó de su silla y se acercó a nosotros. Se nos quedó mirando un rato. Y el de cresta decidió cortar ese silencio.

-Emm... Para qué nos quería, super?- dijo un poco tímido el de cresta-

-Porque quiero que me contéis toda la información sobre la mafia- dijo en un intento de parecer amable, pero nunca parecía amable-

-Pues mira tú por donde, justamente queríamos hablar con usted sobre eso mismo- dijo el ojiazul con una sonrisa-

-Pues contadme, nenazas, a qué cojones esperáis?- dijo con su tono amenazante-

-10-4 super- dijo el de crestas-

Después de darle todo lo que sabíamos, el superdetergente sólo nos dijo que nos fuéramos de su despacho, sin decirnos nada, ni un "muy bien" o "buen trabajo". No. Nada de nada. Decidí aguantar las ganas de rechistar, pero eso a Horacio no le sirvió de mucho.

-Jooo, pero supeeer, asciéndenos, por favooor- dijo el de cresta haciendo un puchero bromeando-

-Sii, vengaa, va, superr- dije siguiéndole el juego- Porfavooor, hemos trabajado muy bien y hemos ayudado mucho. Y ni un gracias ni nada!- dije poniendo un puchero mientras me cruzaba de brazos-

-JAJAJA- se empezó a reír el super irónicamente- Cuando os lo ganéis, anormales, sóis unos inútiles de mierda- nos miró con un tono amenazador y serio-

Cuando nos dijo eso pude ver cómo Horacio no se lo tomó muy bien, y para decir verdad, a mí tampoco me cayó muy bien aquellas palabras que aplastaron mi pecho, vi como bajaba la cabeza triste y se le cristalizaron los ojos aguantando las lágrimas. Me enfadé. Mucho. Podía decir lo que quisiera de mí, pero de mi hermano, no. Me levanté de la silla en una forma de seriedad y amenaza y puse mi pierna delante de mi hermano, en forma de protección, el cual se sorprendió bastante

-Eh, respeta abuelo, Horacio y yo nos hemos esforzado en todo lo que hemos hecho y le hemos dado información importante, así que, intente no tocarme los huevos, quiere?- le dije vacilandole con una mirada amenazante cruzando mis brazos, pero esta vez, no eran de broma-

-Gustabo, que haces? Te va a matar!- me susurró Horacio con preocupación-

-Como me has llamado? Anormal! Quién te crees para hablarme así, eh, Gustabín? Quien coño te crees, capullo! Responde mariconetti- dijo, amenazante, gritándome y acercándose a mí-

-Mire, me importa una mierda si a usted le apetece creerse el puto Dios de esta ciudad, a mi hermano lo vas a puto respetar, vale?- Horacio me estiró de la camiseta para que parase, pero no lo iba a hacer-

-Y si no me sale de la polla, Gustabín? Dime, que pasa si no lo hago?- me estaba retando-

-Pasa que me puto iré, y no me llevaré a Horacio porque sé que a él siempre le gustó ser policía y porque se le da de puta madre- cogí la mano de Horacio, la cual aún seguía aferrada a mí, y la empecé a acariciar con el dedo pulgar-

-Tu noviecita de mierda lo hace igual que tú, como el puto culo, mariconetti, como el puto culo lo hace!- pegó con sus dos manos la mesa-

Me cansé de este puto imbécil, había insultado a mi hermano demasiado, eso no lo iba a tolerar más.

-A si? Pues vete a tomar por culo- cogí mi placa y mi pistola y se las tiré encima de la mesa- Ojalá te pudras, viejo de mierda- salí de allí, no sin antes que Horacio intentase pararme-

-Espera Gustabo!- me dijo con un tono preocupado, se levantó, pero el super le cogió del brazo y lo paró-

Desde allí, ya no sé nada más. Ni tampoco quiero saberlo.


Presente...


Cuando Emilio contestó la llamada le dije que necesitaba hablar con él sobre algo muy importante, él me dió la dirección de en dónde quedaríamos y me dirigí hacia allí con mi coche.

Una hora después llegué a lo que parecía ser una casa, toqué la puerta para que Emilio me abriese.

-Hombre joto, pasa pasa- me dió un abrazo, el cual correspondí y me dió paso para entrar a la casa- Qué era lo que quería hablar joto, parecía importante... mucho texto?- dijo bromeando a lo que yo solté una carcajada-

-Bueno, digamos que un poco bastante importante es, osea que sí que hay mucho texto- me senté en el cómodo sofá de la casa-

Emilio se fué hacia la cocina y abrió una nevera con unas bebidas, cogió dos cervezas y me lanzó una, la cual cogí con gusto. Se acercó a mí y se sentó a mi lado, con poca distancia, pero era normal entre nosotros porque teníamos confianza el uno del otro.

-A ver, dale. Espero no sea nada malo joto, me está preocupando wey- abrió su lata y le dió un trago. Puso su brazo encima de mis hombros y me acercó a él para restregar levemente su mejilla en mi cabeza en forma de cariño, yo apoyé mi cabeza encima de su hombro-

...

Después de contarle todo eso, se separó de mí y me miró desconfiado. Pero al final solo me abrazó y me dijo que confiaba en mí, pero que también tenía que contárselo a los demás con él.

The Mafia♡ (The Union x Gustabo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora