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Ya había pasado un mes y la falsa relación con Hyunjin cada vez era más fácil. Solía comer siempre con él en la cafetería e incluso empezaba a hacerse amigo de sus amigos. Era divertido formar parte de un grupo, aunque claro, todavía había momentos en los que quería desaparecer, como cuando Changbin lo observaba a lo lejos.

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Felix estaba sentado en su sillón favorito, disfrutando de un libro bajo la tenue luz de la lámpara de pie. La casa estaba en silencio, salvo por el suave crujido de las páginas al pasarlas. El reloj en la pared marcaba las cuatro de la tarde cuando, de repente, el timbre de la puerta resonó en el ambiente tranquilo.

Alzó la mirada, sorprendido por la interrupción. Cerró el libro con cuidado, dejando el marcador en su lugar, y se levantó lentamente del sillón. Al llegar a la puerta, se detuvo un momento, respirando profundamente. Giró el pomo con firmeza y abrió la puerta de par en par, dejando que la luz del exterior se filtrara en la oscuridad interior.

Del otro lado, se encontró con una figura familiar. Era su vecino, Changbin.

— Hola — empezó — ¿Podemos hablar?

Felix asintió sin vacilar, sintiendo la gravedad del momento. Salió de la casa, cerrando la puerta detrás de él con un suave clic, sellando momentáneamente el mundo interior y preparándose para lo que fuera que Changbin necesitara decir.

Fuera de la casa, había un sofá antiguo y cómodo, una reliquia de muchas tardes pasadas en buena compañía. Changbin se dejó caer pesadamente en el sofá, sus manos entrelazadas en el regazo, mirando al suelo como si buscara las palabras adecuadas. Felix, sin sentarse, se apoyó contra la pared cercana, cruzando los brazos mientras observaba a Changbin con atención.

— Me alucina que salgas con Hwang.

— ¿Por qué? ¿Tan increíble es que le pueda gustar a alguien?

— No, es increíble porque... eres un chico dulce e inocente y él es un capullo. No lo entiendo.

— Me haces parecer aburrido, Changbin. No soy tan inocente.

Changbin rió vacilante.

— Muy bien — dijo el musculoso.

— ¿Muy bien? Pues genial, si era eso de lo que querías hablar conmigo —dijo Felix mientras volvía hacia la entrada de la casa para entrar adentro.

— No — se levantó del sofá siguiéndolo. — Espera.

Felix se giró para encararlo.

— ¿Pensabas en serio lo de la carta?

— No lo sé. Fue hace muchísimo tiempo.

— Pues para mí no, ¿vale? Todo esto es nuevo y estoy intentando entenderlo.

— No hay nada que entender. Fue un error. No la tenías que haber leído.

— Pero la leí. ¿Qué debería hacer yo?

— ¿No contárselo a Rachel?

— ¡Rachel ni siquiera me habla! —exclamó. —Si hubiera sabido que os perdería a los dos...

— Para — Interrumpió. —No sigas.

— Pero...

Felix se dio la vuelta y fue hacia la puerta.

— ¡No puedes ignorarme!

— No podemos hablar. Lo siento — dijo Felix, abriendo la puerta de la casa para luego cerrarla, dejando a un frustrado Changbin.

ᴀᴍᴏʀ ꜰɪᴄᴛɪᴄɪᴏ, ᴄᴀʀᴛᴀꜱ ʀᴇᴀʟᴇꜱ // HYUNLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora