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El cielo gris del amanecer auguraba un día perfecto para la excursión a la nieve. Felix miraba por la ventana del coche, emocionado y un poco ansioso, mientras su padre conducía con calma por las calles aún adormiladas del vecindario. Las luces del instituto brillaban a lo lejos, un faro que marcaba el inicio de la esperada aventura.

—Gracias, papá —agradeció Felix—. Nos vemos en dos días. —Habló el rubio antes de bajar del coche, aunque su padre lo detuvo.

—Espera, hijo. Tenemos que hablar de tu salud sexual.

Felix negó con la cabeza.

—No, no, no, por favor —se quejó el pecoso.

—Como padre, creo que eres joven para el sexo. ¿Sabes que puedes contraer enfermedades si no te proteges? Bien, sé que eres bastante inteligente para no hacer esas cosas solo porque alguien te lo pida —argumentó mientras sacaba una bolsa.

—Bien, acabemos de una vez —dijo nervioso Felix.

—Tú decides, pero quiero que te protejas —dijo mientras le entregaba la bolsa.

Felix la observó y la abrió, sacando su contenido de adentro.

—¡Papá! —exclamó. —¿Por qué me das esto? —dijo mientras observaba esos condones.

—Dar marcha atrás no es seguro...

—Dios mío, me voy —interrumpió mientras bajaba del coche con esa bolsa en las manos.

Felix abrió la puerta trasera del coche para sacar su maleta cuando su padre habló por última vez:

—No olvides divertirte. —Sonrió el mayor.

—Sí, tengo un montón de globitos para eso. —Habló el pecoso antes de cerrar la puerta y dirigirse hacia el autocar.

Felix subió al autocar con una sensación de nerviosismo, sus ojos recorriendo cada rincón en busca de caras familiares. A través de la multitud de compañeros, sus ojos se encontraron con los de Hyunjin, quien le hizo una seña con una sonrisa. Felix sintió una punzada de incomodidad, pero decidió ignorarla y comenzó a caminar hacia adelante.

—¡Felix! —llamó Hyunjin mientras se levantaba de su asiento y se acercaba a él—. ¿A dónde vas?

Felix se detuvo a regañadientes y miró a Hyunjin con una expresión neutral.

—Voy a sentarme con Lia —respondió, señalando hacia donde su amiga estaba sentada, cerca de la parte trasera del autocar.

Hyunjin frunció el ceño.

—Felix, Lia está durmiendo —dijo Hyunjin, frunciendo el ceño—. Vi en su Instagram que estuvo hasta muy tarde anoche mirando un k-drama.

Felix lo miró con expresión indiferente.

—Y qué, ¿acaso no es más razón para estar con ella ahora? —respondió Felix, girándose y dejando a Hyunjin solo en el pasillo.

Sin esperar más, Félix se dirigió hacia Lia, dejando atrás a Hyunjin y su juicio. 

Felix se sentó junto a Lia, quien ya estaba dormida, su respiración tranquila y constante. Justo cuando Felix se acomodaba, Grace, la ex de Hyunjin, llegó al pasillo del autocar.

—¿Está ocupado el asiento a tu lado? —preguntó Grace a Hyunjin, con una sonrisa esperanzada.

Hyunjin miró a Felix, su expresión reflejando una mezcla de decepción y tristeza.

—No, no está ocupado —respondió finalmente Hyunjin, con un tono que dejaba entrever su desánimo.

Felix observó la escena desde su asiento, sintiendo un mal sabor de boca. Había una punzada de culpa, pero también una firme convicción de que había hecho lo correcto al buscar la compañía de Lia. La excursión apenas comenzaba, y Felix decidió centrarse en disfrutar del día, sabiendo que a veces, tomar la decisión correcta no siempre era lo más fácil.

ᴀᴍᴏʀ ꜰɪᴄᴛɪᴄɪᴏ, ᴄᴀʀᴛᴀꜱ ʀᴇᴀʟᴇꜱ // HYUNLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora