Anna Belmont recorría los pasillos silenciosos de la Biblioteca Heathersfield con una mezcla de anticipación y reverencia. Las estanterías de madera oscura, llenas de libros antiguos y polvorientos, se elevaban a ambos lados, creando un laberinto de conocimientos perdidos en el tiempo. Era su lugar favorito en la Universidad de Halloway, un santuario de historias esperando ser redescubiertas.Estaba buscando material para su tesis sobre la literatura gótica del siglo XIX. Después de semanas de investigación, había agotado casi todas las fuentes disponibles en la sección de literatura clásica. Sin embargo, una conversación casual con la bibliotecaria, la señora Whitmore, le había dado una nueva pista.
—Anna, creo que tengo algo que te podría interesar —le había dicho la señora Whitmore, con una sonrisa misteriosa—. Hay una colección de manuscritos en el archivo antiguo que no se ha catalogado completamente. Pertenecían a un escritor menos conocido, Victor Armand. Tal vez encuentres algo útil allí.
Victor Armand. El nombre resonaba vagamente en su memoria, como una melodía olvidada. Decidió seguir la sugerencia de la señora Whitmore, esperando encontrar una nueva perspectiva o, con suerte, un hallazgo significativo para su tesis.
La sala de archivos antiguos estaba en el sótano de la biblioteca, un lugar donde pocos se aventuraban. Al entrar, un leve olor a moho y papel envejecido la envolvió, sumergiéndola aún más en el pasado. Encendió una lámpara de escritorio y comenzó a revisar las cajas de manuscritos, cada una etiquetada con el nombre de Armand.
Tras horas de búsqueda meticulosa, encontró un conjunto de documentos envueltos en un paño de lino amarillo. Con manos temblorosas, desenrolló el paño y descubrió varios manuscritos cuidadosamente escritos a mano. La tinta en las páginas tenía un tono inusualmente oscuro y rojizo. Al examinar más de cerca, notó que la escritura era impecablemente clara, pero las manchas oscuras en los márgenes sugerían algo más siniestro.
Anna sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral. Se sentó y comenzó a leer el primero de los manuscritos. A medida que avanzaba, quedó cautivada por la profundidad emocional y la intensidad de las palabras de Armand. Cada frase parecía vibrar con una vida propia, como si los sentimientos más profundos del autor se hubieran transferido directamente al papel.
En medio de la lectura, encontró algo aún más perturbador: una serie de cartas personales y un diario. Las cartas, dirigidas a una mujer llamada Eliza, revelaban una obsesión creciente y un amor no correspondido. Pero fue el diario lo que realmente capturó su atención. En él, Armand describía un método macabro para crear su tinta especial.
"Solo con la sangre del corazón de una mujer joven puedo asegurar que mis palabras toquen verdaderamente el alma humana," escribió Armand en una entrada fechada en 1847.
Anna se echó hacia atrás en su silla, con el corazón latiéndole con fuerza. ¿Podría ser cierto? ¿Podría Victor Armand haber cometido tales atrocidades en nombre del arte?
Decidida a descubrir la verdad, tomó fotografías de las páginas más reveladoras y guardó los documentos con cuidado. Sabía que debía proceder con cautela; cualquier error podría poner en peligro su investigación y su reputación académica. Pero también sabía que estaba al borde de un descubrimiento significativo, uno que podría cambiar la forma en que se veía la literatura gótica y sus oscuros secretos.
Con una mezcla de emoción y temor, Anna salió de la sala de archivos, llevando consigo no solo el peso de los manuscritos, sino también el de los posibles crímenes de Victor Armand. Afuera, el cielo comenzaba a oscurecerse, reflejando el inicio de su propio viaje hacia las sombras de la historia.
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TINTA DE SANGRE
Mystery / ThrillerSinopsis: En el siglo XIX, el célebre y enigmático escritor Victor Armand era conocido por sus novelas conmovedoras y su prosa que parecía tocar las almas de quienes leían sus obras. Sin embargo, su éxito escondía un secreto siniestro: Victor utiliz...