Luego de instalarme nuevamente en mi torre, decidí buscar más información sobre esa tal Melodie. No descansaría hasta conocer hasta el más mínimo detalle sobre esa arpía.
Revolví entre mis revistas de música y espectáculos hasta encontrar varios especiales sobre ella. Vaya sorpresa, resulta que era una chica coreana que desde pequeña había soñado con ser Idol.
"Que tierno" dije con sarcasmo mientras hojeaba una entrevista. Según sus propias palabras, su sueño era "llevar alegría a sus fans y compartir su pasión por el pop". Ja, como si fuera más que una calculadora fría obsesionada con la fama.
Mientras devoraba cada artículo, pude entrever algo más de su verdadero carácter entre líneas. Una fiera rebelde camuflada bajo capas de maquillaje y sonrisas falsas. Una chica con la que no puedes ganar, pero nadie dijo que fuera imposible ganarle en una pelea...
De pronto, mis ojos se detuvieron en una serie de sensuales fotos promocionales. Su figura esbelta lucía un ceñido vestido rosa, resaltando curvas que ni ella misma sabía que tenía. Pero fue su rostro lo que más me turbó.
Esa mirada penetrante, su postura firme y perfecta. Irradiaba un temple de acero puro a pesar de sus aparentes años de juventud. En esos ojos podías ver el alma de una luchadora nata. Algo digno de admirar, si yo me pusiera a su lado...
Porque aunque ya rebasaba los 21, mi apariencia seguía siendo la de un mocoso de 16. Con solo unos pelos rebeldes enmarcando mi mandíbula, mi figura escuálida y mi cabello rojo como una llama. Seguramente mi madre diría que esta fase rockera nunca pasó de ser una mera etapa...
Si esto fuera una pelicula barata, ya me estarían poniendo el cartel de fracasado arriba de mi cabeza. Aunque bueno, era asi de todos modos.
Contemplando las fotos de Melodie, sentí que la frustración amenazaba con apoderarse de mí. Era evidente que, a pesar de mi talento, jamás podría alcanzar su nivel de perfección y éxito. Ella brillaba allá arriba como una estrella, mientras yo seguía estancado aquí abajo.
Fue entonces cuando la idea llegó a mi mente cual relámpago. Si el Ceo estaba tan obsesionado conmigo, podría usarlo a mi favor para sepultar poco a poco la carrera de esa arpía.
Me levanté de un salto y me dejé caer sobre mi cama, marcando ansiosamente su número privado guardado en mi celular. Tras varios tacos de espera, escuché su ingratificante voz al otro lado de la línea.
— ¿Draco? ¿A qué debo el placer de tu llamada?
Mientras tanto, hurgué en mi cajón encontrando revistas recientes que detallaban la agenda próxima de eventos de Melodie. perfecto.
— Hola jefe, solo quería avisarte que me gustaría adelantar varios de mis conciertos en las próximas semanas —Canturreé con fingida inocencia.
— Claro, claro. Dime las fechas y veré cómo encajarlos en el calendario.
Sonreí para mis adentros al escuchar mi nombre siendo mencionado con tal fervor. Fui recitando una a una las fechas que coincidían con los eventos de Melodie, incluyendo un festival pop y la final de su reality de canto.
— Listo, con eso sería suficiente. Ah, y por favor asegúrate de que no haya más shows en esas mismas noches.
— Perfecto Draco, considera esas fechas tuyas. Melodie tendrá que esperar un poco más —Respondió jovial.
Esbocé una sonrisa triunfal al cortar la llamada. Mi plan daba sus primeros pasos y pronto vería a esa perra arrodillándose a mis pies. Lo juro por los infiernos, ¡POR EL DIABLO! ¡POR METALLICA!
...
...
No había pasado ni una hora desde mi triunfal llamada al Ceo, cuando escuché fuertes golpes en la puerta de mi castillo. Refunfuñando, dejé mi vaso de chocolate a medio beber sobre la mesita de la sala.
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ꜰᴇᴇʟ ᴛʜᴇ ᴀᴅʀᴇɴᴀʟɪɴᴇ - ★ ᴍᴇʟᴏᴅɪᴇ x ᴅʀᴀᴄᴏ ★
FanfictionDraco es el nuevo astro del rock que acaba de llegar a Starr Park, un importante recinto musical. Con su actitud rebelde y su potente voz ha conquistado rápidamente al público. Pero su reinado se ha visto amenazado por la aparición de Melodie, una i...