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Quedarse dormida en el sofá con una persona más a tu lado era completamente incómodo, demasiado podría decir yo...

Pude escuchar muy pero muy lejano el como alguien abría la puerta de mí casa, pero una parte de mi decidió mil vez seguir durmiendo que ver si no se trataba de un asesino en mente

—¡Eh llegado cariño!

Me asuste al escuchar aquel gritó de mi padre, como si algo malo estuviera haciendo y mi cabeza lo hubiera sabido tan rápido como para advertirme, lo raro, es que no estaba haciendo nada del otro mundo. Me senté como pude en él sofá y no vi a mi amigo a mi lado hasta que mi padre volvió hablar mientras se asomaba en la sala

—Buenos días para ti también ¿Masón?— pregunto esto último dudando en sí el joven que estaba tirado en el piso con la cabeza oculta era el dueño del nombre

—Buenos días Ben, un gusto volver a verte— hablo mi amigo mientras se paraba con un poco de dificultad para luego acercarse a mi papá y abrazarlo

Al ver la escena no pude evitar reír mientras me paraba y me dirigía a ellos o más bien al intruso—quitate, es mi papá no el tuyo— reproche mientras lo estiraba del brazo y lo alejaba del mayor, una vez logré mi misión abrace con fuerza a mi papá —Te he extrañado mucho— susurré mientras sentía como me hacía caricias en el cabello

—Yo igual cariño, pero, te traje regalos— me dijo mientras me tomaba de los hombros para que pudiera verlo

—Pues vamos a verlos— dije mientras me separaba por completo de él y lo empezaba a seguir hacia la mesa y masón venía detrás de mi como siempre

—Ten cariño— mi padre me extendió una caja de cartón sellada —Y aunque no lo crean los dos, también compré algo para ti masón, lo vi y pensaba dárselo a mi hija para que cuando se volvieran a ver te lo pudiera dar—voltee a ver a mi amigo que se puso con una sonrisa de oreja a oreja, papá lo quería demasiado, a veces cuando éramos más pequeños todos los fines de semana pasábamos por él para poder ir a comer o a jugar un buen rato

—No te hubieras molestado Ben— empezó a decir masón mientras tomaba la pequeña caja que le extendía mi padre

—Nada de molestia hijo

Procedí abrir mi regalo, cuando pude ver mejor se pudieron ver otras dos cajas cerradas pero mucho más pequeñas, así que saque la primera caja que era de color azul y se veía demasiado bonita, la abrí y pude ver aquellos aretes dorados que se veían muy pero muy bonitos, procedí abrir la otra caja y cuando lo abrí quedé totalmente atónita, era una pulsera dorada la cual contenía accesorios de una torre Eiffel, un croissant, un macarrón y lo que más me hizo sentir aprecio fue dos figuritas las cuales era un hombre tomando la mano de una pequeña niña.

—Escogí las figuras junto con la ayuda de  Jessie—

y no lo deje terminar porque me acerque a él para poder abrazarlo con mucha fuerza—Gracias papá— dije en susurro para que me pudiera escuchar, el me apretó más en el abrazo respondiendo

—pero no hemos terminado quiero ver la reacción de masón también

Yo me puse en medio de los dos hombres para poder ver mejor y dejar ver a mi padre también, vi como abría la boca de sorpresa una vez que abrió el regalo, me moría de ansias por ver qué era así que me acerque a él, al verlo quedé igual que él, era hermoso

—Es la pulsera más bonita que me han regalado si les soy sincero— dijo mientras sacaba aquella pulsera de oro que tenía a un Batman y una máscara de Batman como accesorios, se acercó a mi padre y lo volvió a abrazar —En verdad Ben, es lo mejor que tengo a parte de mi traje de Batman— y sin más se separó

Charlie bushnell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora