10

274 23 3
                                    

A veces despertar temprano e ir a jugar Pádel con tú padre es divertido, pero cansado...

—¿Y segura que sí quieres ir?

Mire a mi padre mientras que el tomaba otra pelota y la posicionaba en su mano para después mandármela

—¿O solo es por puro compromiso porque no pudiste decir no?— no recibió respuesta de mi parte, pues estaba tratando de no perder, así que volvió hablar —Aurora ya habíamos hablado de eso, sí no quieres no—

Y antes de que pudiera decir algo hable mientras lo detenía para que no diera un raquetazo más —No es eso pá. Es solo que sí me agradaron— dije mientras evitaba su mirada y volvía al juego

El no hablo por unos minutos y me siguió pasando la pelota, hasta que al fin hablo —Solo es raro el hecho de que mi hija esté saliendo un día más con los chicos que acaba de conocer— sus palabras me hicieron desconcentrarme y hacerlo mirar, eso hizo que perdiera —¡Siii!— festejo mientras elevaba sus brazos

—¿Tan antisocial soy?

—Algo cariño, pero eso no te hace ni tan buena o peor persona— dijo mientras tomaba la pelota una vez más del piso —Llamalo "reservada con personas desconocidas"—

—No sé cómo tomarlo— dije mientras iba por mi bolso que estaba en las bancas de descanso y sacaba mi bote de agua

—Algo intermedio— dijo con una sonrisa al final —¿Hacemos el segundo juego para alcanzar los treinta puntos?

—¡Literalmente acabas de ganar los primeros quince y yo tengo cero!— exclamé indignada —Un juego más y si tienes la victoria tendrás tus treinta y yo mi cero— termine diciendo con mi mano en forma de cero hacia su cara

—¡Pero puede que ganes y tengamos un empate!

Me le quedé mirando dudosa, la verdad es que ya me había cansado en esto, desde las siete de la mañana que estábamos aquí y ahorita el sol ya empezaba a picar, sin duda serían como las diez casi once de la mañana

—O acaso es que...¿Le tienes miedo a tú padre?— me preguntó sisañoso, era una cosa que hacía cuando me veía muy dudable

—¡Por supuesto que no!

—¡Demuestralo!

Y sin más empezamos a jugar una ronda más, la verdad es que el hambre empezaba a hacerse notorio, pero las ganas de ganarle a mi padre era mucho más grande, así que sí estuvimos como una media hora más en el segundo juego

y claramente gane yo.

Hasta que fue una tercera ronda y mi padre tenía toda la ventaja, el top empezaba a picarme por estar tanto rato en el sol y ni hablar de este último, pues cada vez que salía más y más, más picaba

Y sí. Papá Ganó.

—Es práctica— dijo con orgullo mientras me miraba —La próxima vez me ganarás tú— sonó confiado

—No habrá próxima— afirme mientras me iba a la banca a tomar agua y tomar mis cosas

—Eso dijiste desde que tenías seis años— me recordó mientras tomaba sus cosas y empezabamos a caminar

Reí por aquello, nunca le entendí a este juego, solo aviento la pelota y no dejo que se me caiga, pero por una extraña razón, en las reglas de mi padre es dejarla rebotar solo una vez en toda la ronda, según el, es porque estábamos solo el y yo, si fuera en un juego profesional claro que esa regla ni existiría.

—Esta ves si me hizo rosadura el top—dije mientras le trataba de enseñar mi hombro irritado aún caminado

—Llegando te bañas con agua fría y después te pones la crema de la vez pasada

Charlie bushnell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora