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2 semanas después

—¿Por qué no me habías contado todo esto?

Mire a mi amiga de pelo rubio la cual tenía una cara molesta

—No me lo contó ni a mí...yo tuve que sacar mi lado detective 

Ahora mi vista estaba en mi amigo

—Solo fue algo que pasó—comente encogiendome de hombros —Y estaba esperando a que saliéramos

Ambos chicos me miraban con los ojos entrecerrados, me intimidaban un poco cuando se ponían en su duo amenazante

—¿Le creemos?

—mmm—el chico sonó pensativo mientras solo miraba a la rubia —Esta bien

—¡Enserio estaban debatiendo frente a mí!—dije mientras me hacía la indignada

—Era justo

Ahora yo miraba a estos dos indignada

—Deberíamos salir todos un día

—Lo sé Mackenla yo también lo he propuesto

—Compartimos mitad de emisferio Aryan

Reí con todas mis ganas al escuchar su conversación, no sabía exactamente el porque hablábamos de esto en una sala de hospital

—No dejes que me ría mucho Aurora—pidio Mackenla

—Tú eres la que dice los chistes—La regañe mientras me bajaba de la camilla donde se encontraba mi amiga y me ponía en el sillón verde que estaba enfrente de esta

—Muchas gracias por estar aquí—su voz cambio en un momento repentino

Negue al ver su cambio de personalidad tan drástico

—No agradezcas rubia—dije mientras sonreía —Todos nos enfermamos alguna vez

—Sí risitos de oro—Aryan dijo mientras se paraba de su lugar —No todos los días se ve a alguien vomitando

Reímos al escucharlo, aunque los quejidos de mi amiga al no querer reírse nos hacía mirarla aún con más risa. Apenas iba a decir algo pero la puerta del cuarto del hospital se abrió dejando ver a mi padre

—Hola chicos—Saludo mientras se acercaba a mi amiga y le dejaba un beso en la frente —¿Cómo sigues chiquilla?

—Muy bien Ben—Dijo animada mientras lo abrazaba

—Me da gustó—mi padre se alegro mientras se separaba de ella y se acercaba a mi tomándome de los hombros —Tenemos que irnos ya cariño, los padres de Mackenla ya están terminado de hablar con el doctor

Asentí al escuchar lo de los padres de Mackenla, a mí no me gustaba estar sola en un hospital así que no dejaría que mi amiga pasará eso igual

Mire a mi amigo que estaba poniendo atención —¿Quieres que te llevemos Aryan?—le pregunté

Mi amigo se la pensó, sabía que el era el que menos quería dejar a Mackenla aquí y que era demasiado capaz de quedarse aquí, pero estábamos desdes la una de la tarde y ya eran las doce de la noche, necesitábamos bañarnos, comer y descansar

—Esta bien—acepto mientras se acercaba a la rubia y la tomaba en un abrazo —Marcanos cuando ya estés en casa—le comentó

—Váyanse con cuidado chicos

Los tres sonreímos, Mackenla era una chica que conocíamos desde que éramos demasiados pequeños y mi padre en pocas palabras la vio crecer al mismo tiempo que yo crecía

Charlie bushnell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora