¡¿Verdad?!

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En el primer día tuvieron que hacer arreglos.

Mitsuya tuvo que contarle todo a su madre, ella estaba un poco molesta pero aún así se burló y lo llevó a la casa de Pah, el único de ellos que, por gracia divina, tenía habitaciones de sobra y cuyos padres estaban de viaje. Peh también estaba con ellos.

Taiju estuvo a punto de moler a golpes a Hakkai cuando notó que lo que tenía no era su rut. Yuzuha lo sacó a escondidas y lo llevó también donde Pah.

Pero claro, Taiju seguía siendo un hermano mayor preocupado, no iba a permitir que Hakkai se quedara sin su omega para pasar el cuadro de calor que acabaría quién sabe cuando, así que ordenó a sus hombres que buscaran al omega al que marcó.

Nadie le dijo que no era un omega, sino seis.

En cuanto a los gemelos Kawata, tuvieron que contárselo también a sus padres. Su padre, un policía que apenas pasaba tiempo en casa, festejó que al fin tuvieran un omega, pensaba que el que sus hijos estuvieran vinculados les haría entrar en razón y enfocarse en sus estudios en lugar de seguir pasandosela en las calles con esa manada suya.

Los Kawata tuvieron su privacidad en casa, pues sus padres decidieron dejarlos pasar el cuadro en paz y se fueron a visitar a algunos parientes.

Sanzu también tuvo su privacidad, su hermana, una beta dominante, no hizo muchas preguntas luego de que Takeomi intercediera por él y le explicara a su hermana lo que pasó. Senju estuvo fuera tanto como pudo, en parte porque no tenía ganas de estar incómoda en casa y porque también le daba curiosidad quién era el omega de Sanzu.

Senju también puso a algunos de sus hombres de Brahaman a buscar al omega.

Chifuyu, Baji y Kazutora, que ya vivían en un departamento juntos, no tuvieron problemas y pasaron el cuadro en la comodidad de sus cuartos. Aunque, en caso de Baji y Chifuyu, tenían que contestarles a sus madres cuando los llamaban para no preocuparlas y que llegarán de sorpresa. Sería muy vergonzoso que sus propias madres los encontrarán matándose a pajas y sería muy complicado explicarles toda la situación. 

Mikey sobrevivió solo porque Shinichiro intersedio por él. El hermano mayor llegó justo a tiempo para ver cómo el abuelo Sano, con el bastón en la mano, perseguía a un Mikey medio desnudo por todo el patio, gritándole que ninguno de sus nietos iba a abandonar a su omega recién marcado y que se largara a buscarlo, que se hiciera responsable.

Izana se carcajaba, muriendo de risa en el suelo. Emma estaba algo asustada de que su abuelo tropezaba y se lastimara, por eso llamó a Shinichiro.

Después de que el pelinegro les contará todo, exceptuando que se trataba de una manada de omegas, el abuelo Sano se calmó y, refunfuñando, dejó que Mikey volviera a la privacidad de su cuarto.

Pero los tres integrantes de la familia Sano, durante la cena, cuando Shinichiro se fue y Mikey no salía de su habitación, se preguntaron ¿Qué tipo de omegas rechazaban de inmediato a dos alfas dominantes y a su manada? ¿Y por qué sus cuadros de calor parecían ser tan fuertes?

Izana no pudo quedarse con la duda, le pidió a algunos de sus hombres que investigarán un poco.

Draken solo tuvo que intercambiar un par de palabras con Masaway, su padre adoptivo, para que le dejaran tranquilo y con la habitación cerrada bajo llave. Le llevaban tres comidas al día, mucha agua, sabánas limpias, lubricante y muchos pañuelos.

Y todo lo necesario para que tuviera que preocuparse por salir.

Se comunicaban a través de su chat grupal para saber si estaban bien, porque su vínculo estaba demasiado saturado de imágenes y sonidos sexuales como para servir.

Una manada de omegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora