Era sábado por la mañana cuando dos chicos bajaban las escaleras con sus bolsos, llevaban algunas cosas que serían necesarias para su mini campamento, la reina salió de la cocina y se encontró con su hijo y el chico que siempre lo seguía, como decía ella.

— Dónde vas bebé? – preguntó mirando los bolsos, Chester le dió su bolso a Mike y éste los llevó al auto.

— Mamá te dije que acamparia con Rob, un amigo de él y con Mike todo el fin de semana 

— Oh cierto, lo había olvidado… y porque llevas a Michael si vas con amigos?

— Es mi asistente personal, necesito una mula de carga – dijo sonriendo aunque no le gustó decir eso sobre él debía sonar convincente y no sospechoso pues su madre nunca lo vio ser amigable con la servidumbre tuvo suficiente cuando escuchó que le daba las gracias a la cocinera.

— Todo listo mi rey – dijo Mike llegando a ellos.

— Está bien bebé cuídate y cuidado con los insectos– le dió un beso en la frente a su hijo y luego miró a Mike con su cara sería.— Cuida a mi hijo

— Sí majestad – hizo una reverencia y luego ambos salieron.

Ambos salieron del castillo y subieron al auto, unos guardias preguntaron si los necesitaban a lo que Chester negó y antes de arrancar se miraron.

— Le dijiste a Brad que espere en el parque?

— Si le llamé y le dije, le dijiste lo mismo a Rob? 

— Si, puede que se encuentren ahí – ambos sonrieron y pusieron en marcha el auto.

Mike manejaba mientras Chester miraba por la ventana, hoy era un lindo día para salir y estar afuera con el cielo despejado y el sol brillando. Llegaron al parque y Mike bajó a ayudar con los bolsos, una vez puestos atrás todos subieron al auto y luego de saludarse volvieron al camino, Rob iba indicando a Mike por donde debía ir y este seguía las indicaciones.

Llegaron a un lindo lugar con árboles y un río, había lugares donde dejar las tiendas y podían hacer fuego para la noche, por suerte los cuatro se habían acordado de llevar comida y hasta podrían cocinar lo que pesquen.

— Este lugar es hermoso – dijo Mike bajando del auto, todos hicieron lo mismo y respiraron el aire fresco. 

— Que grande es el río – dijo Brad y se acercó al agua.— Trajeron ropa para nadar? 

Los tres asintieron y bajaron los bolsos del auto, sacaron las tiendas o al menos tres de ellos.

— ¡Demonios! – dijo Rob buscando en sus cosas.— Olvidé mi tienda 

— Pues podemos compartir – dijo Brad sacando la suya, Rob le sonrió y asintió.

Mike y Chester estaban sacando sus tiendas cuando a Chester lo asustó una araña provocando que aventará su tienda para atrás y ésta cayera al agua.

— Mike! Mátala! Mátala! Mátala! – grito escondiéndose detrás de Rob. 

Mike miró la araña en el árbol y sabía que Chester no estaría tranquilo hasta que la mate así que agarrando su zapatilla la aplastó. 

— Listo Chazzy la araña mala se fue – dijo calmandolo el más alto y evitando reírse de la situación.— Pero ya perdiste tu carpa – dijo ahora sin controlar su risa.

Brad se acercó a la orilla y estiró su mano para tratar de agarrar la carpa mas no lo consiguió pues la corriente se la estaba llevando en un punto casi resbala casi cayendo de cara al agua cuando Rob lo sujetó rápido de la camiseta y tiró de él para atrás cayendo ambos de lado en el césped, lo tuvo muy cerca cosa que casi hace gritar a Chester de la emoción pero no lo hizo pues perdió su carpa Mike miró toda la secuencia desde donde estaba tratando de no reírse de la casi caída de su amigo.

El Chico De La Corona Donde viven las historias. Descúbrelo ahora