𝙰𝚖𝚘𝚛 𝙵𝚒𝚕𝚒𝚊

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   Ahora pasemos al tipo de amor Filia. Etimológicamente hablando, este deriva de la palabra phylos, un antiguo término griego que se utilizaba para referirse al amor fraterno, en el que se promueve el bien desde y para cada uno de los involucrados. En la "Ética nicomáquea" de Aristóteles, es directamente traducido como "amistad", pero tiene un sentido mucho más amplio que ese. Esto queda demostrado en sus libros VIII y IX, en donde se pueden visualizar una gran cantidad de ejemplos diversos, incluyendo amantes jóvenes, amigos de toda la vida, ciudadanos, contactos políticos o de negocios, padres e hijos, compañeros de viaje, soldados, entre otros. Tal vez sea mejor definirlo como un amor -en la mayoría de los casos- mutuo, basado en la admiración y valoración de la otra persona, que se alegra de la dicha propia al igual que uno lo hace por la suya.

   Viéndolo a simple vista, realmente no parece poseer ningún tipo de perjuicio o desventaja. Y efectivamente es así, debido a que el amor filial, por sí solo, no lo tiene. El problema radica, más que nada, en la continuidad y la conservación de este, ya que aunque pueda parecer inquebrantable, no deja de ser frágil ante los conflictos, los desacuerdos y el distanciamiento entre las dos partes. Dicho de otra manera, es un amor que, aunque nunca concluye del todo, puede llegar a disminuir en intensidad a causa del transcurso del tiempo o por algún problema ocasionado.

   Pongamos un ejemplo: existen dos hermanos que se quieren mucho, se han criado juntos y siempre fueron un dúo inseparable, pero cuando crecen toman caminos diferentes y no se ven por quince años. Ahora ambos se han casado, tienen éxito laboralmente y llevan una vida plena, cada quien por su lado. Una vez se reencuentren, lo más probable es que se emocionen y expresen cuánto se habían extrañado, pero ¿qué pasa si eso no sucede? ¿Y si en vez de alegrarse, envidian la vida del otro, porque piensan que es mejor que la suya? ¿Y si uno de ellos siente celos, al ver que su hermano tuvo hijos y él aún no logró concebir ninguno? ¿Y si al decir que se extrañaron, en realidad están mintiendo, porque no pensaron en el otro en ningún momento, o no lo suficiente como para agarrar el teléfono y marcar su número en más de una década? En definitiva, por más que el amor filial entre ellos haya existido cuando eran pequeños, y este fuera realmente genuino, no logró enfrentar la distancia y terminó por desaparecer. Por lo tanto, aunque este tipo de amor se trate de uno indudablemente puro y auténtico, está condicionado por factores externos que pueden llegar a debilitarlo, lo que a mí, en lo personal, no me permite proclamarlo como el más grande de todos.

Eros, Filia y Ágape: el amor y sus formas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora