2 - Entre la Amistad y el Dolor

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Los días transcurrían con la pesadez de un reloj de arena, cada grano de arena representando una batalla interna en el corazón de Lesslie. Aunque intentaba ocultarlo, la tristeza la consumía por dentro, como una llama lenta pero persistente.

El día del encuentro con Bryan se acercaba rápidamente, y Lesslie se preparaba para enfrentar lo que sabía que sería una prueba dolorosa de su fuerza interior. Cuando finalmente llegó el momento, se presentó en la casa de Bryan con una sonrisa forzada en el rostro y el corazón latiendo descontroladamente en su pecho.

Bryan la recibió con entusiasmo, ajeno al torbellino de emociones que se agitaba en el interior de Lesslie. Mostró con orgullo el plan que había elaborado para conquistar el corazón de Carolina, y Lesslie lo escuchaba con una mezcla de admiración y pesar. Cada palabra de Bryan hacia Carolina era como un eco doloroso de lo que Lesslie había soñado para sí misma.

Después de horas de planificación y preparación, Bryan finalmente estaba listo para llevar a cabo su declaración. Lesslie lo acompañó al lugar acordado, tratando de mantenerse firme a pesar del dolor que la consumía por dentro.

Cuando Carolina apareció, la sonrisa radiante de Bryan iluminó su rostro, y Lesslie se quedó a un lado, observando en silencio mientras su amigo se declaraba a la chica de sus sueños. Cada palabra de Bryan era como una puñalada en el corazón de Lesslie, pero ella se obligaba a sonreír, a animar a su amigo en su momento de valentía.

—¡Vamos, Bryan! ¡Tú puedes hacerlo! —exclamó, intentando infundirle ánimo a su amigo, mientras su voz temblaba ligeramente.

Bryan le dirigió una mirada de agradecimiento antes de volver su atención a Carolina. Lesslie observaba con una mezcla de tristeza y admiración mientras Bryan hablaba con Carolina, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Cada palabra de su amigo era como un recordatorio doloroso de lo que nunca podría tener, pero al mismo tiempo, se sentía agradecida de poder presenciar ese momento tan especial para él.

Finalmente, Bryan terminó su declaración y esperó con nerviosismo la respuesta de Carolina. Lesslie contuvo la respiración, sus manos temblando ligeramente a su lado. Sabía que la respuesta de Carolina cambiaría todo, para mejor o para peor.

—¡Sí, Bryan! ¡Claro que quiero ser tu novia! —exclamó Carolina, con una sonrisa radiante en su rostro.

Un suspiro colectivo de alivio llenó el aire, y Lesslie se unió a las felicitaciones, forzando una sonrisa en su rostro. Por dentro, su corazón se rompía en mil pedazos, pero no podía permitirse mostrar su dolor en ese momento.

Después de que Bryan y Carolina se alejaron, Lesslie se quedó sola en el lugar, mirando el horizonte con ojos vacíos. Se sentía como si una parte de ella se hubiera desgarrado, dejándola vacía y perdida en un mar de dolor.

—¿Estás bien, Lesslie? —preguntó Rafa, acercándose a ella con preocupación en su mirada.

Lesslie asintió, forzando una sonrisa en su rostro.

—Sí, Rafa. Solo estoy un poco cansada. Creo que me iré a casa —respondió, levantándose del banco con dificultad.

Rafa la miró con preocupación mientras se alejaba, pero Lesslie no se detuvo. Necesitaba estar sola, lejos de las felicitaciones y las sonrisas falsas.

El camino de regreso a casa fue un tormento para Lesslie. Cada paso era un recordatorio de lo que había perdido, de los sueños que se habían desvanecido en el aire. Se prometió a sí misma que seguiría adelante, que encontraría la fuerza para superar este dolor y ser feliz por su amigo. Pero por ahora, solo podía permitirse sentir el dolor y la pérdida, dejando que las lágrimas la llevaran a un sueño agitado y lleno de pesadillas.

Lo Que Nunca FueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora