﹫ ूꪆꩁ 𝂻 ꒰꒰ 𝅼 ㅤ𝂻 c͠ıჹ᳕α𐐲፝֟𐐲⨍᳕⨍ᥱ꯱᳕ ׅ

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- ¿No piensas hablarle?

- Me da pena.

Jake rodó los ojos por duodécima vez. - ¿Qué pasó con "todo" lo que aprendiste?

- Es que si no es él me da pena.

- También te da pena con él.

- No te pregunté.

Jake abrió sus ojos y sonrió discretamente. - Mira atrás de ti.

La delicada figura de la castaña pasaba de lejos ignorando la presencia de la otra figura delicada del ahora azabache oscuro que cruzaba las puertas del edificio, ambos haciendo muecas de desagrado indiscretamente.

- Se parecen mucho.

- Ya lo creo. - Dijo Sunghoon siguiendo con la mirada a la frágil figura masculina que continuaba su paso hacía su parte del edificio.

- No babees.

- No estoy babeando.

- Si estás babeando.

- No lo estoy haciendo.

- Si lo estás haciendo. - Una tercera voz los asustó.

- Riki, ¿Podrías por favor no aparecerte misteriosamente?

- A la próxima.

Luego de contarle a Riki el plan el transcurso del día fue vigilar a Wonyoung de lejos esperando el momento para hablarle y arrastrar a Sunghoon cada que parecía vomitar corazones cuando veía a Jungwon pasar por algún lugar.

- Dios, he sido tu guerrero más fuerte, es hora de que me sueltes. - Jake se dejó caer en la mesa mientras Riki le acariciaba la espalda en consolación.

- Sunghoon solo ve y háblale.

- No puedo, me da pena.

Riki suspiró. - No me dejas otra opción.

Jake alzó su cabeza justo para ver al menor de los tres dirigiéndose hacía la castaña de larga cabellera y conversar animadamente con ella.

- ¿Qué está haciendo? - Sunghoon comenzó a golpear su pie contra el suelo con nerviosismo.

- Ayudándote.

- No, Jake. ¿Por qué vienen para acá? No, no, ¿Y si voy al baño?

- Hoy no.. - Jake lo sostuvo firmemente a la mesa.

La delicada chica sonrió al verse frente al pálido y su voz dulce resonó en los oídos del pelinegro, era suave y tangible..

"Como la de wonnie" pensó.

- Hola. - La de larga cabellera saludó animadamente recibiendo una respuesta en automático de Jake mientras esperaba a que Sunghoon se calmara.

- Hola...

- Nosostros vamos.. por ahí. - Ni-ki arrastró a Jake a cualquier lado dejando solos a la pareja, o tal vez se esconderían en algun lado a espíar.

Wonyo tomó asiento al lado de Sunghoon y este agachó su cabeza tímidamente.

- Tu amigo dijo que querías hablarme pero no sabías cómo acercarte, tranquilo, yo no muerdo. - Sonrió suavemente.

- Lo siento, esque soy muy tímido a veces.

- ¿A veces? Te veo y sé que lo eres en demasia.

Sunghoon se ruborizó levemente.

- ¿Es tan notorio?

- Demasiado, es tierno muchas veces, nunca había visto una persona tan tímida.

- Es mi habilidad especial. - La chica rió y Sunghoon sintió como se relajaba un poco.

El descanso había terminado, y Sunghoon había conseguido el número de Wonyoung, definitivamente la chica le agradaba muchísimo.

- ¿Ves que no era tan difícil? - Jake lo tomó por los hombros y comenzó a agitarlo.

Ya era hora de salida, Sunghoon se iría con sus dos amigos.

A la distancia vió a Jungwon acompañado del tipo que reconocía como Heeseung, el azabache mantuvo la mirada unos segundos para girarse hacía el pelimorado y luego lo vió alejarse de él para ir en su dirección.

- Chicos, los veo más tarde.

Jake y Riki habían notado que el azabache se acercaba, solo le dieron una palmada de despedida al pálido y se fueron tan rápido como pudieron.

- Hola. - La suave voz resonó en la cabeza de Sunghoon como eco.

- Me recordaste. - Dijo el pelinegro intentado sonar dolido.

Jungwon rió suavemente y se colocó sobre sus puntillas para abrazar al menor.

- ¿Por qué sigues creciendo?

- Tal vez porque tú te estás encogiendo.

El azabache oscuro volvió a reír y ambos comenzaron a caminar dispuestos a ir a sus hogares.

- Sunghoon, ¿Qué hacías con.. ella..? Wonyoung.

- Ah.. nada, solo hablábamos, me interesó un poco y quise acercarme.

- Mmh, ¿Te interesó? Es una chica engreída, no deberías acercarte, alejate de ella.

- Tranquilo, yo sé a donde quiero llegar con ella.

- Mmh.. no es eso. - Jungwon mordió el interior de su mejilla.

- ¿Entonces?

- No importa.

Caminaron en silencio durante varios minutos hasta llegar al hogar de cada uno.

Jungwon le dió una mirada a Sunghoon antes de cruzar la cerca de su jardín.

- A veces te extraño. - Fue lo último dicho antes de que el mayor se acercara y dejara un beso en los labios contrarios.

Fue suave, al menos para Park, quien perplejo lo observó a Jungwon llegar y entrar hasta su hogar con un notable rubor.

Soy una desgracia
No tengo ideas