15 - Progresión y regresión

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Por cada paso adelante que das, ¿cuántos obstáculos surgen que impiden avanzar?

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Naruto esquivó hacia la izquierda y aterrizó ligeramente sobre las puntas de los pies, como le habían enseñado, preparado para moverse en cualquier momento. El puño que había atravesado el espacio que acababa de ocupar giró en arco, y Naruto se agachó para evitar ser golpeado antes de saltar mientras el suelo se hacía añicos.

El entrenamiento de Tsunade consistía en evitar recibir un golpe, ya que una vez incapacitado el médico, no había nadie más disponible para curar al equipo. Naruto no estaba del todo seguro de por qué le seguían obligando a pasar por esas pruebas, ya que técnicamente no formaba parte del programa de entrenamiento de los medic-nin, pero entre Jiraiya y Tsunade, no había tenido elección; como había aprendido en su primer día de entrenamiento, cabrear a la Babosa Sannin era una mala idea.

Había pensado que utilizar la Técnica de Prevención de Ataques para hacer frente a su entrenamiento de evasión era una genialidad, hasta el momento en que ella destrozó el suelo con su fuerza, arrancó su cuerpo aturdido de la tierra como si fuera un nabo, y luego le rompió la caja torácica de un solo puñetazo. Tras hospitalizarle y luego curarle, le había advertido que sólo confiara en sus reflejos, no en el ninjutsu, o las consecuencias serían graves.

Resignado a tratar de quedar bien con ella -y temeroso de lo que implicarían las "graves consecuencias" si una caja torácica rota no cumplía los requisitos-, Naruto había accedido en ese momento. Al fin y al cabo, era un superviviente, y a pesar de su opinión inicial de que Tsunade ya había pasado su mejor momento, era bastante evidente que sus habilidades superaban a las suyas en todos los sentidos.

Ahora casi se arrepentía de haberse enemistado con ella, aunque el infierno que le hizo pasar durante sus sesiones de entrenamiento lo compensaba.

El programa médico que Jiraiya había instigado y Tsunade dirigía se estaba llevando a cabo en dos fases. Tsunade era la jefa general, por supuesto, pero gran parte de su tiempo lo dedicaba a evaluar y enseñar a quienes consideraba capaces de convertirse en medic-nin de campo y de combate. Era el grupo en el que la Babosa Sannin había metido inicialmente a Naruto, junto con Ino, Hinata, Neji y un montón de gente que la rubia no conocía.

Para decepción de Tsunade, Naruto no poseía el control de chakra necesario para ser un médico-nin. De acuerdo, estaba muy por delante de donde había estado en sus últimos días en la Academia -hecho que atribuyó a la práctica tanto del Shinra Banshō como de embotellar sus venenos gaseosos-, pero no exactamente donde la rubia mayor requería que estuvieran sus alumnos. Ino, con las refinadas habilidades sensoriales del clan Yamanaka, y Neji y Hinata, con las enseñanzas clásicas del Jūken de los Hyūga, encajaban mucho más adecuadamente en esa categoría.

Tampoco era adecuado para la otra mitad de la ruta del programa médico, de la que se había encargado Shizune. La mujer de pelo oscuro supervisaba el progreso del hospital mientras Tsunade estaba ocupada en otra parte, incluyendo la recertificación de médicos y enfermeras y su formación en nuevas técnicas y procedimientos médicos. Además, impartía clases para futuros profesionales médicos, tanto shinobi como civiles, un programa en el que estaba inscrita su antigua compañera Sakura.

Rechazado en ambos aspectos del rejuvenecido programa médico, Naruto había esperado librarse de la carga de trabajar junto a Tsunade. Por desgracia, la rubia mayor había decidido que sus conocimientos botánicos y medicinales -de los que se había enterado al interrogar a Ino un día después de clase, según supo más tarde por su compañera de equipo- lo calificaban como una especie de médico honorario, alguien que podía proporcionar un apoyo eficaz, aunque sin chakra, sobre el terreno, lo que significaba que seguía atrapado bajo su tutela personal.

Naruto - Abogado del Diablo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora