16 - Separación e integración

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¿Cuándo empiezas a integrar las lecciones individuales que has aprendido en una idea única y cohesionada, en lugar de jugar con ellas como entidades separadas?

-l-l-l-

"Entonces... ¿qué se supone que tengo que hacer con esto?".

Tenten le lanzó una mirada que sugería que pensaba que la respuesta era bastante obvia. "Úsalo. Pensé que te gustaría...".

"¡Me gusta!", la tranquilizó él, con la esperanza de evitar lo que parecía una decepción en sus facciones. "Es sólo que... bueno, no puedo usarlo exactamente en medio de una pelea, ¿verdad?".

Era el regalo que había recibido de Tenten hacía tres semanas, un arco plano sencillo pero elegante, de un metro y medio de largo y hecho de tejo pulido. Por los diseños tallados a lo largo del arco -una serie de sencillos remolinos que giraban entre sí-, Naruto sospechaba que la kunoichi había fabricado el arma con sumo cuidado.

Cuando se le pasó la emoción inicial, el rubio frunció el ceño, pensativo. Desde luego, el arma estaba pensada para ataques a larga distancia -lo que le venía muy bien-, pero era poco práctica para usarla en la mayoría de las situaciones de combate (sobre todo en comparación con sus cuchillos) y requeriría tiempo extra para aprender... tiempo que le restaría al entrenamiento al que quería volver a dedicarse. Le gustaba la idea, pero no la ejecución.

Tenten parecía ligeramente disgustada. "Pensé que se adaptaría a tu estilo de lucha... ya sabes, ¿a distancia? Además, ¿habrías usado una naginata o una kusarigama si te hubiera conseguido una de esas en su lugar?".

Naruto tuvo que admitir que la respuesta a eso era probablemente "no". Aunque ambas armas le irían mejor en situaciones de combate cuerpo a cuerpo, simplemente porque le permitían controlar el espacio entre él y su oponente mejor que sus cuchillos, dedicar tiempo y esfuerzo a aprender cualquier cosa relacionada con el bukijutsu que no tuviera que ver con la mejora de sus habilidades con los cuchillos no era más que prolongar su entrenamiento. Estaba claro que Tenten había pensado en el hecho de que él no estaba interesado en aprender nada más complejo de su arsenal de armas, aunque eso seguía sin explicar cómo se suponía que iba a utilizar el arco plano que ahora tenía en su poder.

"Sabes -continuó ella-, la arquería es algo más que aprender a utilizar un arco y unas flechas".

"¿Lo es?

"Claro. Requiere paciencia, sincronización, disciplina... y además fortalece la parte superior de los brazos".

Naruto se vio obligado a aceptar que, aunque había mejorado en las cosas que Tenten había mencionado, aún tenía mucho margen de mejora. "De acuerdo", dijo, logrando contener el suspiro que sentía burbujear en su interior, "¿cómo empezamos?".

Tenten se acercó, se colocó detrás de él y le puso los brazos -y el arco- en la posición adecuada. El rubio tuvo que luchar contra el impulso de apartarse de su proximidad, pues su cercanía emulaba una trampa asfixiante; confiaba en Tenten más de lo que confiaba en la mayoría de las personas con las que se relacionaba habitualmente (aunque, teniendo en cuenta su paranoia, eso no era decir mucho), pero, tal y como veía a la gente hoy en día, su primer instinto era evitar que nadie se le acercara, ni física ni emocionalmente.

Esta situación se parecía mucho a ambas cosas.

No es que comprendiera del todo el aspecto emocional... eso coincidía bastante con la forma en que la gente pensaba y veía a los demás, y aunque podía seguir la lógica potencial de las generalizaciones y la mayoría, siempre había casos atípicos, como él. Después del momento en que la morena había compartido su pasado con él, e incluso justo antes de eso, con la evidente tensión entre ella e Ino en Flores Yamanaka, Naruto se preguntó si habría algo que su amiga no le estaba contando.

Naruto - Abogado del Diablo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora