13

412 42 12
                                    

Estaba en casa de mis tíos cuando me llamó, estábamos disfrutando del postre mientras mis padres se ponían al día con ellos, venían de visita y no se habían visto en años.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo, me sorprendí al ver quien era.

— Disculpen, ya vuelvo —Me puse de pie y subí a mi habitación para responder la llamada. — ¿Hola?

Mi corazón retumbaba en mis oídos y me sentía nervioso, no había hablado con él en todo el día, la semana pasada ya asistió a la escuela y tratábamos de actuar normal, pero algo andaba mal.

No era fácil de olvidar algo así, por más que lo intentaramos; Aún así, mi trato hacia mi Papu no había cambiado mucho, aún lo amaba.

— Hola Luis, ¿cómo estás? —Su voz sonaba ronca y diferente — Bien, estaba cenando. ¿Acabas de despertar? —Pregunté.

— No, pero creo que pesque un resfriado...

— Ve al medico mañana, ¿Quieres que te acompañe después de la escuela? —Hubo silencio un rato, y añadí algo más— Si quieres podemos ir después por un waffle o lo que tú quieras, Papu, ya no hemos salido tanto, te extraño.

Nuevamente hubo silencio, parecía que Miguel no podía hablar, después de unos segundos de esperar lo escuché suspirar — Descuida, no hace falta, pero me parece buena idea salir juntos

Sonreí con sincera felicidad, mi corazón ahora bailaba de la emoción, estaría con mi Papu pasando tiempo de calidad después de mucho tiempo, estaba feliz.

— ¡Genial!, entonces mañana después de la escuela —Escuché un sonido de afirmación del otro lado y después de charlar un rato más nos despedimos.

Disfrute esa llamada con mi Papu, pero su voz sonaba decaída, traté de no prestarle mucha atención a eso porque dijo que todo estaba bien, pero él solía mentir mucho con respecto a sus sentimientos.

Mis tíos se fueron de casa y después de ayudar a mi jefecita en la cocina subí a darme una ducha y dormir, ya quería que fuera mañana.

Cuando me acosté en mi cama tomé mi teléfono y entré a Facebook para mirar unos momos antes de dormir, no me di cuenta de cuanto tiempo estuve ahí que ya era de madrugada.

Mañana estaría muriendo de sueño, pero no importaba, porque pasaría tiempo con mi Papu.

Dejé mi teléfono en la mesa de noche a un lado de mi cama y me acomodé, cuando estaba por caer rendido, mi teléfono comenzó a vibrar. Molesto, me acomodé para ver quien era.

Mi papu otra vez, que sorpresa.

— ¿Hola? —Nuevamente, hubo el mismo silencio que el de la llamada pasada — ¿Papu?, ¿Estas bien? —Pregunté, realmente me preocupe y sentí esa presión en mi pecho que ya era costumbre sentir.

Fuck it - PapuFresco [CONCLUIDA] [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora