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Si pudiera regresar el tiempo, lo haría sin dudarlo, y volvería a esos momentos donde Miguel todavía estaba conmigo. Pude haberlo evitado, no tomé la decisión correcta al no avisar a las autoridades o enviar a mi Papu a un psicólogo.

Estoy consciente de que tal vez no es mi responsabilidad, y que las cosas pasan por algo, pero hay situaciones que pueden ser evitadas.

Salí de la habitación y me dirigí a la de Miguel, la luz de ahí por suerte logró funcionar, aunque parpadeaba de vez en cuando.

Había ropa tirada en el piso, algunos vidrios rotos también, parecían ser de su ventana ya que estaba rota y aire frío entraba de ella. Miré el escritorio, había una hoja con algo escrito ahí, tenía algunos rayones, demostrando que era algo así como un borrador.

Observe el escritorio, en ésta había más hojas aparte de esa, lápices y libros. Entre todo ese desastre había varios dibujos que yo le hice a mi Papu en su momento.

Ignoré eso antes de romperme a llorar otra vez y tomé la hoja.

No tenía agallas para leerla, no quería, sabía que era tal vez algún tipo de carta de despedida sin terminar, y me asustaba, no estoy listo para dejarlo ir todavía.

Con mis manos temblorosas la doble por la mitad intentando no leer alguna palabra y la guarde en mi bolsillo, volví a mirar su habitación, se sentía tan... extraño. Vi su viejo suéter azúl encima de su cama, lo tomé y lo analice.

Revisé sus bolsillos y traía una navaja de sacapuntas, un encendedor y basuras de dulces que le había dado hace mucho en la clase de álgebra para que no se quedara dormido otra vez. Suspiré.

Justo ahora, y como desde que empezó todo este problema, me sentía perdido y no sabía que hacer. Lo único que se me ocurrió fue salir de la casa y tomar aire, ya comenzaba a amanecer. Mi madre sabía que estaba en casa de Miguel, pero no lo que ocurrió.

Estaba ansioso, quería gritar pero no podía. La desesperación de no saber que hacer ahora me hacía sentir una presión en el pecho que no me permitía respirar bien.

Molesto y frustrado pateé una roca, la misma roca con la que rompí la ventana hace unas horas. Miré la casa de mi Papu y después a la calle, iría a buscar una tienda.

Después de unos minutos de búsqueda, encontré una que apenas estaba abriendo. Observe los estantes, tal vez podría saciar mi ansiedad con algo que no me dañe tanto los pulmones.

Observe unas galletas de bombón ahí, y nuevamente sentí un nudo terrible en mi garganta, eran las favoritas de Miguel.

Limpié mis ojos para desaparecer cualquier rastro de lagrimas, las tomé y fui a pagar.

Fuck it - PapuFresco [CONCLUIDA] [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora