17

527 57 37
                                    

— ¿Luis? —Esa voz.. Abrí los ojos enseguida, sorprendido — ¿Qué haces aquí? —Se acercó,  me tendió la mano y me ayudó a pararme, yo estaba en shock, ¿qué carajos?

Me abrazó con una fuerza enorme, y yo hice lo mismo, sentía algo extraño en mi corazón, lo sentía ser oprimido por la angustia, felicidad, nervios, tristeza... sentía de todo justo ahora.

— ¿De.. de verdad eres tú? —Me separé un instante del abrazo para poder mirar sus bonitos ojos que ya no eran tapados por esos oscuros lentes. — Claro que soy yo, tonto down, ¿quién más?

Sonreí como nunca, sentía un alivio tremendo al verlo por fin, escuchar su voz y sentir su cálido toque otra vez. Lo besé con amor, realmente necesitaba aquello, y él también.

Nos separamos y volvía abrazarlo, no quería separarme de él.

— Hazte para allá, cuck, no seas tan empalagoso —Intentaba alejarme de él pero al final se rindió, ni drogado me alejaría de nuevo.

— Ven conmigo, Luis —Me dijo cuando me separé un poco, me tomó de la mano y me jaló leve para irnos.

Con mi felicidad a tope, estaba por seguirlo, pero algo llegó a mi mente después de minutos, y mi sonrisa desapareció lentamente. Me alejé un poco de Miguel, él me miraba con su cara neutra pero demostraba felicidad al igual que yo.

Yo lo miré asustado, ¿esto es real?, ¿y todo lo qué pasó?, ¿fue un sueño?, no puede ser posible.

Miré nuestro alrededor, seguíamos en el cementerio, ¿Entonces si pasó?, miré hacia atrás donde se encontraba la tumba de mi Papu.

Sentí un miedo terrible, ahí estaba yo, era yo, era mi cuerpo justo como me había quedado dormido, ¿pero que...?

Me acerqué despacio, poniéndome de cuclillas para observarme, después miré a Miguel, quien no despegó su vista de mi en un solo momento.

Lo miré aterrado, ¿qué está sucediendo?

— Miguel... —Me miró atento— ¿Si? —Respondió.

— ¿Qué está pasando? —Suspiró, desvió la mirada y después de unos segundos se devolvió a mi. — Luis... todo lo que pasó, yo... fue real, perdóname.

Bajó un poco su cabeza, me puse de pie y me acerqué a él. Solo entonces noté que había sol, y la lluvia había parado, todo se veía muy iluminado y no podía ver más allá de las paredes de este cementerio.

— ¿Es una broma, Miguel? —Cómo va a ser una broma, pendejo. Esperé que me dijera eso, pero su respuesta me sorprendió, fue bastante amable conmigo, jamás se había dirigido hacía mi de esa manera.

— No, no lo es, Luis, perdóname —Con sorpresa y duda en mis ojos, continuó. — Todo realmente sucedió, yo.. yo estoy muerto, y tú justo ahora tienes la opción de elegir

¿Elegir qué?, Miguel vió la duda en mis ojos y prosiguió.

— Puedes venir conmigo y estar juntos... o... —Entonces miró a mi cuerpo en el piso, lo entendí, estaba teniendo la oportunidad que tanto había anhelado todo este tiempo.

No lo pensé mucho, sonreí y tomé la mano de mi Papu para irme con él, no dimos ni un pasó cuando escuchamos a personas alteradas. Las reconocí al instante.

— ¡Luis!, ¡Luis despierta! —Era mi madre, venia con mis amigos y con ella, la chica con la que había estado trabajando.

— ¡Luis, por favor! —Mi madre se había arrodillado a lado de mi junto a mis amigos, me movía de manera frenética esperando que despierte, pero yo seguía sin presentar signos de vida.

Mis amigos se veían preocupados, coquette llamó a una ambulancia mientras que los otros trataban de darle apoyo a mi madre.

Separé un poco mi mano de la de Miguel mientras observaba la escena.

— ¿Luis? —Llamó mi atención, lo miré con mis ojos reflejando una angustia enorme. No quería irme de mi Papu, pero tampoco quería hacer sufrir a mis seres queridos.

El sonrió triste, vi sus ojos cristalizarse y asintió. Abrió sus brazos para poder darle un último abrazo, con toda la rapidez del mundo me acerqué a él y me aferre como garrapata.

Ambos soltamos algunas lágrimas, estuvimos unos segundos así hasta que mi Papu nos separó. — Tienes que ir, la ambulancia esta por llegar y no querrás hacer sufrir más a tu madre, es una gran persona —De manera amarga sonreí, nos besamos una última vez con lágrimas saliendo de nuestros ojos.

No quería separarme, sus labios conservaban el dulce sabor de siempre. Extrañaré todo de él.

— Descuida, estaré aquí siempre, todos estos días estuve escuchando lo que me contabas, espero que sigas haciéndolo —Se separó con cuidado — Te amo.

Me dijo de una manera tan delicada y dulce, que sentí más ganas de llorar e irme con él. Pero antes de poder decir o hacer algo, se alejó y se fue dejándome ahí, los médicos habían llegado y cuando me dieron choques eléctricos todo se volvió oscuro.

Cuando abrí los ojos otra vez estaba en el mismo lugar que hace rato, pero esta vez en el piso.

Me miré el cuerpo, después mis manos, era yo de nuevo. Mi madre me abrazó con fuerza llorando llorando en mi pecho, después mis amigos hicieron lo mismo.

Se veía todo como antes de estar con mi Papu, todavía había lluvia y estábamos todos empapados. Con el día totalmente gris.

Suspiré, me sentía aliviado a pesar de todo.

Logré despedirme de mi Papu, ahora sé que está bien y pude abrazarlo una última vez.

Reí con completa felicidad, ya no sentía esa presión en mi pecho y me sentía liviano, al fin logré cerrar el ciclo.

Abrace a mi jafecita, le di besos por toda la cara y después mis amigos se acercaron a abrazarme.

Sentía que a partir de aquí todo mejoraría de algún modo. Ahora puedo darme la oportunidad de amar nuevamente sin sentir culpa alguna y puedo dejar que todo fluya.

Y aunque hubiera preferido que esto terminara diferente, no puedo hacer nada para cambiarlo, el siempre será mío y yo siempre seré de él, no importa que.








Fin.

Fuck it - PapuFresco [CONCLUIDA] [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora