Pasaron los días y ha llegado el momento, el primer día de clase. Aunque no lo mostrará mucho estaba algo ansiosa de ser nueva en un instituto y de una ciudad que no había conocido antes.
- Cariño, baja ya, no te va a dar tiempo a desayunar! - Gritó mi padre a todo pulmón.
- Voooooy. - Le respondí gritando.
Mi padre me sacó rápidamente de mis pensamientos, trayéndome de vuelta a la dura realidad. Me puse algo casual el primer día, una camiseta morada de tirantes y unos pantalones vaqueros cortos, ya que todavía hacía calor y parecía que el verano no acababa.
Bajando por las escaleras pude encontrarme a mí padre desayunando mientras miraba el móvil y riéndose.
- Ah, ya está la princesa de la casa lista, venga va, come rápido, si no vamos a llegar tarde.
Me senté en la mesa de la cocina y comí mis tostadas rápidamente, bebí el vaso de zumo y agarre mi plato para ponerlo en el lavavajillas.
Mi padre se levantó también y agarró las llaves del coche.
- Estás lista para tu primer día de clase princesa? - Dijo mi padre con entusiasmo como si fuera él el que va a ir a clase.
- Bueno... No sé yo...
- Se que estás nerviosa, todos lo estamos el primer día en cualquier sitio, seguro que tú madre en el trabajo también. Pero poco a poco te acostumbrarás. - Colocó su mano en mi espalda y me dio unas palmaditas. - Ahora vamos, que llegamos tarde.
Mi padre conducía tan rápido que parecía que estábamos en las películas de fast and furious, temí por mi vida. Pero pronto llegamos y no había mucha gente, resulta que habíamos llegado demasiado pronto y no tarde. Me despedí de mi padre con un beso en la mejilla y me fui adentro de aquel edificio.
Entrando en el instituto no pude evitar como había alguna que otra persona mirándome pero luego volviendo a lo que estaba haciendo, lo bueno es que no era mucha gente la que había por allí así que no estaba tan mal. Fui a la que se suponía que iba a ser mi clase de ahora en adelante y me senté en la silla de atrás del todo, cerca de la ventana. Había alguien en clase, no estaba sola, pero parecía estar demasiado ocupada escuchando música con los cascos puestos a todo volumen.
Saque mi pequeña libretita y un boli para tenerlo todo listo, y mientras estaba esperando que la clase empezará me puse a hablar con mis amigos de mi anterior ciudad.
{ HOLAAAAA, como están todos por ahí??? Os echo mucho de menos 😿😿😿 - Le di a enviar.
No tardo mucho en responder mi mensaje.
} Holiii, estamos bien. Y nosotros también te echamos de menos 💔😭. Esperemos que podamos vernos en vacaciones o algo. - Leí el mensaje y contesté rápidamente.
{ Pues si, quizá le diga a mi padre y al tuyo si puedes venir por aquí. La playa está al lado y es bastante bonita la ciudad.
Antes de que mi amiga siquiera respondiera el mensaje la clase empezó a llenarse de alumnos, supongo que estaba apunto de comenzar así que envié un último mensaje diciendo
{ Oye, tengo que irme, la clase va a empezar ya, luego te escribo. - Apague el móvil y lo guardé en el bolsillo de mis pantalones.
Mientras entraba la gente no pude evitar no observarla, de cuando vi al chico rubio... Ah si, Nathaniel. Primero el supermercado, luego en el mismo instituto y él delegado, y ahora esto? O sea, no me quejo, es bastante atractivo.
Creo que me reconoció cuando me vio porque me sonrió y se sentó cerca mio en la parte de atrás.
- Hola! Como estás? Espero que hayas tenido un buen finde .... _____, verdad?
- Si! Esa misma, y muchas gracias, yo estoy bien... Algo nerviosa por el primer día jaja... - Me reí nerviosamente.
- Ya veras como te va a encantar estar aquí, si te sientes muy sola puedes venir a la hora de comer a la sala de delegados, suelo estar allí! - Dijo con una sonrisa.
- Muchas gracias, eres tan atento.
(Continuará en el siguiente capítulo)

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¿Qué somos? - CDM Ruta Nathaniel
RomansaUna nueva estudiante llega a un instituto en donde todo tipo de locuras pasan como, amores, desamores, perdidas, acoso, y más..