Forced To Love Him

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Melbourne, Australia

—¿Qué dices Roseanne? ¿Te casarías conmigo?

La atención de todo el lugar estaba en ellos. Sus familiares, las personas que han sido testigos de "su relación". Las personas que siempre han creído que estaban destinados, ¿por qué?

Porque el simple hecho de que tienen cosas en común, gustos parecidos, y que tienen la misma edad con la diferencia de unos meses. Por lo cual, ¿no es increíble que este sucediendo lo que deseaban que pasara?

Pero, ¿ella quería eso? Se enfrentaba justamente a lo que temía, que él quisiera ir mas allá y le pidiera matrimonio.

—Yo... yo... lo siento —mencionó desviando la mirada del hombre arrodillado frente a ella.

—Pero, creí que, ¿no querías hablar sobre nuestra relación? Creí que estabas lista para el siguiente paso, digo, puedo esperar más si así lo deseas, no tenemos que apresurarnos si no estas lista.

—Yo...

—Esta bien, ¿si?

—No entiendes, lo que trato de decir es...

—Necesitas tiempo, lo entiendo. Esta bien, ¿si? Puedo...

—!No quiero seguir con esto! —gritó cerrando su hermosos ojos, junto con su pequeña mano sobre ellos—. No quiero casarme contigo y tampoco quiero seguir nuestra relación.

Todos en el lugar se encontraban en conmocionados. ¿No era él con quien ella había estado por más de cinco años? ¿No es él quien ella ama?

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Hace 1 año y unos meses...

Restaurante en Collins Street

—Feliz cumpleaños.

—Gracias —dijo mientras se acomodaba su cubrebocas y uniforme.

Todos en la cocina la felicitaban, la amable chica se había ganado el cariño de sus compañeros y superiores en menos de cuatro años.

—Roseanne, el gerente quiere verte en su oficina a la hora de tu descanso.

—Oh. Esta bien, ahí estaré —dijo con una sonrisa.

La asistente asintió antes de marcharse a su respectivo puesto de trabajo.

—Entonces, ¿que harás para tu cumpleaños —preguntó su amiga y compañera, Mina.

—Solo ire a casa de mis padres y comeré, mucha, MUCHA comida y pastel.

—Bien, debemos comenzar o nos ganara el tiempo —mencionó otro compañero.

Después de que dijera eso, Roseanne y el resto empezaron a preparar sus respectivos platillos y se enfocaron en sus roles hasta que llegara la hora del almuerzo.

Se dirigió hacia la oficina del gerente tal como le habían informado. Al salir del ascensor saludó a algunas personas que se encontraban ahí. Después de recibir un "adelante", entró.