Dalia:
Mi fin de semana termina cuando comienza a sonar lo que más odio..... la alarma, oh si, una alarma.
He de decir que son bastante insoportables.
Me levanto para encerrarme en el baño con pestillo, suspiro lentamente observando mi reflejo en el espejo frente a mi, mierda, sigo siendo un desastre andante.
Hay veces en las que me preguntó, ¿Cómo demonios logro levantarme? Tomo mi cepillo dental con astio.
Rápidamente me doy una ducha, por qué si, me eh despertado tarde, realmente no acostumbro a hacerlo, y mucho menos un día antes de comenzar la semana de clases, pero desgraciadamente me dormí bastante tarde para que mi proyecto quedará perfecto.
Sonará estúpido, pero en mi defensa, era demasiado importante terminarlo.
Me coloco unos jeans y un top basico color blanco, algo bastante comodo para alguien que no soporta siquiera cinco minutos mas con su vida. Sujeto todo mi cabello en un moño medio desprolijo, claro que sí.
¿Que? Tampoco es que sea una experta capacitada.
Creo que nunca lograre entender cómo es que algunas chicas tardan horas en maquillarse solamente para verse lindas y sabiendo que lo son.
Y cómo tampoco entiendo cómo es que pueden ser tan hermosas con y sin maquillaje. Yo no podría, sin embargo, no lo utilizo.
Pero eso no quiere decir que lo necesite, soy consciente de que mi piel es linda, y demasiado perfecta para alguien como yo.
Resoplo, echándole un último vistazo a mi reflejo.
Cojo mi teléfono y mi mochila antes de salír de la habitación rápidamente y dirigirme a la salida, asegurandome de no haber despertado a alguien.
Tendría que ser idiota al pensar que no hay alguien más en casa y verdaderamente no me apetece escuchar gritos, mucho menos cuando siento que mi cabeza está a punto de estallar.
Suspiro y tomo el picaporte de la puerta.
Los rayos del sol dan directo a mi rostro, haciendo que mis ojos se entrecierren rápidamente, Joder, a veces olvido cuanto odio las mañanas.
Camino rápidamente hacia mi destino, y que para la poca buena suerte que me cargó, no está tan lejos.
♡♡♡♡
Llegó después de 15 minutos o eso es lo que quiero creer.
Chasqueó la lengua y busco a mi amiga Amara entre la multitud para entrar juntas. Cuando por fin doy con ella, la observo conversando cómodamente con un chico que está montado en una motocicleta color blanca.
¿Por qué ahora? ¿Por qué justamente cuando el sol parece quemar como si estuviera prendiendo un fósforo justamente en mi piel?
Mi mirada se desvía por todo mi alrededor; los árboles se balancean lentamente mientras algunas hojas caen sobre el césped.
Suspiro cuando la brisa calida acaricia mi rostro. La temperatura suele cambiar constantemente, y de algún modo me gusta.
Pero muy en el fondo prefiero el frío, aunque parezca un tempano de hielo y coja resfriados casi a diario.
Siento como mis manos comienzan a temblar ligeramente al darme cuenta de que algunas miradas estan sobre mi.
¿En serio? ¿No hay algo más interesante? ¿O menos descarado al menos?
Entrecierro los ojos en su dirección, disfrutando la manera en la que desvían la mirada torpemente, pretendiendo observar algo detras de mi cabeza.
Vuelvo mi atención hacia Amara cuando el sonido del motor llega a mis oídos como mi única salvación innecesaria. Voltea en mi dirección y tan rápido como lo hace me encuentra en cuestión de segundos. ¿Cómo hace eso?, yo por lo menos tardo más de 20 minutos en encontrarla con tan solo una mirada.
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Un misterio encantador
RomanceDalia, una chica universitaria con traumas de su pasado. Fabián, un empresario frio y corredor de carreras legales e ilegales. Ellos se cruzan por casualidad, son un misterio para ambos; sin embargo, no saben que el destino les tiene preparado algo...