｡･:*:･ﾟ★ DEAD MAN
❝así que, en otras palabras, ¿soy básicamente una versión mucho más oscura y destructiva de una bruja que arruina la vida?❞
DONDE la vida de adrian martin da un vuelco repentino cuando se ve envuelto en el inusual caos de scott y...
CAPÍTULO VEINTIOCHO. ¿desde cuándo erica se puso tan buena?
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ADRIAN SE REMOVIO EN SU CAMA ESA NOCHE, SU ROSTRO SE CONTORSIONO INCOMODO. Unos flashes aparecieron ante su mente, haciendo que su respiración se acelerara de forma desconocida.
El bosque. El bosque de Beacon Hills. Allí era donde estaba Adrian. Sí, eso lo sabía. Un hombre de piel oscura estaba solo, con una moto a su lado.
Parecía como si estuviera a punto de irse.
Algo le apartó de sus pies, haciendo que el hombre cayera y se acariciara la nuca. Sin embargo, estaba alerta, levantando su arma en señal de advertencia mientras volvía a ponerse de pie.
La respiración agitada de Adrian coincidía con la suya, el pánico y el miedo de la situación burbujeando en su interior como si estuviera allí. El hombre se sujetó la nuca mientras caminaba cautelosamente por el bosque... entonces todo fue cuesta abajo.
El chico Martin pudo sentir la inmovilidad en su cuerpo mientras el cuerpo del hombre de piel oscura temblaba hasta que su mano ya no pudo sostener el arma y sus pies ya no pudieron mantenerse en el suelo. Cayó al suelo, indefenso.
Entonces, llegó otro destello. La cara de Adrian se arrugó de dolor por la transición...
pero lo que vino después fue peor. Una mano. Una mano demasiado animal para ser humana colgaba peligrosamente a su vista, sus garras eran como puñales mientras un líquido transparente goteaba de ella. Adrian sintió que se le helaba la sangre, cuando el grito del hombre lo despertó.
El pelirrojo se despertó sobresaltado, con un grito ahogado mientras se incorporaba. Estaba solo y a salvo, de nuevo en la comodidad de su habitación y su cama.
El adolescente soltó un suspiro cuando se dio cuenta de que estaba a salvo y sintió que le temblaban las manos al agarrarse a las mantas. ¿Qué diablos fue ese sueño?
—Vamos, Tobs, ya casi llegamos —Alentó el chico Martin, sonriendo orgulloso para sí mismo mientras se desabrochaba el arnés para que el siguiente escalara la pared y corriera contra su compañero emparejado.
—Es que está muy, muy alto. —Se quejó el rubio, gruñendo de esfuerzo mientras intentaba bajar su delgado cuerpo por la pared— ¡Uf! ¡No puedo creer que me hayas metido en esto!
—¡Es parte de la clase, Valack! Es obligatorio, —le gritó el entrenador, con la mano en la cadera— ¡Date prisa!
—¡Eh, Toby! Salta y te atraparé —Bromeó el pelirrojo, extendiendo los brazos en posición de novia.
—¡Que te den, Martin! —El rubio llamó por encima del hombro. Finalmente, después de muchas más burlas y forcejeos, Toby llegó y se desabrochó el arnés—. Nunca he agradecido tanto el suelo. —Jadeó, doblado.
